Morosidad de las empresas con la banca alcanza nuevo récord, pero en consumo y vivienda empieza a ceder
Según las cifras de la CMF, la morosidad mayor a 90 días que hay en la cartera comercial del sistema bancario alcanzó en abril 2,4% del total de colocaciones comerciales, el mayor nivel desde que el regulador lleva registro en su sitio web (enero de 2009).
La morosidad de las personas y empresas que tienen créditos con la banca entre fines de 2021 e inicios de 2022 anotó su menor nivel desde que hay registro en las cifras que publica la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), esto es, desde enero de 2009.
La morosidad mayor a 90 días en el sistema bancario alcanzó un 1,37% de las colocaciones comerciales de la banca en diciembre de 2021, mientras que llegó a 1,07% para la cartera de consumo en octubre de 2021, y en vivienda tocó ese mismo nivel en marzo de 2022. Todos esos son los menores niveles de los que hay registro en cada cartera.
Sin embargo, desde entonces la morosidad ha venido subiendo de manera persistente en la banca, sobre todo en la cartera comercial, es decir, en los créditos que otorgan los bancos a las empresas. El mismo Banco Central (BC) lo ha advertido en el último tiempo. Sin ir más lejos, en la minuta que publicó el BC el 23 de mayo luego de su última Reunión de Política Monetaria, comentó que “la morosidad ha crecido en todas las carteras”.
Pero hay una cartera en particular donde el incremento ha sido mayor en perspectivas históricas. Según las cifras de la CMF, la morosidad mayor a 90 días que hay en la cartera comercial del sistema bancario, alcanzó en febrero recién pasado su mayor nivel desde que el regulador lleva registro en su sitio web, es decir, desde enero de 2009, pues en el segundo mes de este año llegó a un 2,3% del total de colocaciones comerciales. En marzo subió a 2,33%. Y en abril anotó un nuevo récord tras aumentar a 2,4%, el mayor nivel del que hay registro.
Si bien la morosidad mayor a 90 días en la cartera de consumo también había logrado un récord en febrero, tras llegar a 3,04% en el segundo mes del año, su mayor nivel desde julio de 2009; lo cierto es que desde entonces ha comenzado a ceder. Esto, considerando que en marzo bajó a 2,94%, mientras que en abril retrocedió a 2,82%. Eso sí, por ahora solo hay dos registros consecutivos de bajas, por lo que habrá que esperar a ver lo que ocurra en los próximos meses para evaluar si es una tendencia ya establecida o no.
Por otro lado, si bien la mora en la cartera de vivienda también ha venido subiendo desde el mínimo que logró hace dos años, lo cierto es que de todas maneras ha estado lejos de superar sus máximos históricos. Lo anterior, porque en febrero llegó a 1,97%, su mayor nivel desde julio de 2020, pero posicionándose muy lejos del peak de 6,43% registrado en junio de 2010. Igualmente ha venido bajando desde el registro del segundo mes del año: en marzo retrocedió a 1,9%; mientras que en abril disminuyó a 1,89%.
Bajo este escenario, si en el total de las colocaciones bancarias la morosidad mayor a 90 días llegó en febrero a 2,28%, su mayor nivel desde febrero de 2013; ahora en abril la morosidad totalizó 2,26%.
A juicio de la industria, esto se explica principalmente por el débil desempeño de la economía local en el último tiempo, lo que a su vez ha impactado en los indicadores del mundo laboral, así como en la rentabilidad de las empresas. En todo caso, junto con la mejora en los indicadores económicos que esperan los bancos para este año, también proyectan que la morosidad debería mejorar.
Si bien estos niveles de morosidad son altos en perspectivas históricas para la banca local, de todas maneras desde la industria aseguran que no son cifras preocupantes, que tienen las provisiones adecuadas, y que al hacer una comparación a nivel internacional Chile sigue estando en buen pie.
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