Por estos días, la agenda del Ministerio de Energía ha estado cargada de actividades, entre las que se destaca el desarrollo del Smart Energy Fest y la firma de un compromiso público-privado con 38 empresas e instituciones para impulsar la electromovilidad en el país.

A esto se suma la tramitación de la nueva Ley de Eficiencia Energética, que contempla una serie de cambios e incentivos en la materia. Susana Jiménez, jefa de la cartera, se refiere a los principales aristas que toca el proyecto en materia de transportes y vivienda.

Además, explica cuál será el alcance de la interoperabilidad entre vehículos de este tipo y el cambio cultural que se requiere en materia de ahorro. "Pensamos que tendrá una tramitación bastante ágil, porque convoca consenso", dice Jiménez.

¿Cómo se gestó la hoja de ruta de su cartera en materia de eficiencia energética?

-Durante los primeros meses de este año nos dedicamos a recorrer el país, realizando jornadas participativas a lo largo de todas las regiones. Esto nos permitió levantar los aspectos más relevantes para complementar el programa de gobierno y establecer una hoja de ruta para el período comprendido entre 2018 y 2022.

¿Cuál es la principal conclusión de este proceso?

-Se relevó aún más la importancia que este tema tiene para la ciudadanía, y descubrimos que había una deuda pendiente en esta materia. Eso es lo que nos motivó a trabajar en el proyecto de ley que fomenta la eficiencia energética, el cual llevamos al Congreso en agosto a través del Senado y actualmente se encuentra en primer trámite.

¿Cuál es el carácter del proyecto de ley?

-Es bien comprensivo, en el sentido de que no sólo releva la importancia de la eficiencia energética y su institucionalización -a través del Consejo de Ministros para la Sustentabilidad-, sino que, además, tiene aspectos sectoriales para promover este aspecto.

¿Qué significa?

-La eficiencia energética es fundamental, pues la mejor energía es la que no se produce y no se necesita, y al mismo tiempo, manteniendo los mismos estándares. Por lo tanto, es una oportunidad desde el punto de vista de la calidad de vida, requerimientos, uso del territorio y productividad de las empresas.

¿Qué están viendo respecto a los grandes consumidores?

-Ellos son responsables del 30% del gasto de energía. Hablo de la minería e industria. A estos se les requerirá que tengan sistemas de gestión del recurso. Eso les va a permitir encontrar espacios de ahorro y eficiencia en sus procesos productivos.

¿Qué ocurre respecto a la eficiencia energética de los hogares?

-También se piensa en el cliente que desea comprar una casa. Este deberá tener a la vista información respecto al desempeño energético de esa vivienda.

¿Qué significa esto?

-El hecho de que haya una vivienda con buena aislación térmica, puede significar ahorros de hasta 40% en el consumo de energía. Por lo tanto, es muy relevante. A eso apunta el proyecto de ley cuando exige a las inmobiliarias y constructoras que pongan a la vista de las personas, la información del desempeño energético de las edificaciones.

¿A qué está orientado?

-Esto apunta a generar una cultura de buen uso de la energía. Por ejemplo, así como la gente pregunta cuántos kilómetros por litro rinde un auto, queremos que a la hora de la adquisición de una casa puedan tener a la vista la información de desempeño energético. Se trata de un tema que va a incidir en su gasto en calefacción, entre otros aspectos.

¿Va a existir alguna especie de castigo a quien no cumpla con la etiqueta?

-Una vez aprobada la ley, se hace exigible que esa información esté a disposición de todas las personas. Esto, para las viviendas nuevas.

¿Y respecto al parque automotriz?

-El transporte es responsable de un tercio del consumo de energía y, por lo tanto, cuánto lo pudiéramos eficientar, es muy relevante. En ese sentido, el proyecto busca establecer estándares mínimos de rendimiento por kilómetro en cada marca, y esto también tendrá un correlato en las emisiones.

Además, permitirá ponderar hasta tres veces la introducción de automóviles eléctricos, que son más eficientes. Por lo tanto, es un incentivo a que las comercializadoras introduzcan este tipo de vehículos al parque automotriz.

¿Una ley es suficiente para promover este cambio?

-Es un tema que no sólo se promueve con una ley, pues se requiere un cambio cultural y una mayor conciencia del uso de la energía, para eso estamos trabajando a través de distintos talleres.

¿Han seguido ejemplos internacionales?

-Buena parte del mundo desarrollado tiene leyes de eficiencia energética, porque existe una conciencia global de que se necesita generar una cultura y acciones concretas. Hemos tenido a la vista experiencias internacionales y son las que nos llevaron a formular este proyecto de ley.

¿Qué significa la interoperabilidad dentro del campo de los vehículos eléctricos?

-Tenemos atribuciones y, por ese motivo, estamos normando los estándares de seguridad de los cargadores eléctricos, sin embargo, a través de la ley buscamos normar la interoperabilidad de estos. Es decir, que tengamos una infraestructura homogénea y armonizada a lo largo del país, que sea de acceso público y que -como ocurre en otros países- no sea exclusiva para ciertos clientes.

¿Qué están haciendo para optimizar el número de unidades de cargadores eléctricos?

-Estamos lanzando una aplicación que permite a los usuarios ver dónde están los cargadores y qué características tienen. Por ejemplo, si están ocupados o desocupados. Además, estamos generando una plataforma de información, la que ya tiene algunos de estos temas incorporados.

¿Cómo se dará la tramitación del proyecto?

-Pensamos que tendrá una tramitación bastante ágil, porque convoca consenso y, además, es transversal el hecho de que se quiera promover la eficiencia energética en el país.