Metro y EFE buscan sortear el socavón financiero que les dejará la crisis del coronavirus
Los presidentes de las empresas estatales revelan sus cartas para poder revertir los menores ingresos y el déficit financiero que tendrán con el desplome en la afluencia de pasajeros. En el caso de la firma de transporte urbano, se estimaría una pérdida de unos $100 mil millones, mientras que en EFE tendrían menores ingresos por más de $20 mil millones.
El coronavirus ha sido un verdadero freno de emergencia que se activó en el trayecto del Metro de Santiago y en la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE). Ambas compañías estatales están siendo fuertemente impactadas por el desplome en el número de pasajeros que transportan, por lo que proyectan pérdidas relevantes para este año.
El exministro de Transportes y actual presidente del directorio de EFE, Pedro Pablo Errázuriz, calcula que “esta crisis hará que pasemos de los 52 millones de pasajeros que movimos en 2019 y los 56 millones que proyectábamos para este año, a 32 o 34 millones este 2020, lo que hará que tengamos $20,5 mil millones de menores ingresos solo por el ítem pasajeros, y los negocios de carga caerán muchísimo menos”.
En tanto, el presidente de Metro, Louis de Grange, comenta que “la afluencia de personas ha bajado entre 80% y 90%, más cercano de este último porcentaje con una cuarentena más extensa”. Respecto al impacto económico de esta situación, el presidente del Sindicato de Metro, Eric Campos, asegura que desde la empresa les han afirmado que tendrán una pérdida estimada de $100 mil millones para este año. Frente a esta cifra, De Grange matiza que “no sé si será exactamente ese monto, pero es un orden de magnitud”. Añade que “ese cálculo aún no está bien definido, dependerá de muchas cosas, como del precio del dólar y de la energía, además de cuánto se extienda la pandemia”.
Metro ya venía a trastabillones por el cierre de algunas estaciones a raíz de los daños sufridos al alero del descontento social que se inició en octubre del año pasado, sumado al inicio del coronavirus.
De hecho, la compañía estatal informó que al 31 de marzo estaban funcionando 113 estaciones de un total de 136, lo que impactó la afluencia de público.
Así, los ingresos percibidos por el ítem de transporte a pasajeros se redujeron 24,1% durante el primer trimestre de este año en relación al mismo período de 2019, lo que está ligado con el retroceso de 29,3% en la afluencia de pasajeros en el mismo lapso. Si se suma la reducción de 21,9% de los ingresos no tarifarios, hubo un total de $23.746 millones menores ingresos en el primer trimestre de este año versus el mismo lapso de 2019. Las pérdidas de la empresa en el primer trimestre sumaron US$226 millones, lo que se compara con las ganancias de US$18,7 de hace un año.
Para EFE será especialmente doloroso el impacto de la crisis, dado que en los últimos dos años habían logrado aminorar de forma relevante la pérdida operacional que arrastra la compañía, que pasó desde los $33,6 mil millones al cierre de 2017 a $19,3 mil millones al finalizar 2019, mientras que el Ebitda antes de las compensaciones lo ajustaron desde los $36,6 mil millones negativos en 2017 a $23,9 mil millones también negativos en 2019. Si bien no han calculado a cuánto podría escalar la pérdida operacional este año, lo claro es que tener en torno al 60% de los pasajeros que estimaban antes del Covid-19 para este 2020 será un mazazo. En los primeros tres meses del año la pérdida fue de $18.550 millones (unos US$21,5 millones).
Planes de recorte
Frente a este chaparrón, el timonel de EFE dice que “gracias a Dios contamos con un equipo y gente muy potente, donde todos los trabajadores tienen un amor muy grande hacia ferrocarriles, lo que nos permitió generar en estas semanas un plan de ahorro del orden de $11 mil millones. Es decir, la mitad de los ingresos que perderemos los ahorraremos con esfuerzos de remuneraciones y concesiones de ingresos por parte de casi todos los trabajadores, ejecutivos y directores”.
Dentro del ahorro en costos por $11 mil millones que calculan en EFE para este año, se estima que del orden de $4 mil millones serán por conceptos de rebajas en las remuneraciones, donde los ejecutivos y directivos se rebajaron en torno a 20% y el resto de los trabajadores verán disminuidas otras asignaciones o aguinaldos. “Hemos decidido hacer el esfuerzo de resistir entre todos, para no tener que hacer desvinculaciones”, comenta Errázuriz, quien agrega que otro ahorro importante, por unos $2 mil millones, vendrán por eficiencias en la operación debido a la menor demanda.
Además, en EFE están impulsando renegociaciones de todo tipo de contratos para lograr menores gastos, como los de mantenimiento, energía, reparaciones y reposiciones. De esta manera, el presidente de la estatal consigna que ya han reducido, en promedio, entre el 10% y el 20% de estos gastos.
En tanto en Metro, De Grange reconoce que la baja de hasta un 90% que han exhibido en la afluencia “pega fuerte en la reducción de ingresos, por eso hemos reducido gastos y remuneraciones”. Detalla que “los directores y principales ejecutivos estamos recibiendo 20% menos de nuestras remuneraciones y todos los trabajadores están haciendo un esfuerzo para adaptarse a esta situación”. Sin embargo, el presidente del sindicato matiza que estas medidas significarán un ahorro de unos $1.800 millones. Pero las eficiencias que impulsa Metro no llegan hasta allí.
“También hemos reducido gastos y ha sido prioritario mantener los puestos de trabajo. La renovación de ciertos cargos se ha postergado y no hemos abierto nuevos concursos (…) hemos tenido negociaciones con proveedores de suministro, mantenimiento y los arrendatarios de locales, tratando de darle la mayor sostenibilidad a la empresa”, detalla De Grange, por lo que resume que la reducción total de gastos será de 15% respecto al presupuesto operacional clásico, lo que ascendería a un monto de aproximadamente $70 mil millones.
