El mercado laboral comienza a mostrar algunas señales de recuperación. Por segundo mes consecutivo la tasa de desempleo presentó una caída en relación a lo registrado hace un año. Para el trimestre febrero-abril esta se ubicó en 8,5%, lo que se traduce en un descenso de 0,2 puntos porcentuales en doce meses. Según explicó el INE, esto se debió a que el alza de la fuerza de trabajo (3,5%) fue menor a la presentada por las personas ocupadas (3,7%).
Por su parte, las personas desocupadas aumentaron 1,9%, incididas por quienes buscan trabajo por primera vez (17,3%) y quienes se encontraban cesantes (0,5%).
En cuanto a la creación de empleo, en el trimestre febrero-abril se crearon 332.570 en comparación al mismo período del año pasado. En el desglose de los nuevos empleo, se crearon 241.790 puestos laborales asalariados privados, y 25.230 asalariados púbicos y 49.800 empleos por cuenta propia.
Sobre la población ocupada, el INE informó que, en doce meses experimentaron un alza de 3,7%, incididas tanto por las mujeres (4,5%) como por los hombres (3,1%).
Los sectores que contribuyeron al aumento de la población ocupada fueron comercio (5,2%), administración pública (13,1%) y transporte (6,9%); mientras que por categoría ocupacional el alza se observó en personas asalariadas formales (3,8%) y asalariadas informales (5,5%).
En las mujeres, la tasa de desocupación se situó en 9,5%, sin presentar variación en doce meses; debido a que el alza de la fuerza de trabajo (4,4%) fue levemente menor a la de las ocupadas (4,5%). Las desocupadas aumentaron 4,0%; en tanto, las tasas de participación y ocupación se situaron en 52,8% y 47,8%, incrementándose 1,8 pp. y 1,6 pp., respectivamente. Las mujeres fuera de la fuerza de trabajo, por su parte, descendieron 2,7%.
En los hombres, la tasa de desocupación fue de 7,8%, con una disminución de 0,2 pp. en doce meses, a raíz del incremento de 2,9% de la fuerza de trabajo, menor al 3,1% registrado por los hombres ocupados. Los desocupados, en tanto, aumentaron 0,1%. La tasa de participación llegó a 72,5% y la tasa de ocupación se situó en 66,9%, con variaciones respectivas de 1,4 pp. y 1,5 pp. Los hombres fuera de la fuerza de trabajo se redujeron 3,8%.
Si bien el lado bueno es el alza en la creación de empleo, el lado negativo es que la informalidad sigue subiendo con fuerza. Del total de los 332.570 empleos creados 170.968 fueron informales. Y la tasa de ocupados informales subió a 28,2% su nivel más alto desde el trimestre octubre-diciembre de 2021.
El director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), Juan Bravo, explica que “estamos en un panorama mixto en el mercado laboral. Hay algunos signos de mejoría, como el hecho que la tasa de desempleo está comenzando a registrar disminuciones leves respecto al mismo periodo del año previo y a que la creación anual de empleo asalariado formal en el sector privado va en aumento”. Sin embargo, junto con ello, dice que “se observa que se destruye emprendimiento formal, crece fuertemente el emprendimiento informal y sigue aumentando el empleo bajo subordinación sin seguridad social en el sector privado. Así, el alza en el empleo asalariado formal del sector privado no logra contrarrestar el deterioro en otros formatos laborales, con lo que la tasa de ocupación informal escaló de 27,4% a 28,2% en el último año”.
Bravo levanta otra alerta: “El 51,4% de los empleos creados en el último año son informales, pero si hacemos el análisis según presencia de subempleo, se observa que el 51,8% de los empleos creados en el último año correspondió a alguna forma de subempleo, ya sea por insuficiencia de horas (personas que trabajan una jornada parcial en forma involuntaria) o por calificaciones (ocupados con educación superior completa pero que ejercen empleos de mediana o baja calificación). Así, la composición de la creación de empleo en el último año es, por decir lo menos, frágil”.
Empleo privado
En el último año se han creado 241.790 empleos asalariados privados. De ellos, 193.533 son formales y 48.255 informales. “Esto implica que el 20% de los empleos asalariados en el sector privado creados en el último año fue informal, es decir, empleos bajo subordinación donde el empleador no paga las cotizaciones de salud o pensión”, sostiene Bravo. Sin embargo, sostiene que “si miramos la tasa de crecimiento anual, se aprecia que el empleo asalariado formal en el sector privado creció al 4,3% anual, mientras que el asalariado informal en el sector privado se expandió a un ritmo de 5,8% anual”.
Carmen Cifuentes, economista de Clapes-UC puntualiza que “es importante destacar el repunte del empleo asalariado privado. En lo que va de 2024 ha impulsado la creación de empleo, un resultado bastante diferente de lo que vimos en 2023. Este repunte ha venido de la mano de una expansión de tanto los empleos formales como informales en el sector”.
Soledad Monge, economista de LyD apunta que “en el sector privado ha habido creación de empleos pero en menor medida que en el sector informal. Esto se relaciona principalmente con un bajo nivel de ofertas laborales, que sugiere que las empresa están ajustando sus costos y están acotando la contratación de personal”.
La economistas afirma que “para este año se espera que la tasa de desocupación siga cayendo, pero muy levemente, por lo que no es una buena noticia. Si continúa esta tendencia a fin de año la tasa debería estar en aproximadamente 8%, lo cual es todavía superior a los niveles previos a la pandemia”.