Nicolás Eyzaguirre: “Esto es una guerra comercial y en la guerra no gana nadie: gana el que pierde menos”

Es una noticia en desarrollo, opina el ex ministro de Hacienda y exalto funcionario del FMI. “Esto es una guerra por la hegemonía entre China y Estados Unidos. Lo demás es música”, afirma Nicolás Eyzaguirre, quien cree que Donald Trump aplicó sobretasas a todo el mundo para luego negociar mejores condiciones comerciales con cada país. Para Chile, el efecto principal no está en su comercio exterior. “Lo que va a afectar a Chile es la desaceleración del comercio mundial”, asegura.
El ex ministro de Hacienda y ex director del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, Nicolás Eyzaguirre, esboza aquí teorías y escenarios futuros sobre la ofensiva arancelaria lanzada por Donald Trump esta semana. Para él, la guerra iniciada tiene un objetivo claro, China, pero ningún ganador a la vista.
¿La economía mundial dio un giro?
El más grande en 80 años. Esto cambia completamente todos los parámetros de los acuerdos que hubo después de la Segunda Guerra respecto del orden internacional. Se altera completamente, de raíz.
¿Qué pretende Trump con esto?
Bueno, esa es la pregunta del millón de dólares, porque entender su motivación es fundamental para advertir cómo va a seguir esto. Esto es una noticia en desarrollo, esto no ha terminado y entender bien cuál es su proyecto estratégico es súper difícil.
¿Qué intuye usted?
Aquí estoy en el terreno de las especulaciones, pero especulaciones informadas. Primero, una motivación política: lograr consolidar su base de votación en los estados industriales de Estados Unidos, que fueron los que le dieron la victoria, lo que se llama el Rust Belt, el Cinturón del Óxido, que son Minnesota, Wisconsin, que tradicionalmente eran demócratas y que ahora se dieron vuelta. Él tiene todavía que ganar las elecciones del Mid Term y consolidar su base de apoyo en estos estados es muy importante. Estos estados, por ejemplo, de la industria automotriz, han sufrido fuertemente el proceso de desindustrialización. Estados Unidos se mantuvo como la primera potencia industrial desde los grandes acuerdos del 45 hasta mediados de los 70, comienzos de los 80. Y desde la liberalización y globalización que impulsaron (Ronald) Reagan, republicano, y (Margaret) Thatcher, conservadora, la producción industrial se fue desplazando crecientemente hacia Asia, y China en particular.
¿El objetivo de fondo es reindustrializar Estados Unidos?
La forma en que ha llevado lo de los aranceles adelante es con órdenes ejecutivas que se permiten en la Constitución de Estados Unidos cuando hay motivos de seguridad nacional. ¿Qué es lo que él ha dicho y sus principales asesores? Que un nivel de producción industrial alto es fundamental por la retaguardia, por así decirlo, en caso de guerra. Porque en las guerras, hasta lo que sabemos hasta el momento, lo que a mí me suena poco convincente, pero es lo que ocurrió en la Segunda Guerra Mundial, la potencia industrial de un país es la que es capaz de reconvertirse rápidamente hacia una industria de guerra.
¿Es un objetivo belicista?
Es de seguridad nacional. Yo estoy diciendo lo que él invoca.
El tercer motivo que invoca es que Estados Unidos ha sido esquilmado por sus socios comerciales, habida cuenta que entre barreras arancelarias y no arancelarias le ponen mucho más barreras a los productos americanos en terceros países que lo que ellos le ponen a terceros países. Y que su objetivo es lograr un comercio más equilibrado y así disminuir el déficit comercial que tiene Estados Unidos, que es muy grande y que puede ser un motivo de inestabilidad...
Pero muy importante, (busca) afectar a China. Porque esto es geopolítico. Si yo pierdo un punto de crecimiento, pero los otros pierden tres, voy ganando. Esto lo escribe muy bien John Mearsheimer, un cientista político de la Universidad de Chicago: él dice que las grandes potencias por definición luchan por la hegemonía una con la otra. Y hasta hace diez años atrás había un mundo unipolar. Estados Unidos dominaba todas las cosas, sobre todo cuando cayó en la Unión Soviética. Pero China ha tenido un ascenso tan impresionante que ya le compite de igual a igual. Entonces, lo que está en el disco duro de los asesores de política internacional del Pentágono, lo que llaman el Deep State, es que si China llega a dominarnos y a tener la hegemonía, nos va a hacer arar...
