El Banco Central no entregó buenas noticias para el gobierno. Su Informe de Política Monetaria (Ipom) de septiembre ajustó el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de este año a una rango entre 2,25% y 2,75%, dejando fuera de juego la proyección de 3,2% del Ejecutivo y abrió, además, la puerta para que el crecimiento del próximo año se ubique bajo 3%. Al día siguiente del Ipom se conoció el Imacec de julio que anotó una variación de 3,2%.
La cifra tuvo distintas interpretaciones: La Moneda celebró la cifra y los ministros del equipo económico salieron a refrendar ese mensaje.
Uno de ellos fue el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, quien a través de su cuenta de twitter dijo que "el #Imacec de julio de 3,2% de crecimiento, el más alto desde noviembre del año pasado, da señales de que la economía irá de menos a más este 2019, para eso estamos trabajando #ChileEnMarcha", sostuvo. Mientras que para los economistas no constituyó un punto de inflexión, ni el inicio de una aceleración sostenida.
Ante este escenario, y para apuntalar la actividad, Fontaine afina la presentación de la Agenda de Reimpulso Económico. Si bien aún no está definida la fecha del anuncio será después del 18 de septiembre. En el detalle contempla 37 medidas: 19 de carácter administrativo; 13 de mayor competencia y 5 de innovación.
Esta semana el Banco Central presentó su Informe de Política Monetaria donde recortó la proyección para este año entre 2,25% y 2,75%, ¿el gobierno debería sincerar su escenario de 3,2%?
-El gobierno, al igual que el Banco Central, revisa sus proyecciones, pero no lo hace continuamente. Por ello, cuando corresponda, el gobierno actualizará sus proyecciones.
¿Cómo ve el escenario para el próximo año? ¿El Banco Central abrió la puerta para que se crezca bajo 3%?
-La agenda y las medidas que como gobierno estamos adoptando tienen como propósito mejorar la capacidad de crecimiento, y estoy convencido de que es una agenda conveniente, oportuna y en la medida que se vaya materializando permitirá ir subiendo el PIB potencial. Ahora, sobre el resultado específico para este año y el próximo, dependerá de la economía mundial. Y ese es un factor que no controlamos.
Este gobierno fue elegido con promesas en el ámbito económico. Si bien en 2018 se cumplió creciendo a 4%, ahora las cifras muestran una desaceleración y la meta de un mayor crecimiento no se está cumpliendo.
-¿Cómo que no se está cumpliendo? Siempre alguien puede tener más expectativas, pero el crecimiento económico en los dos años de gobierno se acerca a duplicar el promedio del gobierno anterior. Siempre dijimos que íbamos a estar más cerca de 4% hacia finales del período.
¿Pero la pregunta apunta a que si este menor crecimiento le terminará "pasando la cuenta" al gobierno llevando a que el próximo gobierno sea nuevamente de centro izquierda?
-Comparto plenamente de que el gobierno de Sebastián Piñera fue elegido con el mandato de promover el crecimiento, y ese mandato lo estamos cumpliendo. Sin perjuicio de condiciones externas desfavorables, en los últimos dos años hemos vivido mejor y estamos trabajando para que sean mejores. Así nos ha instruido a todo el equipo económico el Presidente Piñera.
Usted ha tenido varias reuniones con el sector empresarial, entre ellos Sofofa y la CPC. Considerando que las expectativas han estado más pesimistas este año, ¿qué responsabilidad le cabe a la Agenda de Reimpulso Económico impulsar las expectativas y por ende el crecimiento?
-Las expectativas nos han jugado en contra este año. Y esto tiene dos fuentes: un deterioro manifiesto de la economía mundial, porque para nadie es un misterio que si el cobre cae de los US$3 la libra a US$2,5, provoca problemas en Chile. El resto de la región está con bajo crecimiento, Europa, Estados Unidos y China desacelerándose. Todo esto lleva a que tengamos un escenario menos favorable, lo que influye en las decisiones de inversión y también de los consumidores.
¿Y el otro factor?
-El otro factor es que hay una decepción en la percepción de que el mundo político esté realmente comprometido con el crecimiento y el desarrollo. Después de la elección presidencial esta expectativa se vio muy favorable, pero luego comenzó a cambiar producto de las trabas que le ha puesto el parlamento a la agenda legislativa del gobierno y por el avance de mociones de diputados que van en el sentido contrario y afectan la inversión, la productividad y el crecimiento.
¿Pero el gobierno no debió tener una mejor estrategia legislativa considerando que sabían que no tenían mayoría en el Congreso? ¿Hay alguna autocrítica?
-Siempre se puede hacer mejor las cosas, y estoy abierto a la autocrítica, pero ha habido una tendencia por parte de la oposición de dilatar los procesos legislativos cuando son proyectos del gobierno y acelerarlos cuando son sus iniciativas.
¿Como el proyecto que reduce a jornada a 40 horas semanales?
