Nuevamente sonaron las alarmas en Mina Invierno, empresa ligada a Copec y Ultramar. Esto, luego que ayer se materializara la desvinculación de otros 110 trabajadores, que se desempeñaban en labores de jefes de departamento, supervisión, operación, mantenimiento y administración.
Previo a esta decisión, la compañía ya había despedido a 514 personas, de una dotación total de 1.000 trabajadores. Con estas nuevas 110 desvinculaciones, ya han abandonado la compañía dos tercios de su personal.
Según un comunicado interno de la empresa, la decisión se realizó en el marco del proceso de paralización programada, que es "consecuencia del fallo del Tribunal Ambiental de Valdivia, que revocó la autorización ambiental otorgada por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) para utilizar tronaduras como método complementario para la extracción de material estéril".
En agosto, el Tribunal de Valdivia prohibió el uso de tronadura en la faena a carbón ubicada en Isla Riesco, Región de Magallanes, atendiendo un reclamo de opositores al proyecto. Luego de ese fallo, la empresa decidió utilizar todas su herramientas legales y acudió a la Corte Suprema, instancia donde el caso se tramita actualmente.
Efectos en la región
El gerente general de la compañía, Guillermo Hernández, dijo que lamenta las desvinculaciones. "Lo que más nos duele, sin duda, es la pérdida de empleos de calidad que ha afectado a personas que formaban parte de la familia Mina Invierno; el 90% de ellas magallánicas. Se trata de hombres y mujeres, que en su mayoría no tenían experiencia en la industria, que fueron formados como operarios mineros de excelencia y hoy, muchos de ellos, tendrán que abandonar la región en busca de alternativas laborales", aseguró.
Según la empresa, la paralización programada de Mina Invierno también está teniendo consecuencias sociales y económicas para las personas que viven en Isla Riesco. Además, señalaron que son 200 las pymes regionales afectadas. También se cerró un programa de capacitación, además de discontinuar programas de educación ambiental y de deporte.
"La paralización de Mina Invierno está lejos de terminar con el uso del carbón en nuestro país. Chile seguirá requiriéndolo como parte de su matriz energética al menos por los próximos 10 años", agregó la empresa en su comunicado. Al respecto, Hernández puntualizó en que "tristemente el carbón que se utilice vendrá del extranjero, ya que el carbón chileno, el carbón de Magallanes, estaría muy próximo a dejar de producirse, de no ser posible revertir en la Corte Suprema la decisión tomada por el Tribunal Ambiental de Valdivia".