Cuando Meghan Markle, la esposa del príncipe Harry de Reino Unido, visitó la ciudad inglesa de Chichester hace algunas semanas, tuvo un gran impacto para Hugo Boss. La falda lápiz de piel de cordero que usaba, de la mencionada marca, destelló en Instagram y a los pocos minutos generó que se agotara el producto en línea.

Según Bloomberg, este episodio también ayudó a que Hugo Boss, marcada por una audiencia predominantemente masculina, se posicionara dentro del público femenino.