El mundo contiene el aliento en la espera de la reunión de hoy entre Trump y Xi Jinping

A las 11:30 de la mañana del sábado, 22:30 de horario nacional, comenzará el encuentro que decidirá las perspectivas económicas del mundo. Por primera vez desde diciembre de 2018 se verán las caras Donald Trump y Xi Jinping en el marco del G20 que se celebra en Osaka, Japón, y aunque se han reportado avances para un acuerdo, la incertidumbre es la que reina dado los vaivenes que ha sufrido el conflicto.

Un ambiente tenso recibirá a los mandatarios, probablemente más que aquel que se vivió en Bueno Aires en el G20 anterior. El fracaso de una tregua y la escalda hacia un conflicto tecnológico marcan los antecedentes, mientras se suman otros líos geopolíticos como el conflicto en torno a Irán.

De hecho, en las reuniones que Xi sostuvo hoy en el archipiélago ya deslizó sus reparos respecto a la política exterior de Trump. Sin mencionarlo directamente, criticó ante autoridades africanas las "prácticas de acoso" de otras naciones, asegurando -según lo consignado por Bloomberg- que "cualquier intento de poner en primer lugar los intereses propios y socavar los de otros no ganará ninguna popularidad".

Menos locuaz de lo usual por twitter, el Jefe de Estado norteamericano se limitó a referirse al tema al ser consultado por periodistas. En ese marco, sostuvo que será "un día muy emocionante", que espera que el encuentro sea "productivo", pero aclaró que no ha "prometido" una suspensión de los aranceles que pretende imponer a US$300.000 millones de importaciones chinas, las que hasta hora se libran de las barreras.

De todas maneras, el desenlace ya debe estar tomando forma, dado que en la primera jornada del G20 ya se reunieron los funcionarios que han encabezado las duras negociaciones: el representante de comercio, Rober Lighthaus, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, por la parte estadounidense, y el vicepremier, Liu He, por el lado chino.

Los temas a resolver son variados. Washington demanda a China que aumente a protección de la propiedad intelectual, que prohíba más férreamente la transferencia forzosa de tecnología, la reducción de déficit comercial y una mayor apertura de sus mercados.

En tanto, Beijing no dejará pasar el conflicto en torno a Huawei, considerando tanto las prohibiciones que ha establecido EEUU contra la empresa, como la solicitud de extradición desde Canadá de Meng Wanzhou, CFO e hija del fundador de la firma.

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