El paro de camioneros que concluyó el 2 de septiembre pasado, afectó especialmente de Biobío al sur de Chile, recuerda el ministro de Agricultura, Antonio Walker. El secretario de Estado relata que la situación vivida “alteró el normal funcionamiento” de varias industrias como la láctea y la de las carnes rojas, y que en el puerto se produjo un atochamiento en las exportaciones de carnes blancas que necesitan almacenarse con una buena cadena de frío, que no alcanzaba para guardar la cantidad de productos que había. A esto se sumaron las más de 220 mil toneladas de granos que no se podían descargar.

Por otra parte, productos que se producen en el sur de Chile, no podían ser trasladados a la zona central con la frecuencia habitual, lo que produjo alza de precios en algunos productos, como la papa. “Nunca estuvo en riesgo el abastecimiento de alimentos, sí nos costó mantener la cadena de abastecimiento de alimentos”, reconoce el ministro.

¿Hay una fragilidad para la operación del sector exportador, en el sentido de que un paro como este genera problemas con algunos alimentos...?

-Cada vez que queramos alterar el orden público, tenemos que pensar como se altera a otros eslabones de la cadena. Cuando no se actúa con responsabilidad todo es frágil, por eso como autoridad muchas veces tenemos que tomar medidas impopulares, pero la responsabilidad nuestra como gobierno es que funcione el país. Y por cierto que el abastecimiento de alimentos es frágil si no actuamos con responsabilidad, tenemos que pensar a quién afectamos cuando nos salimos del estado de Derecho o afectamos el orden público.

¿Cree que el sector está demasiado expuesto a situaciones que no tienen relación con los exportadores?

-La cadena de alimentos es frágil porque, además, son productos perecibles y los productos perecibles no resisten un paro. Solamente la agricultura genera un millón de empleos en forma directa y un millón de empleos en forma indirecta, y exporta US$18 mil millones solo el sector silvoagropecuario. Imagínese el tremendo daño económico que provocamos cuando un eslabón se sale del orden público. Por eso, respetar el orden público es fundamental, pero aquí tiene que haber una alianza entre los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial, fiscales. Los políticos, independiente de nuestras ideas, tenemos que condenar la violencia, tenemos que condenar al que no respete la democracia y el estado de Derecho, por una responsabilidad social.

¿Ve alguna solución de más largo plazo ante este tipo de circunstancias? ¿Sería bueno que Chile invierta más en trenes?

-Por supuesto, Chile tiene que invertir en trenes, tenemos que invertir en tecnología, tanto en los puertos como en los aeropuertos, como en los pasos fronterizos, tenemos que invertir en automatización, en mecanización, en digitalización, en modernización de todos los sistemas para eliminar el papel, en colaboración internacional, clave para tener programas comerciales, estables y competitivos con el resto del mundo. Es clave toda la inversión en tecnología, en distintos medios de transporte, en un país que quiere ser potencia agroalimentaria.

El dólar está alto y aunque la sequía no cesa, los niveles de agua este año han sido mejores que 2019, ¿puede eso favorecer al sector? ¿Es un buen momento para la agricultura?

-Nuestra primera pandemia, que fue la sequía más grande en la historia de Chile, la enfrentamos doblando el presupuesto de la Comisión Nacional. Y este frente de lluvias que hemos tenido especialmente en junio, nos hace mirar con mucha esperanza la próxima cosecha, porque si bien es cierto, estamos lejos de un año normal en precipitaciones, tenemos tres a cuatro veces más precipitaciones que el año anterior y mucho mayores reservas, pero todavía estamos lejos de un año normal. Una golondrina no hace primavera, no podemos bajar los brazos y tenemos que seguir invirtiendo en aprovechar bien el agua disponible que tenemos.

También nos ayuda mucho el tipo de cambio para enfrentar la próxima temporada y también nos ayuda mucho el nivel de agricultores que tenemos, porque a pesar de todos los problemas que hemos enfrentado, no han dejado de invertir. Por otra parte, los precios internacionales, en términos generales, nos han acompañado, por eso creemos que la agricultura va a ser un sector muy importante en la recuperación económica del país, porque genera mucho empleo.

¿Estos factores positivos podrían tener efecto en precios?

-El factor más incierto siempre es el precio y es el más importante. No sabemos cómo vamos a enfrentar una temporada de exportaciones con la incertidumbre de la pandemia, por eso es muy prematuro hablar de precios, pero ya la nieve está ahí, el tipo de cambio está, ya sabemos más o menos cuál es la estimación de producción que tiene el país. Siempre estamos expuestos a alguna inclemencia climática, pero creo que la agricultura chilena está demostrando lo importante que es en materia social, económica y en materia estratégica, por la importancia de la alimentación.