Antes que termine el 2018, el gobierno tiene contemplado enviar al Congreso la reforma laboral, que busca atacar los nudos que dejó la reforma del gobierno anterior. Así lo dejó en claro el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg.
Entre los principales puntos que contendrá la iniciativa se encuentra la regulación de los grupos negociadores, avanzar hacia una mayor flexibilidad y mejorar las adecuaciones para atender las necesidades de la empresa cuando el sindicato paralice.
El gobierno ha señalado que la reforma laboral ingresará antes de fin de año. En ese sentido, ¿cuáles son los principales focos?
-La reforma laboral lleva cerca de un año y medio de aplicación y es evidente que algunas materias no quedaron bien; por el contrario, se ha generado una excesiva judicialización, dobles o triples interpretaciones respecto de una misma norma y esto redunda en incertezas, graves en algunas de ellas, que terminan afectando la creación de buenos empleos, y terminan debilitando la debida protección al trabajador.
Asimismo, nuestra legislación laboral no solo debe abocarse a aquellas normas que regulan la negociación colectiva, sino que debe abordar mejoras en los contratos individuales de trabajo. En Chile tenemos solo el 20% de tasa de sindicalización, y por lo tanto, el 80% de los trabajadores con la reforma del gobierno anterior no cambió en nada su situación.
Uno de los puntos que ha generado incertezas y judicialización es la validez o no de los grupos negociadores, ¿cómo abordará la reforma esta materia? ¿Tendrán validez?
-Los grupos negociadores están hoy en más de 15 normas del Código del Trabajo, su validez fue explícitamente reconocida por el Tribunal Constitucional y hay una decena de convenios colectivos acordados por grupos negociadores que fueron reconocidos incluso por la administración anterior. No está en cuestionamiento el reconocimiento de los grupos negociadores.
Pero sí el instrumento como resultado de su negociación…
-Respecto a la facultad de la Dirección del Trabajo de registrar o no el contrato colectivo, creemos que dado el explícito reconocimiento que se hace hoy en el Código del Trabajo, la propia reforma del gobierno anterior que las eliminaba, es evidente que los convenios colectivos son válidos y tienen efecto, así que es un tema resuelto por la propia institucionalidad de nuestro país.
La validez de los grupos negociadores es indubitada, nadie debería cuestionar la validez de los mismos.
Y el fin del reemplazo en huelga ¿también será modificado?
-Estamos evaluando cada uno de los aspectos de la reforma laboral que a juicio de trabajadores, especialistas y académicos han generado incertidumbres en vez de certezas, y juicios largos en vez de respuestas.
Creemos que cuando uno realmente pone el foco de la legislación en cómo defender el empleo, los trabajadores y propender a un clima de diálogo fecundo en las relaciones laborales, se pierde el miedo a corregir esos aspectos que se aparten de aquello.
Y el no reemplazo en huelga, ¿ha sido una mala política?
-Hoy es importante despejar las dudas que existen sobre la forma en que se permite las adecuaciones al interior de la empresa cuando un sindicato está en huelga, porque es evidente que el hecho de un sindicato esté negociando colectivamente o esté en huelga no puede afectar el derecho o la continuidad laboral de otro sindicato con contrato colectivo vigente, o de otros trabajadores que hayan decidido no ser parte del sindicato.
Desde ese punto de vista es necesario despejar las incertezas que se pudieran haber creado.
El Presidente Piñera ha señalado en varios discursos la necesidad de avanzar hacia la flexibilidad laboral, ¿qué cambios en esa materia se incorporarán en la reforma?
-Es evidente que en Chile la jornada laboral rígida de 45 horas a la semana, en la forma que está distribuida no siempre es la que le conviene al trabajador o a la empresa. Por el contrario, termina siendo muchas veces una carga para mejorar la productividad, en vez de ser un aliado.
Y en muchos casos, además, termina siendo un impedimento para tener trabajadores más contentos y con un trabajo más compatible con su vida personal y familiar. Tenemos que avanzar hacia un sistema que permita adaptar las jornadas en forma clara a las condiciones de cada trabajador.
Cuando uno es capaz de crear un instrumento que permita adaptar jornadas logra un mercado laboral más inclusivo.
¿Esto considera reducir las horas de trabajo semanal?
-No puedo entregar detalles, eso se comunicará oportunamente.
A principios de semana, el Presidente Piñera salió a enfrentar las críticas de la oposición, quienes señalaron que no se estaba cumpliendo las expectativas generadas en materia de crecimiento y empleo, ¿qué tan complejo es para el gobierno la caída de las expectativas?
-Nadie le pide cosas grandes a gobiernos mediocres y sin duda que los chilenos tienen altas expectativas de lo que podamos hacer en materia de empleo y crecimiento.
En el primer gobierno nos comprometimos a crear un millón de empleos y escuchamos las mismas críticas que hoy se escuchan, pero lo logramos.
En los últimos 4 años la realidad fue distinta y asumimos el gobierno con un mercado laboral deprimido. Los datos duros muestran que desde marzo a la fecha se han creado 144 mil empleos promedio.
¿Si las cifras son mejores, por qué no se están traspasando a la sensación ambiente que tiene la ciudadanía?
-Para hablar de expectativas tenemos que tener clara la realidad y esta realidad es muy distinta a la que algunos dirigentes del Frente Amplio han querido transmitir y tergiversar.
En materia de pensiones, la oposición ha insistido en que pedirán dividir el proyecto para avanzar primero por el mejoramiento del pilar solidario y luego discutir el resto de los cambios, ¿cuál será la última palabra del gobierno?
-Es una mala idea, porque lo que se necesita es avanzar de manera conjunta sin excluir a nadie, se deben unir los esfuerzos para sacar rápidamente este proyecto para mejorar las pensiones a la clase media, el seguro de dependencia, por eso el llamado que hacemos a los parlamentarios es a legislar bien y rápido.