Los intentos de Donald Trump de reequilibrar el comercio global ya han generado agitación en el mundo de los metales. A medida que los países respondan a los aranceles y las sanciones estadounidenses, el desorden crecerá.

Los precios del acero y las primas sobre el aluminio suben en Estados Unidos gracias a los aranceles, lo cual presagia trastornos para los fabricantes. En el resto de los lugares, los precios de los metales experimentan altibajos, con el cobre y el zinc en retroceso por temor a una menor demanda.

En tanto los inversionistas financieros se han mantenido hasta ahora optimistas, los inversionistas en metales se están yendo.Los próximos pasos podrían ser más drásticos cuando EEUU y China emprendan una política de guerra comercial arriesgada que tal vez involucre miles de millones en aranceles para todo, desde los autos hasta la soja.

Para el analista Maximilian Hess de AKE International, este retraimiento es parte de un repunte de la geoeconomía, una mezcla de política y economía, que aplastará o ayudará a ciertas materias primas y compañías de metales. A continuación, algunas reflexiones acerca de víctimas y beneficiarios.

Los aranceles de Trump contribuyeron a que los precios estadounidenses del acero se cuenten entre los más altos del mundo. Eso incrementa los resultados financieros de productores locales como Nucor Corp. y U.S. Steel Corp. al tiempo que beneficia a las plantas estadounidenses de compañías extranjeras como ArcelorMittal. Por otra parte, así como los productores canadienses y mexicanos están sujetos a aranceles, no ocurre lo mismo con sus rivales brasileños.

Eso contribuyó a hacer subir un 22% este año las acciones de Gerdau SA, que tiene sede en Sao Paulo. Pero si bien los altísimos precios de los metales estadounidenses son fantásticos para los productores locales, los fabricantes deben pagar la factura, lo que afecta su competitividad. Josh Spoores, analista siderúrgico principal de CRU Group lo dijo de manera categórica que "veremos mucha más deslocalización".

Da la impresión de que los aranceles comprimirán los márgenes para las automotrices, lo cual podría alentarlas a desplazar operaciones e incluso materiales, dice el analista de CRU en el área del aluminio Dough Hilderhof.

Una posibilidad es que los fabricantes de autos reconsideren sus planes destinados a aumentar el uso del aluminio y sigan con el acero.

Son pocos los metales industriales que no se han visto afectados por los aranceles, las sanciones y la incertidumbre respecto de cuánto tiempo se prolongarán. Hace un mes, el cobre se acercaba al mayor nivel en casi cuatro años en tanto los inversionistas pensaban en una contracción del mercado.

No obstante, dado que crecen los temores a que los aranceles socaven el crecimiento global, el cobre y otros metales claudicaron. El retroceso tuvo lugar justo cuando los productores empezaban a avanzar con expansiones después de salir de una penosa recesión. A medida que se retraigan los precios, es posible que la industria comience a poner en duda su nuevo esplendor y vuelva a asegurar las escotillas.

Los conflictos comerciales entre EEUU sus aliados y China, y las amenazas de aranceles sobre las importaciones automotrices estadounidenses, han interferido en los metales utilizados en las baterías recargables.

"En el mediano y largo plazo, eso podría restringir al sector dado que los fabricantes de autos no están empeñados en nuevas líneas de producción", dijo en un correo electrónico Gavin Montgomery, director de análisis de mercados de metales de Wood Mackenzie.

"Hay demasiada incertidumbre en términos de dónde podrían abastecerse de piezas y cuáles serían sus mercados de exportación".Consecuencias involuntariasChina es el principal objetivo de la ofensiva comercial de Trump, pero hay otros países que están actuando para evitar el dumping.

La Unión Europea dijo que impondrá frenos al acero extranjero para no verse inundada por envíos desviados desde EEUU.

Los aranceles también obligan a los países asiáticos a erigir barreras. Eso significa menos mercados para el excedente de acero proveniente de China, donde la demanda seguirá bajando, según el analista de metales Andrew Cosgrove, de Bloomberg Intelligence. Si bien eso indica que los aranceles lograrán atacar la superabundancia china, también implica que los precios en otros países serán más altos, lo cual afectará a los fabricantes, dijo.