El contexto inflacionario a la baja ya se está comenzando a notar en otros indicadores, evidenciando que lo peor, al menos en lo relacionado a esa variable, ya está quedando atrás. Luego del peak de 14,1% de agosto del año pasado, hoy la inflación se ubica en 8,7% y se anticipa que seguirá bajando para cerrar el año en torno a 4,6% y ya en 2024 volver a la meta de 3%.
Todo esto tiene repercusiones directas en el poder adquisitivo de las personas, ya que sus salarios por fin están creciendo por sobre la inflación.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Índice de Remuneraciones Real, que descuenta la variación de la inflación, subió en mayo 1,2% en doce meses, su mayor incremento desde agosto de 2021, justo antes de que los precios comenzaran su fuerte aumento. El alza del quinto mes del año es además la tercera consecutiva, con lo se acumula una variación positiva de 1,6% entre enero y mayo.
Con estos tres aumentos al hilo quedaron definitivamente atrás los 17 meses consecutivos de caídas que tuvo el indicador de remuneraciones reales y que lo llevó, en noviembre pasado, a su menor nivel desde noviembre de 2018.
La mayor inflación del último año presionó a las empresas a realizar alzas de salarios, en términos nominales, más altas para equiparar los incrementos en el IPC, aunque, tal como se mencionó, solo en los últimos tres meses se logró estar por encima de la inflación. De todas maneras, hubo 10 aumentos de dos dígitos consecutivos en términos nominales, entre agosto de 2022 y abril de este año. Ahora, en el dato conocido este jueves sobre mayo, el crecimiento volvió a ser menor a 10%, al llegar a 9,8%. Esto también da luces de menores presiones de costos laborales hacia adelante en relación a lo que se vivió en los trimestres anteriores, de la mano de una inflación proyectada menor.
Según el INE, las empresas grandes presentaron las mayores alzas interanuales: 10,7% en el IR y 10,4% en el ICMO (Índice del Costo de Mano de Obra), seguidas por las pequeñas (9,9% en el IR y 9,6% en el ICMO) y las medianas (8,3% en el IR y 7,6% en el ICMO).
Por sectores, fue la industria manufacturera la que más incidió en el alza de las remuneraciones y del costo de mano de obra, seguida por el comercio y, en tercer lugar, enseñanza.
En otro aspecto, la remuneración media por hora ordinaria tuvo un repunte interanual de 11,2% y se ubicó en $6.460. El valor fue de $6.156 para las mujeres, lo que corresponde a un avance de 11,7%, mientras que para los hombres se situó en $6.723, registrando un aumento de 10,8% en el mismo período.
Masa salarial
Esta alza en los salarios reales se da además en un contexto en el que el empleo anotó un repunte durante el trimestre marzo-mayo, tanto a nivel total como el asalariado.
La semana pasada el INE informó que los ocupados totales aumentaron 2% en doce meses, mientras los asalariados lo hicieron en 3,1%. Ambas cifras quebraron la tendencia a la desaceleración que se venía registrando en los trimestres móviles previos.
Con este dato, la masa salarial de los trabajadores asalariados (que es la suma de la evolución del empleo y de las remuneraciones en términos reales) subió 4,4% en doce meses, la mayor alza desde agosto del año pasado. La masa salarial se refiere al total de pagos que se realizan vía salarios a todos los trabajadores del país y es un elemento central de la evolución del mercado laboral.
La gerenta de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Bernardita Silva, indica que “el alza de las remuneraciones reales está incidido por una menor presión inflacionaria que ayuda al resultado real, por su parte el alza nominal se desacelera”, a la vez que hace una distinción de la masa salarial. “Si bien se ve un alza en la masa salarial de los asalariados de 4,4%, hay una gran diferencia entre los formales e informales. De esta manera, se ve un alza de 8,2% en la masa salarial de los asalariados informales, versus un alza de 3,7% de los formales, esto dado el fuerte incremento de los asalariados informales en el último período (6,9%). Entonces, si bien es positivo ver un incremento en la masa salarial y mayores remuneraciones reales, el tema de la informalidad que hay detrás hace que parte del incremento se soporte en empleos más precarios y, por ende, más inestables”.
Por su parte, el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Diego Portales, Mauricio Tejada, señala respecto al dato de masa salarial, que fue impulsada esta vez principalmente por el crecimiento del empleo, seguida por las remuneraciones reales, que “es más bien puntual. La tendencia debiera ser mayor crecimiento de salarios reales con menor inflación y menor crecimiento del empleo con fragilidad del mundo laboral”.