En el pasado cada paso que alejó a Lula da Silva de la elección presidencial fue celebrado en los mercados, pero ayer la respuesta fue más bien tibia, particularmente en el real que cerró prácticamente plano (+0,06). Los inversionistas comienzan a comprender que, con o sin el histórico líder del Parido de los Trabajadores en la papeleta del 7 de octubre, el futuro de Brasil permanece en la incógnita.

"Se trata de un cuadro de incertidumbre tan grande, que lo más probable es que tengamos una volatilidad muy alta. Los mercados estarán muy nerviosos y ese nerviosismo se notará más en las próximas semanas", señala a PULSO Enestor Dos Santos, economista de BBVA para Brasil.

En lo que va del año, Brasil no ha estado ajeno a las turbulencias de los mercados emergentes. Su moneda ha depreciado 20,5%, el doble del peso chileno, mientras que el riesgo país (medido en CDS) se ha disparado 76% y el rendimiento del bono soberano a 10 años pasó desde 4,5% a principios de 2018 al 6,11% actual. Pero las cosas se podrían complicar aún más.

"La carrera presidencial de Brasil sigue siendo muy abierta", señala William Jackson, economista jefe de mercados emergentes en Capital Economics, en un informe a sus clientes agregando que "los mercados no parecen estar valorando en su totalidad este riesgo", por lo que anticipa que el real seguirá cayendo y los rendimientos de los bonos subirán más.

La consultora británica señala que la presión irá creciendo dado que "la magnitud del desafío al que se enfrentará el vencedor significa que incluso un presidente favorable al mercado no podrá estabilizar las finanzas públicas e impulsar significativamente el crecimiento potencial".

Las opciones

En este punto, algunos actores del mercado brasileño se sienten optimista en relación al candidato de ultra derecha Jair Bolsonaro.

Esto se debe a que puso a la cabeza de su equipo económico a Paulo Guedes, un economista liberal formado en la Universidad de Chicago.

Sin embargo, no son pocos los escépticos. Usualmente comparado con Donald Trump, hay quienes desconfían de la personalidad y las opiniones fuertes opiniones de Bolsonaro, quien el que tiene la primera opción de pasar a la segunda vuelta del 28 de octubre.

Por el lado de la izquierda, no está claro cuál será el postulante que llegue a esa instancia: Fernando Haddas, el plan B de Lula; Ciro Gómez, el eterno candidato socialdemócrata; o Marina Silva, la opción ecologista.

De acuerdo a las encuestas los primeros dos tienen más opciones, justamente "los que más preocupan al mercado", según Gustavo Segré, académico de la Universidad Paulista, quien sostiene que "todas las propuestas de la izquierda son descuidar el gasto público, trabajar con planes sociales, fomentar las empresas del Estado. Todo lo que un inversionista no quiere escuchar".

Lejos de Argentina. Aunque la incertidumbre es evidente y quedará plasmada en el comportamiento del mercado, Segré pone paños fríos y afirma que está "absolutamente descartado" que Brasil camine a una situación tan crítica como la de Argentina, gracias al buen estado de su macroeconomía.

"La inflación prevista para este año es de 4,14%, la tasa de interés de 6,5% al año, las reservas internacionales son fuertes de US$382.000 millones y la deuda pública y privada es de US$317.000 millones. Además, tiene superávit comercial y el déficit en cuenta corriente es muy bajo", enumeró Segré.

Dos Santos hace un análisis similar, llamando a distinguir los desafíos que enfrenta Brasil, principalmente interno, de los que encaran los argentinos, de naturaleza externa. "Los indicadores externos brasileños son bastante positivos, nuestro país no tiene una necesidad de financiamiento externo, tiene reservas altísimas, mucho más altas que la deuda", detalló.