Venezuela seguirá vendiendo petróleo a Estados Unidos, adonde va un tercio de su producción, dijo el presidente Nicolás Maduro, al aclarar que su decisión de romper relaciones se limita al ámbito diplomático.
"Nosotros vamos a seguir vendiendo todo lo que haya que vender (...), si nos compran petróleo, venderemos petróleo", dijo el mandatario venezolano en rueda de prensa en el palacio presidencial de Miraflores.
La volátil situación política de Venezuela elevó este viernes el precio en los mercados.
Maduro cortó lazos con Washington el pasado miércoles, en rechazo a la decisión del presidente Donald Trump de reconocer la autoproclamación del jefe parlamentario opositor, Juan Guaidó, como mandatario interino de Venezuela.
No obstante, Maduro sostuvo que su determinación se circunscribe a las "relaciones políticas y diplomáticas", y que Venezuela buscará otros mercados en caso de que Estados Unidos decida suspender las importaciones.
"Si no nos compran papa, ni cebolla, ni pollos, ni petróleo lo venderemos en otro lado. Seguiremos vendiendo el petróleo que nos demanden de allá y creciendo en nuestra producción como estamos estimando", enfatizó Maduro.
Venezuela, que posee la mayor reserva de crudo del planeta, es el tercer proveedor de ese hidrocarburo a Estados Unidos después de Canadá y Arabia Saudita.
En 2018 despachó en promedio 510.000 barriles por día, de una producción que cayó a sus peores niveles en tres décadas hasta 1,3 millones de barriles diarios.
Consultoras privadas consideran que Estados Unidos garantiza el mayor flujo de caja a las arcas venezolanas, pues en el caso de China las exportaciones son pagaderas de una deuda de US$20.000 millones.
Al país asiático envía unos 300.000 barriles diarios, según la venezolana Capital Market.
"Estados Unidos es más que Donald Trump, Donald Trump es pasajero en Estados Unidos, él pasará, (aunque) ojalá algún día pudiéramos tener un diálogo con ellos", dijo Maduro, insistiendo en que "las relaciones "van a florecer (...) con los sectores comerciales, energéticos y económicos" norteamericanos.
Venezuela está hundida en la peor crisis de su historia moderna, con escasez de alimentos básicos, medicinas y una inflación proyectada por el FMI en 10.000.000% para 2019.
La consultora Capital Economics advierte que si Trump decide sancionar las exportaciones petroleras venezolanas podría resquebrajar los apoyos a Maduro, incluidos los militares, su principal sostén.