La muerte de un testigo clave en una investigación de corrupción en Colombia y el envenenamiento con cianuro de su hijo tres días más tarde causaron una pérdida de US$1.000 millones en una de las fortunas bancarias más grandes del mundo.
Luis Carlos Sarmiento, el fundador del grupo bancario más grande de Colombia, ha visto disminuir el valor de su imperio a medida que las investigaciones sobre el gigante brasileño de la construcción Odebrecht SA ensombrecen a sus antiguos socios, incluyendo Grupo Aval Acciones y Valores SA, ambos de Sarmiento. Las acciones de Grupo Aval han caído un 27% en términos de dólares este año, el peor desempeño entre los 20 bancos más grandes de América Latina.
Las acciones de Bancolombia, principal competidor de Aval, subieron un 2% en el mismo periodo.
Jorge Enrique Pizano, contralor de una de las empresas de Sarmiento, advirtió a principios de 2013 sobre pagos sospechosos por parte de Odebrecht. Murió este mes producto de lo que las autoridades dijeron fue un infarto cardiaco. Su hijo, que regresó de España para asistir al funeral, falleció posteriormente por envenenamiento en circunstancias que siguen siendo misteriosas.
En las semanas anteriores, Pizano había expresado preocupación por su seguridad, buscó refugio en Estados Unidos y entregó pruebas de pagos irregulares a periodistas y la Oficina Federal de Investigación (FBI) de EE.UU. Después de su muerte y la de su hijo, la liquidación de las acciones de Aval se intensificó.
La fortuna de Sarmiento ha disminuido en alrededor de US$1.000 millones a US$10.200 millones desde que Pizano murió el 8 de noviembre, y se ha reducido en más de US$2.000 millones este año.
A través de Nueva York
Uno de los contratos que Pizano alertó como sospechoso fue un pago de US$2,7 millones enviado a través de Nueva York a un banco en Panamá.
Semana, la principal revista de noticias de Colombia, informó que en septiembre Pizano tuvo una reunión de cuatro horas con agentes del FBI en la Embajada de EEUU en Bogotá, en la que entregó audios y documentos relativos a la Ruta del Sol.
El FBI declinó por correo electrónico confirmar o negar la existencia de una investigación.
El ingreso neto de Aval aumentó un 79% en el tercer trimestre frente al mismo período del año anterior. Este fuerte desempeño ha sido eclipsado por los riesgos creados por las investigaciones, señaló Carlos Rodríguez, director de renta variable de la corredora Ultraserfinco en Bogotá.
"Cuando se involucran autoridades internacionales, y sobre todo de EEUU, el riesgo es que puede haber algo adicional, que no conozcamos", dijo Rodríguez por teléfono.
Corficolombiana, filial de Aval, se asoció con Odebrecht para construir una sección de la Ruta del Sol, la autopista de cerca 1.000 kilómetros que une el centro de Colombia con la costa caribeña.
La sociedad se canceló después de que Odebrecht admitiera haber pagado sobornos para ganar el contrato.
En presentaciones a la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU y en llamadas con inversionistas, Aval ha negado reiteradamente que tuviera conocimiento de las acciones ilegales de su socio.
Pizano dejó audios grabados en secreto de sus conversaciones con Néstor Humberto Martínez, un abogado que había representado a Aval, en las que Pizano planteó preocupaciones sobre pagos irregulares.
En una entrevista con un canal de televisión colombiano, Martínez, ahora el fiscal general de la nación, dijo que transmitió las preocupaciones de Pizano al propio Sarmiento.
El departamento de relaciones con inversionistas de Aval declinó hacer comentarios sobre el caso Ruta del Sol, pero dijo que los resultados financieros de la empresa este año han sido "bastante sólidos".
Odebrecht sobornó a políticos y funcionarios que la ayudaron a ganar contratos para construir centrales eléctricas, autopistas, aeropuertos, represas y otras obras públicas, principalmente en Latinoamérica. La compañía llegó a acuerdos con autoridades en EEUU, Brasil, Suiza, República Dominicana y Panamá.
El caso colombiano está en curso, lo que ha llevado a una seguidilla de perjudiciales revelaciones.