Poco contagioso resultó el optimismo del Banco Central en su último Informe de Política Monetaria (Ipom), al elevar su proyección de crecimiento para 2018 desde un rango de 3,25-4,0% (junio) a uno superior de 4,0%-4,5%. Así quedó reflejado al menos en la Encuesta Mensual de Expectativas Económicas (EEE) publicada ayer por el propio instituto emisor, en la que una treintena de economistas mantuvo en 4% su estimación para el crecimiento este año, la misma desde julio.
Este escenario de optimismo acotado también fue posible de apreciar respecto del Latinfocus Consensus Forecast que dejó su proyección de crecimiento para el PIB doméstico de 2018 en 3,9%.
En el sondeo del BC los economistas también dejaron sin cambios la previsión para el crecimiento en 2019 en 3,8% (vigente desde junio), mientras que para 2020 redujeron levemente su expectativa desde 3,8% (agosto) a 3,7%.
Donde sí se recogió el guante fue respecto de la inflación y la trayectoria que seguiría en los próximos meses la Tasa de Política Monetaria (TPM) hoy en 2,5%, en línea con una recuperación de la inflación interanual que el sondeo prevé alcanzaría a 3% al cierre de 2018.
En ese contexto, la encuesta estima que la TPM se elevará a 2,75% en diciembre, en sintonía con lo que han sostenido las autoridades del Central en diferentes exposiciones de difusión del Ipom, como las de ayer a cargo del vicepresidente del Central Joaquín Vial (Valdivia) y la consejera Rosanna Costa (Calama) en las que insistieron en que "la economía ha mostrado un dinamismo mayor que el anticipado (...) por lo que el consejo considera que el grado de estímulo monetario actual es menos necesario y comenzará a reducirlo en los próximos meses".
¿Por qué la cautela?
Según Fabián Sepúlveda de Santander "hace varios meses existe el consenso de que en el segundo semestre la actividad se ralentizaría", aunque aclara que aún no está claro cuál será la intensidad de la desaceleración. De hecho, el sondeo anticipa una expansión del Imacec de agosto en 3,3%.
En ese contexto, agrega que "los datos de julio fueron débiles respecto a lo que se esperaba previo a los indicadores sectoriales, y las cifras que se conocen de agosto dan la pauta de que la moderación de la actividad continúa. A eso se suma el riesgo de que el deterioro externo tenga un impacto mayor al observado hasta ahora".
Una opinión que comparte Waldo Riveras, de Scotiabank, quien explica que pese a la mejora en las cifras de empleo, sectores como el comercio y la manufactura siguen débiles, a lo que se suma la desaceleración de las remuneraciones, la depreciación del peso y sus efectos sobre el comercio y el componente importado de la inversión -con impacto en las expectativas privadas-, con un escenario externo que estaría lejos de normalizarse.
Así, subraya, "los datos de actividad reciente llaman a no apresurarse. El comercio, la manufactura, los servicios y la producción minera se muestran menos dinámicos en el margen, lo que se vio reflejado en el Imacec de julio y no esperamos una mejora significativa para agosto".
A ello hay que agregar, apunta Sergio Lehmann, de BCI, "el precio del cobre que está bastante más bajo (ayer cerró en US$2,65/lb), que tiene un efecto importante en el ingreso nacional y eso podría generar una moderación de las expectativas que tiende a tener impacto en el ciclo económico".
Para Nathan Pincheira de Fynsa, el tercer trimestre como un todo "necesita una aceleración en el margen donde las bases de comparación son bastante más exigentes. Y eso nos parece más complejo porque tenemos un Imacec minero que viene bastante débil y septiembre tendrá prácticamente una semana menos". Ahora bien, enfatiza que esta incertidumbre por la guerra comercial tendría un punto de inflexión en noviembre con el proceso eleccionario que enfrentará EEUU, en que se renueva un tercio del Senado y la Cámara de Representantes.
Con todo, Matías Solorza de BanChile agrega algunos matices que a su juicio afianzan el piso del rango estimado por el Banco Central. "Si en la anterior lectura de la Encuesta de Expectativas aproximadamente el 45% de la muestra estimaba un crecimiento bajo 4%, en septiembre dicho porcentaje baja a algo cercano a 25%", explica.