Ministro de Agricultura, Antonio Walker: "Me encanta hablar del cooperativismo moderno en un gobierno de centro derecha"

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- El titular del Agro se juega sus cartas por aumentar la asociatividad en el sector y sacar del "individualismo" a los agricultores. -Se declara optimista respecto del desempeño sectorial para este año, aunque manifiesta su preocupación por la guerra comercial desatada por Estados Unidos.


ENTUSIASMADO se ve el ministro de Agricultura, Antonio Walker, a pesar de la intensa agenda de trabajo que sigue desde su llegada a la cartera. Una que conoce desde la práctica, de los años ligado al campo y a la actividad gremial. "Este no es un ministerio teórico" dice. Junto al subsecretario Alfonso Vargas "hemos hecho re buena collera, porque los dos venimos del campo. Este ministerio tiene alma de campo", enfatiza.

Se junta todos los lunes a las 8.15 con su equipo de asesores -Odepa y un grupo de 12 profesionales jóvenes, en su mayoría mujeres, bautizados como "la patrulla juvenil"- para analizar los temas principales de la cartera y su estado de avance, con plazos definidos y "tratando de ser super ejecutivos", dice la autoridad.

¿Cómo ve el desempeño de la agricultura para este año?

-Veo oportunidades y amenazas, pero estoy optimista, porque estamos teniendo un invierno lluvioso y tener agua es clave. Por otro lado, tenemos un tipo de cambio estable y competitivo y eso es muy bueno.

Además, veo que hay más demanda de comercio agrícola que oferta, entonces tenemos una tremenda oportunidad y debemos aprovecharla. Nuestros alimentos son inocuos, hay trazabilidad y son seguros.

¿Y cómo se aprovecha ese escenario?

-El desafío es hacer las cosas bien para conquistar esta tremenda oportunidad. Y la buena noticia es que esto depende más de nosotros que de factores externos.

Hay estabilidad política, económica, elMinisterio de Agricultura hace un buen programa agrícola e interactúa bien con otros ministerios. No podemos quedarnos dormidos en los laureles porque la competencia es feroz. Siempre estamos compitiendo por un espacio en alguna góndola de algún supermercado. Si nos quedamos dormidos, otro país llega a ocupar ese espacio. Pero hay una cosa que no se cambia, que es el potencial del país y tenemos un clima mediterráneo que muy pocos países lo tienen, es un clima muy particular para abastecer al hemisferio norte que es muy grande, está el 80% de la población.

Pero el cambio climático ha puesto en jaque esa certeza. ¿Cómo se desarrolla la agricultura en ese contexto?

-Fernando Santibáñez dice que cada 10 años la producción frutícola de Chile se corre 100 kilómetros al sur. Eso quiere decir que una variedad que hoy se da muy bien en la región del Maule, a RRgión futuro se va a dar bien en la Araucanía.

Es verdad que nuestra agricultura va a tener que protegerse más. Hoy en los huertos se ven techos contra el granizo y la lluvia, mallas contra el golpe de sol, el riego por goteo, que se necesita sí o sí. La inversión inicial sube al tener el cambio climático, hoy es más caro plantar de lo que era antes. Se hace más intensiva en capital.

¿Ve como un riesgo la guerra comercial entre EE.UU y China?

-Es mala noticia, porque son nuestros principales socios comerciales. Ya hemos tenido efectos colaterales negativos, no puntualmente con China. Cuando Estados Unidos subió el arancel al acero y al hierro de India, en represalia ese país subió el arancel a las nueces, porque Estados Unidos es el principal proveedor y eso nos afectó a nosotros, que somos el segundo. Pagamos justos por pecadores.Por eso no nos gustan estas situaciones, porque además veníamos bien. Pero proactivamente, cuando eso pasó, pedimos una reunión a la embajadora de India en Chile y yo me reuní con el ministro de Agricultura de ese país en el G20.

¿Pero en el caso de China, podría afectar los envíos, como por ejemplo el de las peras, que ingresarían el próximo año?

-Un objetivo que tenemos como ministerio es concretar la apertura de la pera chilena en China. Creemos que vamos a poder firmar este convenio antes de diciembre, con lo que la próxima cosecha de peras podría entrar a China y eso es muy bueno porque le damos paso a la negociación de los cítricos.

¿Qué otros desafíos ve para el sector?

-Tenemos desafíos con los granos y la leche. Están sufriendo, no se quejan por quejarse. Hay un tema de rentabilidad. Entonces a esos sectores les estamos garantizando dos cosas: transparencia, que no van a entrar productos subsidiadios en su país de origen, y por otro lado estamos hablando con Corfo y BancoEstado y tener un gran financiamiento para que los que quieran seguir en estos sectores puedan modernizarse y los que no, puedan reconvertirse.

En el sector lácteo aumentan las importaciones y baja el precio a productor. ¿Cómo se revierte este escenario?

-La leche la está pasando mal. El precio fluctúa entre los $200 y $230 y el costo de producción es lo mismo o un poco más. Por eso el llamado a la asociatividad de la leche y, además, estamos asegurando que la leche que ingrese a Chile va a decir cuál es su huella, a través del proyecto de etiquetado.

Además, queremos trabajar con alguien que haya sido lechero para trabajar en nuestras políticas públicas para el sector. Por eso, le pedimos ayuda a Albert Cussen como consejero, así como a Gastón Caminondo en granos y estamos hablando con Ramón Achurra, Cristián Allendes y Recaredo Ossa para la fruta. Gente que quiera venir a conversar y a traer al mundo real al ministerio. También estamos buscando alguien para la carne.

Usted ha enfatizado en avazar en asociatividad. ¿Ese es el camino para potenciar el sector agrícola en general?

-Somos 300.000 agricultores en Chile y 285.000 son pequeños, tienen menos de 12 hectáreas de riego básico. Entonces uno dice ¿cómo hacemos grandes a esos pequeños agricultores? Asociándose. Para eso tenemos distintos mecanismos, como el cooperativo moderno. Me encanta hablar del cooperativismo moderno en un gobierno de centro derecha. También tenemos los grupos de transferencia tecnológica, las alianzas productivas y las sociedades anónimas y otras formas de asociarnos, pero asociarse o morir, digo yo.

Estoy convencido y me encantaría que el sello de este ministerio sea romper el individualismo de la agricultura. En todo el mundo los agricultores somos bien individualistas y nosotros queremos romper eso. Por ello, estamos promoviendo el cooperativismo moderno.P

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