¿Podemos imaginar el desarrollo mundial sin minería? Intentarlo es creer que la leche viene de la caja y no de la vaca. Minerales metálicos y no metálicos tienen un rol fundamental en el progreso y bienestar de la población mundial, y especialmente en el despliegue de las nuevas tecnologías que están revolucionando nuestras formas de trabajo y de vida. El cobre, el molibdeno, el litio, el hierro, los nitratos, el cobalto, el oro y la plata son claves para la digitalización, la conectividad, la electrificación y el desarrollo de energías renovables, la movilidad eléctrica y la producción alimentaria.
Todos queremos un mundo más sustentable, mas renovable, con una economía más circular. En particular los metales son reciclables, pero el cobre destaca en forma importante por su potencial en este sentido. Sin embargo, a tasas de reciclaje máximas, el cobre proveniente de esa fuente podría atender el 20% del consumo de cobre según centros de estudio europeos. Por lo tanto, la minería extractiva es y seguirá siendo una actividad indispensable para el desarrollo global.
Esto plantea para Chile importantes desafíos y oportunidades. Nuestra principal actividad económica a nivel global, la minería del cobre, es responsable de casi el 30% de la producción de cobre de mina y tiene el potencial de mantener esta participación de mercado. Mantener esa participación es clave, pero requiere de inversión y de superación de importantes desafíos. La producción de cobre ha progresado en forma importante en los últimos decenios, pasando desde los 1,5 millones de toneladas a los 5,5 millones desde los 90 al 2005. Sin embargo, desde esos años en adelante nuestra producción se ha estancado a pesar de la inversión, que ha sido incluso mayor que en aquellos 15 años.
Por otra parte, las capacidades técnicas y humanas en la minería nacional han ido creciendo en forma importante. Chuquicamata tiene una profundidad equivalente a cuatro Costanera Center, y las galerías de El Teniente cubren una distancia de 3500 km, esto es, el equivalente a un túnel continuo de Arica a Puerto Montt. En particular a partir de los 90, además, se ha ido conformando una base de proveedores locales que son capaces de enfrentar estos desafíos, y de colaborar para transformar Chuqui en subterráneo, hazaña inédita en esa escala a nivel global.
Producir más cobre significa, por lo tanto, aumentar la productividad y acceder a nuevos depósitos. Esto requiere innovación, tecnología y sustentabilidad. Formas más eficaces de explotación, de menores costos, mas amistosas con el medio ambiente y aceptables e integradoras de las comunidades son los desafíos que energizan el ecosistema de innovación minero y generan conocimiento, capacidades y soluciones que, una vez conseguidos, son permanentes, ubicuos y exportables. Son la palanca que hoy ofrece la minería para el desarrollo nacional, la diversificación y la sofisticación de nuestra economía, y el desarrollo más equitativo del territorio nacional. Son el espacio privilegiado que tiene nuestro país para subirse a la revolución tecnológica, en línea con lo planteado por el Presidente Piñera en su mensaje del 1 de junio, pero de cara a lo que somos, líderes mundiales en minería, y aprovechando nuestras ventajas comparativas para convertirlas en conocimiento y en ventajas competitivas permanentes y sustentables.