Mes a mes, las tasas de interés de los créditos hipotecarios han ido bajando, rompiendo una y otra vez los mínimos históricos. Para las personas, este es el lado amable de una nueva realidad a nivel mundial: las tasas de interés cercanas a cero, e incluso en muchos casos negativas. Sin embargo, también existen otras consecuencias no tan amigables.

¿Qué es este fenómeno de tasas cercanas a 0%?

Una clara tendencia se ha observado en los últimos 20 años respecto de las tasas de interés de distintos tipos de activos a nivel mundial. Esta tendencia se acrecentó con la crisis subprime, del año 2008, debido al agresivo plan de reducción de tasas por parte de la Reserva Federal, así como también por sus masivas compras de instrumentos de deuda del mercado en lo que se bautizó como flexibilización cuantitativa.

¿Qué dicen los números?

Las tasas de interés de los bonos soberanos referenciales para el resto de los instrumentos del mercado han mostrado año a año caídas relevantes, es decir sube el precio de este tipo de activos. El principal referente es el Bono del Tesoro de EEUU a 10 años. Actualmente, la tasa es 1,858%, mínimo histórico, y se compara con el promedio de 6,1% desde 1962. Para tener una idea, en los noventa comenzó sobre el 8%. Esto se replica en otros instrumentos soberanos, como los de Alemania o Suiza, que tienen interés negativo, es decir, cobran "guardar el dinero".

En Chile, la tasa del Bono del Banco Central en UF (BCU) a 10 años pasó a terreno negativo por primera vez. Esto se ve profundizado por una sequía de instrumentos disponibles en el mercado (emisión de bonos) y una alta demanda de parte de inversionistas institucionales, como AFP, compañías de seguros y fondos mutuos. Esto se traspasa el resto de las tasas de interés de mercado.

¿Por qué se ha dado esto?

Lo que hay detrás de esta tendencia decreciente es un factor estructural. Por una parte, la mayor longevidad de nivel mundial provoca una mayor demanda por instrumentos de largo plazo para calzar el ahorro con las expectativas de vidas. Adicionalmente, la irrupción de China y su gran capacidad de ahorro en instrumentos de deuda occidental, también explican el fenómeno. Se estima que China es dueña de cerca del 5% de la deuda estadounidense.

Plata barata

Esta tendencia ha significado que el costo del dinero en general sea más bajo. Así, con las tasas rectoras de los bancos centrales como "guías", los intereses de los créditos hipotecarios, de consumo y del financiamiento para las empresas en general han ido en la misma dirección. Según los datos del instituto emisor las tasas de interés de los préstamos hipotecarios promedian 2,37% al 23 de agosto. Lejos de los créditos sobre el 7% de 2002. Ahora también resulta más barato acceder a recursos para comprar autos.

Para las empresas también invertir se vuelve más barato endeudarse, ya que lo pueden hacer vía crédito –que están con un menor costo-, pero también a través de la emisión de bonos en el mercado de renta fija, instrumentos que han estado en spreads mínimos.

"La renta fija está demasiado cara en momentos en que hay mucha demanda y poca oferta. De hecho, las licitaciones se han colocado a tasas históricamente bajas, y buena parte de las empresas que están emitiendo bonos lo hacen para quedar a una tasa menor, no para invertir. Los spread están en mínimos históricos, pero aún se pueden comprimir un poco más", puntualiza Felipe Alarcón, economista de EuroAmerica.

También es una oportunidad para el Estado. Esta realidad de tasas bajas también es una oportunidad para las grandes obras impulsadas desde el Estado. "Este mundo de tasas bajas de interés abre oportunidades de inversiones, grandes proyectos de infraestructura de largo plazo que pueden ser financiadas a costos relativamente reducidos y, por lo tanto, hacerse rentable privada y socialmente", explica Guillermo Le Fort, académico de la Universidad de Chile.

Efecto en pensiones

Otro impacto que tiene el mundo de tasas bajas es en las pensiones. Por un lado, encontrar activos que tengan una mayor rentabilidad o que hagan rendir más los fondos de las personas se hace más desafiante. Por lo tanto, ese factor de la ecuación debiera afectar las pensiones futuras.

El economista Guillermo Le Fort explica que "la acumulación de fondos previsionales para el mismo nivel de ahorro es más lenta, porque hay menos tasa de interés". A su juicio, esto obliga a preocuparse con la reforma previsional y también por buscar sistemas para que los adultos mayores de hoy y los pensionados de hoy, puedan encontrar otras fuentes de ingreso.

También afecta a las jubilaciones. María Eugenia Jiménez, directora ejecutiva de Brain Invest, firma de asesoría previsional, comenta que el Retiro Programado se basa en "el total ahorros/cuanto financian para toda la expectativa de vida (tanto para el futuro pensionado como sus beneficiarios de pensión en caso de que éste fallezca). Este cálculo se realiza anualmente y se actualiza de acuerdo con una tasa vectora. Ésta se fija por los papeles de renta fija de mejor categoría de riesgo (los más seguros), entonces si éstos disminuyen su rendimiento, la tasa vectora continuará disminuyendo".

En el caso de las rentas vitalicias ofrecidas por las compañías de seguros, también disminuyen, porque las compañías ofrecen pensión en relación "a lo que podrán invertir estos ahorros". Si estos rentan menos las tasas de ventas de las RV son menores. Hoy las compañías con el mismo monto de ahorro ofrecen menos pensión que hace un mes, explica Jiménez.

De hecho, esta situación ha obligado a las aseguradoras a realizar aumentos de capital por el impacto en sus números de esta situación.

El desafío de la rentabilidad

Con las tasas de interés bajas, se vuelve más difícil encontrar activos seguros que tengan una rentabilidad adecuada a las necesidades. Ante esto, se buscan distintas alternativas. Justamente estas bajas tasas "son lo que fomentan un mercado inmobiliario boyante. El sector inmobiliario es de los poco que a nivel local va a tener un dinamismo por sobre el promedio, explicado en parte por las bajas tasas y porque no hay muchos otros activos atractivos para invertir, porque la renta fija está muy cara y la renta variable no anda tan bien", dice el economista Felipe Alarcón de EuroAmerica.

Hacia delante

Esta situación no debiera cambiar en el corto plazo. De hecho, se espera que el BC recorte su TPM hoy. "Creemos que las tasas se mantendrán bajas por un buen tiempo, sobre todo si continúan ciertas tendencias como la baja en la inflación de servicios, el debilitamiento de la demanda interna, las expectativas inflacionarias bajo el rango y la evolución de la guerra comercial. A ello se suma que la expectativa es que los principales bancos del mundo sigan bajando las tasas de interés de corto plazo de aquí a un año", sostiene Juan Cristóbal Alcalde, socio de Noosa Capital.

Para Felipe Alarcón, economista de EuroAmerica, "todo indica que las tasas bajas van a durar bastante tiempo, por lo menos dos o tres años, y lo más probable es que las tasas neutrales nunca van a volver a lo que eran antes de la crisis de 2009".