Una guerra comercial desatada tendría efectos graves en el crecimiento económico global y no habría ganadores en dicho escenario, dijo el martes el director general de la Organización Mundial de Comercio, Roberto Azevedo.
En declaraciones en un evento de la industria en Berlín y ante crecientes tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, Azevedo dijo: "Las luces de alerta están encendidas. Una continuación de la escalada de tensiones presentaría una mayor amenaza a la estabilidad, a los empleos y al tipo de crecimiento que estamos viendo hoy".
Una guerra comercial global desatada con un quiebre de la cooperación comercial internacional reduciría el crecimiento del comercio global en alrededor de un 70% y la expansión del PIB en un 1,9%, sostuvo Azevedo.
"No habría ganadores en dicho escenario y cada región sería afectada", comentó. Agregó que la Unión Europea misma vería una merma de 1,7% en el crecimiento de su PIB y que "claramente, no podemos permitir que esto ocurra".
El funcionario apuntó a varias propuestas de reformas que abordan prácticas que distorsionan el comercio y a los mecanismos existentes en la OMC para resolver disputas comerciales, y añadió que los miembros tenían que acordar en qué reformas quieren enfocarse.
"Claramente, este debate informado está ganando un impulso significativo y eso es positivo", comentó Azevedo, y agregó que la cumbre del G-20 en Buenos Aires en noviembre será crucial para decidir los próximos pasos para salvaguardar el libre comercio basado en reglas.
"Por supuesto, el sistema puede ser mejor, de hecho, debe ser mejor. Pero, no obstante, es vital. De modo que mientras trabajamos para mejorarlo y asegurar que sea más responsable a necesidades económicas en evolución, también tenemos que preservar lo que tenemos, y cuento con vuestro respaldo para ese fin", dijo