Desde la reunificación de Alemania en 1990 que la confianza del empresariado local no registraba una baja tan grande como la que informó hoy el Instituto de Investigación Económica Ifo, donde aseguraron que la economía del país se encuentra en "en estado de shock" ante el avance del coronavirus en tierras germanas, donde ya se cuentan 33.000 contagiados y 130 muertes. 

El índice de clima de negocios bajó a 86,1 en marzo desde 96,0 en febrero. La lectura fue inferior a las expectativas de 87,7 y es la más baja desde julio de 2009. Estas cifras le siguen a las facilitadas en la jornada previa. El PMI compuesto de marzo retrocedió desde 50.7 en febrero a 37.2, arrastrado principalmente por un alicaído sector de servicios, que quedó en 34,5 puntos, su nivel más bajo desde 1997.

“La profundidad de la coronarecesión probablemente será cercana a la caída de 2009. En pocos días, las medidas de bloqueos y cierres (temporales) de fábricas han alcanzado un nivel que sugiere una contracción en el primer semestre mucho mayor de lo que se pensaba anteriormente”, se lee en un informe reciente de Deutsche Bank.

Liderados por el economista jefe de la entidad alemana, Stefan Schneider, indican que “en el nuevo escenario de referencia, se espera que el PIB disminuya entre 4% y 5% en 2020, a pesar de una recuperación en segundo semestre, ya que, en contraste con 2009, el sector de servicios también se verá afectado”.

En ese marco, mientras gran parte de los mercados europeos celebra con alzas el acuerdo de US$2 billones que alcanzó hoy en la madrugada el congreso de EEUU, la Bolsa de Frankfurt anota un descenso de 1,23%.

La situación es crítica y en Berlín las alarmas están encendidas. De hecho, hoy mismo el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, llamó al Bundestag, el congreso alemán, a dejar de lado los límites de la deuda constitucional, que suelen pesar mucho en el debate local, y a dar un pronto visto bueno al plan de la administración de Angela Merkel.

Desde el punto de vista del gobierno la prioridad debe ser el combate a la crisis en curso, por lo que resulta primordial que se aprueben nuevos préstamos de 156 mil millones de euros ($ 169 mil millones), equivalentes a la mitad del gasto anual normal del país, se utilizarán para financiar beneficios sociales y ayuda directa a empresas afectadas por virus.