Un completo análisis a las condiciones laborales en la planta de contenedores refrigerados de Maersk Container Industry (MCIS) en San Antonio, realizó el Ministerio del Trabajo a mediados de 2017, advirtiendo diversas falencias en esa operación.
La planta hizo noticia a fines de la semana pasada, cuando la compañía propietaria y operadora de la instalación anunció su cierre definitivo e irrevocable, argumentando entre las razones para la decisión las condiciones de mercado, entre ellas la sobreoferta de contenedores refrigerados en el mundo, sumada a la falta de materia primera en Chile. Todo esto le restó competitividad y la hicieron inviable operativamente, según declaró la compañía.
De acuerdo con el citado estudio elaborado por Trabajo entre mayo y junio de 2017, al que tuvo acceso PULSO, analizó las causas de falencias en materia laboral advertidas por la compañía, como alta rotación, ausentismo laboral y licencias médicas excesivas.
El informe sostiene que "de acuerdo a lo señalado por el equipo de recursos humanos, existe alto ausentismo y abuso de licencias médicas". Al respecto, el informe elaborado por el Ministerio del Trabajo identifica que el sistema de compensaciones sin acceso a metas conspira a favor del ausentismo, dado que "el pago de la licencia médica por el ente administrador, le permitiría al trabajador mantener el mismo nivel de ingreso".
Según establece el texto, que analizó la cultura organizacional de MCIS, se advierte un bajo compromiso de los trabajadores, producto de la barrera idiomática, cultural y de distancia geográfica.
También se advierte la poca capacitación recibida por los trabajadores, la que se limitó solamente a los cursos dictados por Sence en competencias técnicas de soldadura, principalmente.
El ex director de MCIS Chile, Francis Mc Cawley, dijo ayer a Mundo Marítimo que si bien las razones del cierre son las expuestas por la empresa, una extensa huelga de octubre de 2017 pudo haber influido.
"La huelga y la violencia desatada en los accesos de la planta fue una pésima y lamentable situación, que junto a la baja productividad, en mi opinion, apuró la decisición del cierre de la planta", dijo al citado medio.
El mismo ex ejecutivo, en entrevista con CNN, agregó que en la firma existían "problemas laborales, ausentismo laboral, conflicto laboral. Uno se pregunta cómo una empresa que está partiendo, trabajadores que antes no tenían trabajo, (con) buenos beneficios, promedio de $500.000 de sueldo, transporte, alimentación, llegan a un paro".
La decisión
El presidente de Asimet, Juan Carlos Martínez, señaló ayer que este es un elemento que por cierto pesa, pero que no fue la razón para que la unidad cerrara.
La presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, dijo en tanto que que "si acá hay una empresa que hizo un compromiso con el Estado de Chile de instalarse a 20 años en nuestro país, que comprometió trabajo, proyección económica, pero que, sin embargo, hoy cierra sus puertas porque en el documento oficial que ellos emanan, lo que dicen es que no están en condiciones ni cuentan con las materias primas (...), y uno se pregunta, entonces, cuál es el compromiso que esta empresa hizo con el Estado".
Agrega que la preocupación central hoy es el futuro de los 1.209 trabajadores despedidos.
En ese punto y hasta el cierre de esta edición, los trabajadores se encontraban reunidos en sus distintas asambleas para definir los pasos a seguir.
El presidente del sindicato N° 2 de MCIS, Alejandro Villatoro, indicó que si bien se firmarán los finiquitos, "los trabajadores se van a reservar el derecho de ejecutar alguna acción legal posterior, en caso que lo amerite". Villatoro también descartó responsabilidades por parte de los trabajadores y el sindicato en la decisión adoptada por Maersk y señaló que la falta del denominado "cluster" en la zona, que nunca se concretó, contribuyó a este resultado.
"No se generaron negocios ni fábricas. La CAP en Talcahuano debió habernos abastecido de acero, por ejemplo. No hubo incentivos para que se compraran los insumos dentro del país", indicó.
Al respecto, el presidente de Asimet agregó que "hay que preguntarse si Chile es realmente atractivo para invertir en manufactura".
Mientras, los trabajadores esperan ser recibidos este martes por la Comisión del Trabajo para exponer la situación en la que quedaron tras el despido.
Por su parte, el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, reafirmó que apoyarán a los trabajadores despedidos para lograr una reconversión y una rápida reinserción al mundo laboral.
En cuanto a la posibilidad de activar empleos de emergencia en la zona, el secretario de Estado indicó que "creemos que están dadas las condiciones, por el nivel de calificación que tienen los trabajadores, para que aspiren a empleos de calidad y mejor remunerados que los empleos de emergencia, que además son transitorios".
Quiebra de constructora dejaría 1.200 personas sin trabajo
1.200 personas en La Araucanía perderían sus trabajos ante quiebra de la constructora CIAL. Según informó Radio Bío Bío, ayer el propietario de la compañía, Alejandro Becker, confirmó el quiebre de la empresa por problemas de financiamiento tras 38 años de funcionamiento, acusando que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) no habría cancelado 16 obras.
El MOP señaló que la cartera tiene 11 contratos con la empresa CIAL, que suman un total de $53.700 millones, de los cuales le ha pagado por obra ejecutada $43.170 millones a la fecha. "El MOP no tiene deudas con la empresa, sino procesos normales de pago de acuerdo al estado de la obra. Los pagos pendientes, a los que podría referirse la empresa, son por falta ejecución de las obras, decretos presupuestarios que están en proceso, reclamaciones a la Contraloría o liquidaciones aún no están resueltas", dijo. Además, señaló que sólo podrá realizar los pagos futuros si la empresa cumple con el pago de cotizaciones previsionales de sus trabajadores.