Una firma de inversión en empresas de cuidado de la salud que está financiando estudios de hongos mágicos para tratar la depresión recaudó US$25 millones de capital y podría considerar una oferta pública inicial el próximo año, según personas familiarizadas con el tema.

Atai Life Sciences AG anunciará próximamente la recaudación de los fondos, cuyos patrocinadores principales son Christian Angermayer, un inversionista alemán, el inversionista multimillonario Mike Novogratz y el empresario islandés Thor Bjorgolfsson, dijeron las fuentes, que pidieron no ser identificadas porque el asunto aún no es público.

Atai posee una participación sustancial en la startup británica Compass Pathways, que está llevando a cabo ensayos clínicos de psilocibina -un compuesto psicodélico de los hongos mágicos- como tratamiento para la depresión. Atai también es el mayor accionista de Innoplexus AG, que opera una plataforma tecnológica que utiliza inteligencia artificial para identificar tratamientos personalizados para enfermedades.

Atai ya está en conversaciones con bancos sobre una posible salida a bolsa en Canadá el próximo año, una medida para la cual busca una valoración de US$800 millones o más, según una de las personas familiarizadas con el tema.

Después de haber sido rechazada durante décadas, la psilocibina como posible tratamiento médico ha experimentado un resurgimiento en los últimos años.

Los estudios publicados en 2012 por David Nutt y Robin Carhart-Harris del Imperial College London, descubrieron que el psicodélico redujo la actividad en la corteza prefrontal medial, que es hiperactiva en la depresión, y también elevó los recuerdos personales positivos de los voluntarios. Nutt es el presidente del consejo consultivo científico de Compass.

La investigación de 2016 mostró que los pacientes con cáncer experimentaron un alivio inmediato, significativo y duradero de su ansiedad existencial y depresión cuando fueron tratados con psilocibina.

Un estudio publicado en el Journal of Psychopharmacology señaló que solo dos o tres experiencias con la droga alucinógena ayudaron a una docena de fumadores de larga data a dejar de fumar, lo que es un éxito en un estudio en el que muchos otros enfoques fracasaron.

La psilocibina no es la única droga recreativa que ahora genera interés médico y financiero. Los inversores han estado destinando cada vez más fondos a compañías que venden cannabis como producto de consumo y como medicamento.

El mes pasado, Coca-Cola Co. dijo que está monitoreando la naciente industria del cannabis y está interesada en las bebidas con infusiones de CDB, el ingrediente no psicoactivo de la marihuana que trata el dolor pero que no droga.