Con un total de 24 sesiones y más de 170 participantes el gobierno concluyó los diálogos sociales sobre negociación ramal o multinivel y con eso el Ministerio del Trabajo da por cerrada el trabajo previo para la elaboración del proyecto de ley, promesa que estaba en el programa de gobierno y cuya presentación fue comprometida en la última cuenta pública del Presidente Boric para el último trimestre de este año.

La negociación ramal es un mecanismo de negociación colectiva, que, según el gobierno, facilita que los sindicatos de trabajadores negocien de manera conjunta, permitiendo negociar acuerdos laborales a nivel de industria o de sector económico, en vez de hacerlo empresa por empresa.

Negociación ramal: No solo la CPC, pymes también se oponen y gobierno avanzará en proyecto con escaso apoyo

Esta primera etapa de trabajo contempló mesas técnicas de diálogo social entre representantes del Gobierno, los trabajadores y las empresas. Si bien se esperaba la participación de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), como representante del gran empresariado, en agosto anunciaron su decisión de restarse de la convocatoria.

Por ello, desde un comienzo la mesa tripartita estuvo sin uno de sus principales interlocutores. “Consideramos que no es una buena política pública la que se está proponiendo. Tendrá un efecto negativo para el empleo y afectará principalmente a las pequeñas y medianas empresas, porque las grandes empresas ya negocian colectivamente”, sostuvo en ese entonces el presidente de la CPC, Ricardo Mewes.

Pero a nivel empresarial el proyecto no solo cuenta con el rechazo de los grandes empresarios, sino que también de los representantes de las micro, pequeñas y medianas empresas. Si bien las pymes participaron de estos encuentros con el gobierno, su postura no es favorable para este proyecto.

Los representantes de las pymes coinciden en que este proyecto no favorecerá a su sector. Al contrario, consideran que será perjudicial.

“Una negociación ramal es bien difícil en el sector de las pymes, básicamente por la asimetría en estas negociaciones multinivel”, explica Gianina Figueroa, presidenta de Unapyme. En ese sentido, la dirigente subraya que “cuando uno observa las negociaciones ramales de los países de la OCDE, la productividad está muy arriba. No es el caso chileno. (...) No sé si este es el mejor momento para este tipo iniciativa”, agrega.

Una visión más crítica entrega el presidente de la Multigremial Nacional, Juan Pablo Swett: “Hoy las mipymes están en la peor crisis de su historia”, dice y acusa al gobierno de “un desconocimiento de la realidad que padecen las mipymes”, y pese a ello, “la ministra del Trabajo insiste en llevar adelante este proyecto de negociación ramal, sin comprender que las mipymes no podrían competir con las condiciones de remuneración de las grandes empresas”, puntualiza.

La ministra del Trabajo,Jeannette Jara, junto al presidente de la CPC, Ricardo Mewes y el presidente de la CUT, David Acuña.

Otro que se suma a los reparos es Rodrigo Bon, director ejecutivo del gremio empresarial ProPyme, quien señala que “hoy es imposible apoyar el proyecto de ley de negociación ramal, dado que las pymes ya estamos enfrentado un amplio escenario de cambios laborales que recién estamos asimilando en el cómo colocarlos en práctica al interior de nuestras empresas.”, y subraya que “la negociación ramal podría ser una “mochila” demasiado pesada para las pymes por lo cual se debe tener extremo cuidado”.

Jorge Welch, presidente de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), también ve que es una mala propuesta: “La idea de negociación ramal es una idea antigua, mala y extemporánea. Es la lápida a miles de emprendimientos y pymes que han visto sus costos incrementarse muy por sobre lo aceptable, que no tiene ninguna relación con aumentos de productividad”.

Y Roberto Rojas, vicepresidente de la Confederación Nacional de la Pequeña, Mediana y Microindustria (Conupia), comenta que “más allá de valorar la intensión de diálogo del gobierno, la mayoría de las pymes hicieron ver sus inquietudes, ya que iba a encarecer el costo de la producción sobre todo si lo sumamos al aumento del salario mínimo, la jornada de 40 horas, el 6% adicional con cargo al empleador que incluye la reforma previsional. Todo eso hará más complejo financiar las panillas. Eso fue una preocupación que no quedó respondida adecuadamente. Nosotros estamos por seguir conversando para tener más detalles”.

Solo la CUT la apoya entre multisindicales

A nivel de representante de los trabajadores, sólo la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) apoya en su totalidad el que se avance en una negociación ramal. “La negociación colectiva ramal es un derecho fundamental para las trabajadoras y trabajadores de nuestro país”, afirma el presidente de la CUT, David Acuña, quien agrega que “buscamos también fortalecer la capacidad negociadora para dirigentes y dirigentes sindicales, pero también para los representantes empresariales”.

CUT y salario mínimo

Sin embargo, desde Unión Nacional de Trabajadores (UNT), su presidente, Alejandro Steinlein, tiene un punto de vista distinto. “Yo tengo serias dudas de que este sea un tema que efectivamente quiera favorecer a los trabajadores y no sea parte de un slogan de campaña, porque estamos en época de elecciones”. El dirigente subraya que “estamos de acuerdo en sacar cosas que efectivamente a la clase trabajadora en Chile le sirva. Hoy día nos tiene preocupados la recuperación de los empleos. Empleo formal. Parece que a nadie le preocupa eso”.

Una postura similar entrega Arturo Martínez, exdirigente de la CUT y presidente de la Central de Trabajadores de Chile (CTCH). “Yo me preguntaría si es necesario hacer eso hoy, cuando los problemas de los trabajadores son otros (...) aquí lo que hay que crear es un sistema que asegure a todos los trabajadores una situación que permita hacerle frente a la vida. Chile es un país caro y los salarios son unos salarios bastante bajos”.

Otra mirada entrega Ricardo Maldonado, presidente de Central Autónoma de Trabajadores (CAT), quien, aunque ve con buenos ojos la iniciativa, tiene reparos. “Valoramos la decisión política del gobierno de presentar el proyecto (...) pero a la vez también expresamos que es un poco tarde, por los tiempos legislativos, por todo lo que implica el periodo en el que se envía: receso legislativo y después la campaña presidencial. Vemos con preocupación eso. Pero sí saludamos el hecho de que se vaya a enviar definitivamente”.

Pese al escaso apoyo que cuenta la propuesta de negociación ramal, desde el Ministerio del Trabajo afirmaron que “es importante aclarar que todas las organizaciones que participaron de los diálogos sobre negociación multinivel no fueron convocadas para que se pronunciaran respecto a un proyecto de ley, el que aún no ha sido elaborado”. En ese sentido añadieron que “el proceso de diálogo, que acaba de finalizar la semana pasada, tuvo como objetivo que los participantes entregaran sus puntos de vista respecto a las oportunidades y amenazas que le ven a la negociación colectiva multinivel, más allá de la que se realiza por empresa”.