El crecimiento del tráfico de pasajeros en Chile ha sido exponencial. El año pasado viajaron en avión 24,5 millones de pasajeros, de los cuales 23,2 transitaron por el aeropuerto de Santiago Arturo Merino Benítez (AMB), la principal puerta de entrada al país.
Esto, sumado a que la perspectiva es que el tráfico siga creciendo en los próximos años, llevaron al gobierno, a través del Ministerio de Obras Públicas (MOP), a definir la activación de una segunda ampliación del aeropuerto, que se iniciaría apenas concluyan las obras actualmente en marcha, lo que está previsto para 2021 y que aumentaría la capacidad de 16 millones anuales -la que actualmente está superada- a 38 millones.
Según el contrato de concesión vigente, el Estado tiene la opción de requerir a la concesionaria la realización de una nueva ampliación de las obras cumplen ciertas condiciones, por ejemplo, si es que el número de pasajeros embarcados supera el umbral establecido, de 2.200 pasajeros internacionales o 3.200 en vuelos domésticos, ambos en hora punta. En 2018, el número de pasajeros en la hora de mayor demanda ya llegó a 1.543 internacionales y 2.161 domésticos.
El subsecretario de Obras Públicas, Lucas Palacios, explicó a PULSO que "nosotros creemos que cerca de 2023 se va a gatillar la ampliación (...) va a estar listo este aeropuerto y ya prácticamente al año siguiente va a comenzar la ampliación justamente para agrandarlo".
"Cuando se supera una cantidad de pasajeros determinada con cierto nivel de servicio, se gatillan nuevas inversiones, que llevan al aeropuerto a 45 millones considerando la distribución de horas punta original", indicó.
Y añade que este "gatillo de inversión" es obligatorio para la concesionaria pero es una elección por parte del Estado. "Creemos que en el 2030 el aeropuerto va a estar operando en su máxima capacidad, sin ampliación", indica. "Esos que dicen que el aeropuerto va a quedar chico, es mentira", agregó.
Si bien, en un comienzo se habló de que el proyecto de ampliación en curso -que lleva adelante Nuevo Pudahuel, consorcio integrado por VINCI Airports, Astaldi y Aéroports de Paris- elevaría la capacidad a 30 millones, un cambio en la distribución de horas punta permitió aumentar esa cifra a 38 millones.
Además, Palacios agrega que, dada la nueva distribución de las horas punta en el terminal aéreo, una futura segunda ampliación podría superar los 50 millones al año.
Santiago supera a Lima
Desde 2002 en adelante, el tráfico de pasajeros en AMB supera todos los años a su registro anterior. Este aumento progresivo llevó al aeropuerto de Santiago a registrar un nuevo hito en 2018, superando en número de pasajeros al aeropuerto Internacional Jorge Chávez, de Lima, que hace un par de años le arrebató el tercer lugar regional.
Se trata de una disputa clave, pues Santiago, junto con Sao Paulo, Bogotá y la propia Lima, buscan convertirse en hub de conexión de Sudamérica con el resto del mundo.
El año pasado, el terminal limeño transportó un total de 22,1 pasajeros en 2018, mientras que el AMB recibió 23,2 viajeros. De todas formas la diferencia sigue siendo menor, apenas 5% más que el aeropuerto de la capital peruana, equivalente a 1,1 millón personas.
La competencia por el tercer lugar regional es vista con distancia por los dos aeropuertos que dominan la región: El Dorado, en Bogotá, Colombia; y Guarulhos, en Sao Paulo, Brasil. Este último lidera en la región como el terminal aéreo que más movilizó pasajeros el año pasado, con 42,2 millones de personas. Esta terminal es la más importante en cuanto a vuelos internacionales no sólo de Brasil, sino que en toda Sudamérica, ya que muchos de los vuelos de larga distancia realizan una escala en este lugar, especialmente los provenientes de Europa.
Desde Nuevo Pudahuel señalaron que "esto se ha logrado con un trabajo de la mano del gobierno de Chile y hemos atraído 7 millones de nuevos pasajeros. No es azaroso que hayamos abierto más de 20 nuevas rutas y bajado los precios en más de 40%. Este trabajo toma tiempo, pero ya tenemos resultados en tan corto plazo".