El 2018 fue un año positivo para el fútbol chileno. A lo mejor no fue algo tan evidente en la cancha, pero sí se plasmó claramente en sus finanzas. Un año en azul patrimonialmente y con retorno de utilidades. En un libro de más de 75 páginas, la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) plasmó toda la situación financiera de los equipos locales. Se trata de la segunda edición del Anuario Financiero del Fútbol Chileno, elaborado por la Unidad de Control Financiero de la entidad y por Deloitte. Si el primero había correspondido a la temporada 2017, ahora se abordó el año siguiente, posicionándose así como la única liga latinoamericana en hacer tal trabajo. "Se mantiene este impulso de darle mayor transparencia a una actividad que tiene mucho arraigo con la sociedad y la comunidad, y por eso es importante ir exhibiéndola más", sostiene el secretario general de la ANFP, Aldo Corradosi.
Durante 2018, el fútbol chileno generó ingresos por $123.000 millones (del orden de US$180 millones), un 15% más que los retornos obtenidos un año atrás, y más de un 23% superior a lo que la actividad generaba en 2016. En parte explica esto que si en 2017 los derechos de televisión representaban el 36% de las ventas, en 2018 tal porcentaje se elevó a un 41%, hasta los $50.607 millones: un 37% de impacto en el caso de la Primera División, y de 67% en cuanto a la Primera B. Tal alza -detallan en la asociación- respondió en parte a un incremento en los flujos del CDF, derivado de la distribución de una cuenta de reservas que poseía el canal ante la inminente venta a Turner.
Por su parte, el ítem comercial -publicidad y venta de camisetas- se mantuvo aportando un 26% del total (unos $32.092 millones), mientras que la venta de tickets y las transferencias de jugadores representaron un 16% y un 14% cada uno. De manera excepcional, para los tres principales clubes -Colo Colo, U. de Chile y la UC- la publicidad y el merchandising fueron su principal retorno. Si para la Católica y la U representaron un 45% y 34%, respectivamente, para el equipo de Blanco y Negro llegó a ser más de la mitad: un 52% vino por esa vía.
Tal desempeño general en ventas tuvo su proyección en la última línea. Si a lo menos desde 2016 los equipos de la A habían visto solo cifras rojas, en 2018 el panorama cambió: durante ese ejercicio lograron utilidades por $908 millones, frente a pérdidas por $5.796 millones en 2017, o más de $4.000 millones un año antes. Este comportamiento, eso sí, no logró extenderse a la Primera B -que profundizó sus pérdidas, pasando de $2.203 millones a $7.304 millones-, ni menos a la Segunda División, que transitó de un resultado negativo de $863 millones a $1.195 millones en un año. Con ello, la industria total reportó mermas por $7.591 millones en 2018, un resultado débil, pero mejor que los $8.863 millones de pérdidas totales de 2017. Y más positivo aún en términos patrimoniales. Si en la primera edición del anuario, solo 15 clubes tenían patrimonio positivo; doce meses después tal desempeño era generalizado: los 42 equipos consignados estuvieron, de manera inédita, en azul. Así, el indicador aumentó un 109% en total: de $1.130 millones por cada equipo, a $2.358 millones. Aún más, si en 2017 la Primera B presentaba un capital negativo de $359 millones por club, pasó a terreno positivo, llegando a los $804 millones.
"Esto respondió a la exigencia en el cumplimiento del reglamento de la Unidad de Control Financiero. En seis meses se cumplía en la mitad de los clubes, y ya hoy no hay ningún club que tenga Capital de Funcionamiento Negativo (patrimonio neto)", señala el gerente de Desarrollo y Nuevos Proyectos, Diego Karmy. "Hoy el fútbol es más responsable. Por primera vez tiene un patrimonio positivo, y está más sólido para abordar los desafíos", enfatiza Corradosi.
Es que la venta del CDF también les facilitó el pago de los pasivos. De hecho, según los datos del anuario en 2018, el sector no elevó la deuda ese año, sino que la mantuvo en $2.200 millones. Eso sí, la relación con los activos del sector fue muy distinta. Si en 2017 tenía $3.316 millones en activos, en 2018 llegó a $4.613 millones. "El 2018 fue un año de cambios debido a la cesión de derechos de televisión, afectando principalmente en los activos de los clubes, generando una variación del 39% en relación al año 2017, alterando los factores en la ecuación de razón de endeudamiento y capital de funcionamiento", sostiene el documento.
Primera B impulsa asistencia
La irregular campaña que tuvieron los dos equipos de mayor convocatoria del campeonato -la U y Colo Colo- habría calado hondo en las visitas de los hinchas al estadio. La disminución de 110.000 personas que revelaron ambos clubes se extrapoló al resultado consolidado de toda la Primera División. Es que en 2018, los visitantes a los partidos de la A cayeron un 6%, hasta 1.716.462 personas; resultado inverso al reportado por la Primera B que, impulsado por Santiago Wanderers, Cobreloa y Coquimbo Unido, elevó un 68% la convocatoria: pasaron de reunir a 379.925 hinchas a 640.169. Fue tan positivo el comportamiento, que generó que la industria en su totalidad aumentara en un 5% el público, superando los 2,4 millones de asistentes. El ticketing les aportó así el 16% de los retornos. En total, se vendieron $19.745 millones en entradas.
El estadio, sin embargo, no fue el único punto de contacto entre las escuadras y la hinchada; las redes sociales se siguieron consolidando como una bisagra fundamental de conexión. 2018 terminó con 5.200.517 seguidores vía Facebook; 2.074.221 en Twitter, y 1.886.974 en Instagram.
De los más de 5 millones correspondientes a Facebook, la Primera División aportó 4.626.602 usuarios. Y de ese total, Colo Colo explicó más de la mitad: 2.459.427; seguido por la U. de Chile, con 1.209.843. Lo mismo se replicó en Twitter e Instagram con más del 80% radicado en equipos de la A, con Blanco y Negro y Azul Azul como líderes indiscutidos. Incluso la Segunda División también vio como 103.400 usuarios los seguían en Facebook; 39.999 los respaldaban en Twitter, y 50.041 hacían lo propio en Instagram.