Moody’s bajó este viernes la calificación crediticia de Israel a “Baa1″ y mantuvo la perspectiva negativa, tras una escalada del conflicto en la región con el grupo armado libanés Hezbolá.
“El principal motivo de la rebaja es nuestra opinión de que el riesgo geopolítico se ha intensificado significativamente hasta alcanzar niveles muy altos, con importantes consecuencias negativas para la solvencia de Israel tanto a corto como a largo plazo”, dijo Moody’s.
La baja mantuvo la calificación de Israel tres escalones sobre el grado de inversión.
Sin embargo, Moody’s advirtió que las incertidumbres sobre la seguridad del país y sus perspectivas de crecimiento de largo plazo son mucho mayores que las que son típicas en el nivel de calificación Baa. Una caída bajo de ese nivel significaría que Israel perdería su calificación de grado de inversión.
“Las calificaciones probablemente se rebajarían aún más, posiblemente varios niveles, si la actual tensión con Hezbolá se convierte en un conflicto a gran escala”, dijo Moody’s.
Normalmente, una pérdida de la calificación de grado de inversión significa un aumento en el costo de pagar la deuda y podría obligar a algunos inversionistas a vender sus activos, presionando aún más a la baja el precio de mercado de los bonos de Israel.
El mes pasado, Fitch bajó la calificación crediticia de Israel a “A” desde “A-plus”, y mantuvo la perspectiva negativa.