El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, abordó esta mañana la actual coyuntura económica, la cual ha estado marcada por la evidente desaceleración de la actividad y por la escalada en la guerra comercial, que en los últimos días ha generado duras caídas en los mercados y una violenta alza del dólar.

Ayer el Banco Central reportó que la economía medida con el Imacec se expandió un pobre 1,3% en junio, cifra con la cual el crecimiento promedio de Chile se ubicó por debajo del 2% entre enero y junio, poniendo en duda una vez más el pronóstico del gobierno.

En conversación con radio ADN, el ministro Larraín explicó que hubo una "tormenta perfecta" en la primera parte del año que afectó el desempeño económico, que obedece a factores externos e internos.

En el plano internacional, Larraín mencionó la guerra arancelaria que protagonizan los dos principales socios comerciales de Chile, a lo que se suman el pobre desempeño económico de países de la región como Brasil o Argentina, lo que afectan principalmente a las exportaciones industriales del país.

El revés local

A nivel local, el jefe de las finanzas públicas apuntó a los aluviones del norte de Chile que afectaron a la minería. A esto se sumó la huelga de Chuquicamata y el paro de los profesores, que en conjunto afectaron en 0,7 puntos porcentuales al "pobre" Imacec de junio.

A continuación, Felipe Larraín reforzó el mensaje del presidente Sebastián Piñera de la economía chilena mejorará en la segunda parte del año. Las esperanzas están depositadas en el efecto que empieza a generar el recorte de la tasa de interés del Banco Central (50 puntos base) y también en el programa de aceleración económica que anunció el gobierno hace algunas semanas.

Y a esto agregó la aprobación de las reformas, particularmente la tributaria que, a su juicio, irá "despejando incertidumbres" y generado un ambiente de mayor optimismo.

"Veremos un segundo semestre mucho mejor", afirmó la autoridad.