La Reserva Federal probablemente tendrá que subir más las tasas de interés para reducir una inflación que sigue siendo demasiado alta, pero el final de su actual ciclo de endurecimiento de la política monetaria se acerca, dijeron el lunes varias autoridades del banco central estadounidense.
La Fed ha subido las tasas en 5 puntos porcentuales desde marzo de 2022 para reducir la inflación más elevada en Estados Unidos en cuatro décadas.
Los responsables de política de la entidad optaron el mes pasado por renunciar a un nuevo incremento para darse tiempo a evaluar los efectos aún en desarrollo de las anteriores alzas de los costos de endeudamiento, aunque la mayoría también apuntó al menos dos aumentos más hasta finales de 2023.
”Es probable que necesitemos un par de subidas de tasas más este año para que la inflación vuelva a situarse de forma sostenible en el objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal”, afirmó la presidenta de la institución en San Francisco, Mary Daly, durante un acto en la Brookings Institution, dando voz a la opinión más común entre sus colegas.
No obstante, añadió que, si bien los riesgos de hacer demasiado poco siguen siendo mayores que los de excederse en los aumentos de tasas, ambas partes se están equilibrando mejor a medida que la Fed se acerca a “la última parte” de su ciclo de subidas.
Asimismo, mostró su respaldo pleno a la decisión de política de junio, junto con un enfoque de ir más despacio que permita una dependencia más “extrema” de los datos.
“Puede que acabemos haciendo menos porque necesitamos hacer menos; puede que acabemos haciendo sólo eso; puede que acabemos haciendo más. Los datos nos lo dirán”, señaló.
Se espera que los responsables de política de la Fed suban las tasas en su reunión de este mes, lo que situaría el tipo de interés oficial entre el 5,25% y el 5,50%.
Lo que no está tan claro es si volverán a hacerlo en la reunión de septiembre, esperarán hasta noviembre o simplemente se mantendrán a la espera y dejarán que la inflación se suavice con el tiempo.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha dicho que no puede descartar alzas consecutivas de tasas para hacer frente a una inflación obstinadamente alta, que según el indicador preferido del banco central -el índice de gastos de consumo personal- ha caído desde un máximo del 7% el año pasado hasta el 3,8% en mayo, todavía casi el doble del objetivo de la entidad.
”Aún nos queda un poco de trabajo por hacer”, comentó el vicepresidente de Supervisión de la Fed, Michael Barr, en otro acto. “A título personal, sólo diré que creo que estamos cerca”, declaró.
En otro evento celebrado el lunes, el presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, reiteró su opinión de que la Fed puede ser “paciente” con las tasas y permitir que la política restrictiva reduzca la inflación sin más medidas por parte del banco central.
No obstante, dentro de la Fed sigue habiendo un bando que opina justo lo contrario.
”En junio yo fui partidaria de subir un poco más las tasas y, a la vista de la situación actual, sigo siéndolo”, dijo la presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, en un acto celebrado por la Universidad de California en San Diego. Aún así, afirmó, “estamos más cerca del final de nuestra fase de endurecimiento que del principio”.