-Sí, esa estrategia de la oposición es nueva en Chile. En el pasado, en general habíamos visto una oposición más bien abierta a colaborar con la agenda de gobierno -por la cual votó la ciudadanía- procurando buscar donde hay acuerdos, pero no habíamos visto que el parlamento tomara tanta iniciativa legislativa, aun cuando muchas de ellas tengan visos de inconstitucionalidad.
¿Ese proyecto podía afectar las expectativas?
-Más allá del deseo que todos compartimos de acortar las jornadas laborales, hay que entender que hay que compatibilizar con otros objetivos tanto o más prioritarios: elevar los ingresos de las familias con mejores remuneraciones y elevar las pensiones de los jubilados. No se entiende cuál es la urgencia de poner hoy como prioridad número uno la jornada laboral, sin perjuicio que todos entendemos que hay una demanda ciudadana en ese sentido, pero también con mejorar las pensiones y las remuneraciones.
Más allá de la ingenuidad de plantear en un artículo del proyecto que la reducción de jornada no será a costa de menores salarios, en la medida que una reforma de este tipo no vaya acompañada de un incremento proporcional de la productividad, lo que exige darle mucha gradualidad y flexibilidad, elevaría los costos laborales comprometiendo los futuros reajustes de salarios en los próximos años e incluso podría haber congelamiento de salarios. La propuesta de las diputadas comunistas en el fondo ofrece más tiempo libre a cambio de menores ingresos.
De todos modos el proyecto avanzó y se instaló a nivel ciudadano, ¿faltó una mejor lectura por parte del gobierno?
-Es un proyecto que está avanzando, pero tiene visos de inconstitucionalidad y el gobierno ya anunció que presentará un requerimiento al Tribunal Constitucional si es necesario. La preocupación de los empresarios se irá aclarando en la medida que perciban que el gobierno acciona las palancas institucionales de las que dispone para efectos de frenar una iniciativa que no solo es inconveniente sino que tiene vicios de inconstitucionalidad.
¿No lo ve siendo promulgado y ley de la república?
-Yo pienso que no.
"Actualmente nada impide que alguien pueda automedicarse en una farmacia"
En qué etapa están las medidas de la agenda de reimpulso económico y cuáles son los ejes?
-Está aún en elaboración. Por ahora son 37 las medidas que estamos trabajando para ser presentadas después del 18 de septiembre. Tiene tres ejes centrales: combate a la burocracia, mayor competencia y modernizar la innovación y tecnología.
Considerando que el gobierno no tiene mayoría, ¿se preferirá avanzar por la vía de cambios administrativos?
-En nuestra agenda, 19 medidas serán de carácter administrativo. 13 de mayor competencia y 5 de innovación. Hay muchos puntos que se relacionarán con los permisos vinculados a los procesos de evaluación ambiental. El objetivo es unificar y tener un criterio común entre los distintos organismos o servicios que tienen que denegar o autorizar un proyecto de inversión. En otros casos es simplificar, eliminar trámites que se duplican.
¿Y cuántos serán de carácter legislativos?
-10 son iniciativas legales. Muchas de ellas ya están en el Congreso y necesitan un empujón para acelerar su tramitación. Lo principal es que estamos pensando en que la mayoría sean indicaciones a proyectos que ya están ingresados.
El gobierno insistirá nuevamente con una indicación que busca abrir la venta de medicamentos fuera de farmacias, ¿cuáles serán los nuevos argumentos que presentarán para aprobar este proyecto?
-Nuestra intención es que siga en la ley de fármacos II y queremos reponerla en la Comisión de Hacienda donde está ahora el proyecto. Como fórmula, tenemos que persuadir a quienes tengan argumentos en contra y explicarles que los beneficios que proporciona son importantes. La mayor competencia que se logrará con una iniciativa como esta va en beneficio de la ciudadanía. Esta propuesta no es algo que nosotros inventamos, porque es recomendada por la Ocde y se aplica en varios países como EEUU, Australia y Japón entre otros. No es una idea tan imaginativa, sino que de sentido común.
¿Cuáles serán los argumentos para enfrentar a quienes señalan que esto puede provocar un aumento de la automedicación y la intoxicación?
-Actualmente nada impide que alguien pueda automedicarse en una farmacia. De hecho, para remedios sin receta está permitido que se vendan en góndolas de las farmacias. Si el argumento de quienes están en contra apunta a que un acceso mayoritario a remedios podría llevar a un mayor consumo, entonces ¿acaso la manera de combatir la automedicación o la intoxicación sería subiendo los precios o poner un IVA más alto?. ¿Esa es su verdadera propuesta? Es un contrasentido.
¿Habrá medidas que se incluyan en el proyecto pro inversión 2?
-Algunas medidas estamos evaluando si la incluimos como indicación en el proyecto de productividad y otras en este proyecto pro inversión.