El petróleo ha sido un buen aliado para la inflación. Es que desde el peak del barril de WTI el pasado 3 de octubre, cuando cotizó en US$76,41, el precio literalmente se derrumbó hasta los US$45,33 del cierre del viernes, lo que equivale a un retroceso de 40,6% (en torno a US$31 el barril).
Esta baja en el precio del crudo ha tenido correlato en los valores de venta de gasolina en el país en todos sus octanajes -en las últimas 10 semanas el precio promedio ha caído $54 por litro- y finalmente, en el Índice de Precios al Consumidor del último trimestre, que en octubre anotó 0,4% y ya en noviembre tuvo una variación nula.
De hecho, para diciembre, el mercado prevé un registro negativo de -0,1%, con un cierre de la inflación anual en 2,6%, es decir, por debajo del centro del rango meta del Banco Central de 3%.
Ahora bien, de acuerdo con las proyecciones del BC en el último Ipom, el barril de WTI se situaría en 2019 en torno a US$55, por lo que es previsible una recuperación en la cotización del crudo.
En ese contexto, ¿hasta cuándo duraría el apoyo que le está dando el petróleo a la baja inflación? De acuerdo con los expertos podría extenderse hasta marzo de 2019.
Según Fabián Sepúlveda de Santander, "el mercado del petróleo atraviesa por un período de sobreoferta determinado principalmente por el fuerte aumento de producción que han experimentado simultáneamente en los últimos meses los principales productores mundiales (EEUU, Arabia Saudita y Rusia)".
De esta forma, explica que debido al funcionamiento del Mepco que suaviza los traspasos a precio tanto de las alzas como de las bajas en el precio del crudo, "estimamos que el precio local de las gasolinas registrará retrocesos semanales hasta fines de marzo".
Una lectura similar plantea Matías Solorza de BanChile, vinculándolo, además, con un contexto externo turbulento por las señales de desaceleración de las economías mundiales. "Los factores de oferta han impactado el precio del petróleo, lo que se suma al aparente aumento en los premios por riesgo de distintos activos financieros y las dudas sobre el comercio internacional", explica, aunque ve la colaboración del crudo en la inflación sólo hasta febrero.
Para el resto del año, los expertos coinciden con el análisis del Banco Central.
Martina Ogaz de Euroamérica, plantea que "esperamos una recuperación del precio durante 2019, el que estimamos registre un nivel promedio de US$60 el barril, sostenido en un eventual acuerdo entre la Opep y Rusia", idea que complementa Nathan Pincheira de Fynsa: "Creemos que el empujón tendría vida corta. Principalmente porque la caída se ve pronunciada frente al alza a finales del tercer trimestre, pero no así respecto a 12 meses", asevera.
Sin embargo, no son los únicos factores que mirar respecto de la inflación. Martina Ogaz advierte que "por el lado de alimentos, particularmente frutas y verduras frescas estimamos riesgos tanto al alza como a la baja", mencionando, por ejemplo, "un importante riesgo bajista explicado por el descenso del precio de la papa, la que estimamos podría afectar fuertemente las proyecciones de IPC de los meses de enero y febrero".
Cabe recordar que desde enero el registro de precios se recogerá a partir de la nueva canasta del IPC que cambia algunas ponderaciones e incorpora nuevos productos, lo que será posible de apreciar cuando se entregue el resultado los primeros días de febrero.