Otra arista que está activando la estatal de transporte capitalino es alivianar sus egresos financieros prepagando su deuda que tiene mayores intereses. Con ese objetivo, recientemente colocaron un bono por US$500 millones a 10 años y una tasa de interés de 3,65% y otro de US$1.000 millones a 30 años con una tasa de 4,7%. “Ambos ayudan a descomprimir los egresos, pero de todas formas estamos en una situación súper compleja”, reconoce De Grange.
Un dato que revela el presidente de Metro y que contribuye a ahorrar gastos previamente estipulados, tiene relación con la reconstrucción de estaciones e infraestructura dañada tras el 18 de octubre pasado. “Hemos rebajado entre 30% y 40% el costo de US$376 millones que presupuestábamos”, lo que se explica por el cierre de contratos más competitivos de lo que pensaban en las reparaciones y a que el daño de los sistemas eléctricos y de información era menor que lo que estimaron inicialmente.
Otra palanca que ha activado Metro ha sido recalendarizar proyectos de inversión, lo que descomprime el flujo de egresos. “Las licitaciones de las ingenierías para las líneas 8 y 9, además de la ampliación de la línea 4, las postergamos para el próximo año. También se han generado atrasos naturales en la línea 7 y las extensiones de las líneas 2 y 3 (para mediados de 2023)”, sostiene el presidente de la firma de trenes subterráneos.
¿Capitalizaciones del Estado?
Si EFE planea ahorrar $11 mil millones para cubrir parte de los menores ingresos por alrededor de $20.500 millones, ¿de dónde sacará el resto?
“No está cerrada la fórmula, es una tarea pendiente. Si bien gran parte de eso está contemplado en la ley de presupuesto, también está la opción de pedirle al Estado financiamiento directo o capitalización para EFE, pero todo dependerá de lo que decida Hacienda”, reconoce Errázuriz, quien avizora que otro camino posible sería que la empresa tome deuda del mercado financiero.
Ante el mismo dilema para cubrir el déficit, en Metro también tienen la mirada puesta en Teatinos 120. “Tenemos una conversación permanente con Hacienda, con el accionista, (…) todo dependerá de cuánto dure la pandemia, porque la clave estará más en los ingresos que en los costos”, comenta De Grange. ¿Esas conversaciones apuntan a una capitalización estatal para cubrir las pérdidas? “Eso no está definido”, responde, y agrega que “hay que ver el mecanismo, porque hay unos más eficientes que otros, dada la buena capacidad de endeudamiento que tenemos”.
Infraestructura reactivadora
Más allá de los menores ingresos proyectados en EFE, la empresa cuenta con la tranquilidad de que Hacienda y el Presidente Piñera “nos han dado la confianza para continuar con todos los proyectos de inversión, que son reactivadores, porque se requerirá mucha construcción, mano de obra y material producido en Chile”, asegura Errázuriz.
El plan trienal de inversiones de EFE se estaba evaluando justo en medio de esta crisis y el Presidente le dio el visto bueno al presupuesto de US$ 1.860 millones para 2020-2022, y que para 2027 totalizará US$ 5.500 millones.
El ritmo del plan de inversión de la estatal de ferrocarriles no se ha retrasado con el coronavirus, dice Errázuriz, quien enfatiza que “en todas las obras nuevas de EFE, como los servicios a Melipilla, Batuco y Puente Biobío, se necesitarán unas 50 mil personas en forma directa al año”, y agrega que los empleos indirectos serían tres o cuatro veces esa cifra. La primera obra en iniciarse será el tren a Melipilla, dado que ya llegaron las ofertas de la licitación de las obras y se adjudicarán en los próximos días.
El presidente de la empresa de ferrocarriles confidencia que iniciarán la próxima semana las invitaciones hacia los inversionistas para colocar un bono en el mercado nacional por US$150 millones que ayuden a financiar los proyectos de inversión y agrega que planean salir al mercado con otro bono internacional del orden de US$500 millones en septiembre u octubre.
Louis de Grange, por su parte, resalta que si bien en Metro difirieron varios proyectos de inversión, “vamos a seguir avanzando con la línea 7, que es un proyecto de US$2.500 millones, aunque el mecanismo de financiamiento aún no está del todo definido”.
Pese a las dificultades que presenta el menor tránsito de personas por la actual crisis sanitaria, tanto en Metro como EFE, esperan, más pronto que tarde, echar a andar los trenes a toda máquina.
Empresas estatales sumaron pérdidas por US$215 millones a marzo
Las empresas están viviendo una pesadilla producto del Covid. A muchas, las ventas se les frenaron en seco, mientras sus costos no disminuyeron en la misma proporción. Eso se reflejó en la inédita pérdida de las empresas durante el primer trimestre, situación de la que tampoco se escaparon las compañías estatales.
De acuerdo con lo informado por las empresas públicas al Comisión para el Mercado Financiero, las pérdidas del primer trimestre sumaron US$215 millones, lo que se compara con los US$308 millones de igual período del año pasado.
De las 28 empresas, 12 registraron números rojos en los primeros tres meses. Las pérdidas fueron encabezadas por Metro, con US$226 millones, seguidas por Empresa Nacional del Petróleo (Enap), con US$34,2 millones. Enami perdió US$23,3 millones, seguido de cerca por EFE con US$21,8 millones.
Estos números fueron compensados, en parte, por las utilidades que anotaron empresas como BancoEstado y Codelco, con US$54,9 millones y US$34 millones, respectivamente.
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