La brecha entre hombres y mujeres que cotizan por el tope imponible se ha ido acortando en la última década. Si en 2008 una de cada cuatro personas que cotizaba por este máximo era mujer, al cierre del año pasado ya eran una de cada tres.
Así lo reflejan las cifras de la Superintendencia de Pensiones, donde se muestra que el número de mujeres que cotiza por el tope imponible (monto que hoy corresponde a $2.185.964) casi se duplicó entre 2008 y 2018, ya que aumentaron en 90% hasta 123.940 mujeres al cierre del año pasado.
Esto se compara con el alza de 21% que registraron los hombres hasta los 216.340 en que terminaron en 2018. De este modo, la remuneración imponible de las mujeres viene aumentando más que la de los hombres.
Para los expertos, esto se daría por la evolución de la mujer en el mercado laboral. "Su mayor participación y formalización laboral no tan solo se ve reflejado por el incremento del número de mujeres cotizantes, sino que también en sus rentas promedio, ya que es precisamente el segmento más formal el que posee las rentas más altas", dice Rodrigo Gutiérrez, gerente general de Ciedess.
En ese sentido, agrega que se observa una mayor participación laboral femenina en los últimos años, mientras que en los hombres ocurre lo contrario. Lo anterior, porque en el caso de las mujeres pasó del 45,4% en 2010 al 49,1% en 2018 (+8%), contrastando con el caso de hombres, cuya participación en el mercado laboral pasó del 72,1% al 70,6% en igual período (-2%).
Para Roberto Fuentes, gerente de estudios de la Asociación de AFP, "el aumento de las mujeres que cotizan por la renta tope se debe al acceso a trabajos mejor remunerados, por una mayor calificación explicada por un mayor acceso a la educación superior".
Las mejores remuneraciones que reciben las mujeres quedan reflejadas en que el ingreso imponible promedio subió 90% en 10 años (de $385.691 en 2008, a $733.584 en 2018), mientras que el de hombres creció un 83% (desde $456.550 en 2008, a $837.686 en 2018).
Al respecto, Fuentes detalla que la remuneración imponible promedio de las mujeres representa el 87,6% de la de los hombres, a diferencia del 68,5% que se daba en la década de los 90.
Con todo, el salario de las mujeres crece más rápido que el número de cotizantes de ese sexo, mientras que en el caso de los hombres ocurre lo contrario. Si bien las mujeres que cotizan por el tope casi se duplicaron en una década, la cantidad de cotizantes totales aumentó sólo 51%, pasando de 1,56 millones a 2,36 millones.
Por otro lado, aunque los hombres que cotizan por el tope se incrementaron 21%, el total de cotizantes de ese sexo subió 30% entre 2008 y 2018, desde 2,46 millones a 3,20 millones.
En lo que sí están alineados hombres y mujeres, es en los rangos etarios en que se producen las rentas más altas, ya que en ambos acasos ocurre entre los mayores de 35 y menores de 45 años.
"Hay un importante incremento (de mujeres que cotizan por el tope), pero comparativamente, la brecha sigue siendo muy alta...las mujeres están rompiendo el techo de cristal, hay que ver que está ocurriendo en niveles inferiores de ingreso", comenta Hugo Cifuentes, presidente de la Comisión de Usuarios del Seguro de Cesantía.