El nerviosismo porque los mercados de bonos de Estados Unidos indican una recesión inminente y una guerra comercial entre las dos principales economías del mundo que aún continúa hicieron que las acciones europeas se hundieran el miércoles, tras el derrumbe del 3% en Wall Street el día anterior.
El índice paneuropeo STOXX 600 cerró con una caída de 1,16% en mínimos desde el 23 de noviembre. El índice de los principales valores de la zona euro y el alemán DAX cayeron más de un 1%.
Sectores cíclicos como el de la construcción y el minero sufrieron las mayores pérdidas con descensos del 2,2 y del 1,8% respectivamente, porque los inversionistas se desprendieron de acciones altamente sensibles al crecimiento económico.
"Los sectores cíclicos dependen verdaderamente de las aceleraciones del crecimiento, son muy sensibles a la economía real", dijo John Ricciardi, presidente ejecutivo de Kestrel Investment Partners.
La inversión de partes de la curva de rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense significa que inversores están comenzando a preocuparse por el crecimiento y la inflación futuros, agregó Ricciardi.
El sector bancario también cayó, un 0,7%, pero las pérdidas fueron limitadas por un rebote de los bancos italianos porque los rendimientos de los bonos soberanos italianos siguieron bajando por esperanzas de que el Gobierno recortará sus planes de gastos.