Pero Trump impone aranceles a todo el mundo
Si el objetivo es China ¿por qué le pone tanto arancel en la Unión Europea? ¿Por qué a Japón? ¿Por qué a Vietnam? Lo que yo creo es que es un instrumento de negociación. Le va a decir a todos estos países: ¿quieres que cambiemos los aranceles que te puse? Entonces tú cambias el valor de tu moneda para hacer más competitivas a las exportaciones americanas. Porque es o aranceles o tipo de cambio. Las dos cosas funcionan desde el punto de vista de proteger la industria americana. O sea, me deprecias tu moneda, me rompes todas las barreras no arancelarias que tienes contra mí, me bajas tu arancel: entonces yo te puedo bajar lo que te puse. Yo creo que va a comenzar una colección de conversaciones multilaterales en que le va a decir: ‘ya, ¿tú quieres acceso a los mercados norteamericanos, que yo te restringí con los aranceles?. Entonces tú hazme con A, B, C, D, E’. ¿Pero al que no se lo va a bajar, adivina cuál va a ser? ¡China!
China respondió con la misma dosis...
Eso confirma lo que te estoy diciendo. Al final de todo, esto es una guerra por la hegemonía entre China y Estados Unidos. Lo demás es anécdota, lo demás es música. Porque Estados Unidos fue perdiendo poder vis a vis con China. Ahora, lo paradojal de todas estas cosas es que Estados Unidos lo ha hecho bien económicamente, incluso con el ascenso de China. Crece más que Europa. Pero a ellos no solo les importa crecer más que Europa, les importa que no los domine China. ¿Y cómo crece Estados Unidos? Obviamente, si se ha desindustrializado es porque otro sector ha crecido mucho, que es toda la industria tecnológica y digital. En eso dominan el mundo completamente. Y eso trae consecuencias políticas también. En el comercio libre hay perdedores y ganadores. Los grandes ganadores son los de Silicon Valley, con la globalización. Los grandes perdedores es el Rust Belt.
¿Qué efecto tendrá esto sobre China?
El primer efecto es que objetivamente le van a poder vender menos a Estados Unidos. El efecto recesivo los chinos lo van a sentir. Tal como los americanos. Vamos a ver cuál siente más. Esto es una guerra comercial y en la guerra no gana nadie: gana el que pierde menos. Eso hay que entenderlo. Ahora, ¿va a lograr reindustrializar Estados Unidos? ¿van a haber empresas que se van a mover de Laos, Cambodia o México a Estados Unidos producto de esta política? La respuesta que yo al menos yo tengo es que no. ¿Por qué? Porque el hecho de que Estados Unidos haya ido perdiendo posición relativa en la industria obedece a un tránsito natural del avance económico en que tú te vas desplazando: primero era agrícola, después era industrial y después están las altas tecnologías. Y como las tecnologías para la actividad industrial se diseminan, se transmiten, China tiene la misma tecnología que Estados Unidos en la producción industrial, pero tiene mucho más mano de obra y salarios mucho más baratos. Lo mismo Vietnam, lo mismo Indonesia, India. Yo creo que la declinación industrial de Estados Unidos es inevitable.
Efectos
¿Qué consecuencias tendrá esto?
Hay consecuencias de corto, mediano y largo plazo. En el corto plazo, esto sin duda alguna es lo que se llama un shock de oferta adverso. Es lo mismo que subir el precio del petróleo. O que producto de una epidemia tú tuvieras que dejar encerrada a parte la fuerza de trabajo. El arancel lo que hace es que una cantidad de insumos que son necesarios para la producción son más caros. Y un shock de oferta siempre produce una disminución del crecimiento y un alza de los precios.
¿Estados Unidos tendrá impacto en crecimiento e inflación?
Exactamente. Lo que dicen sus asesores económicos (de Trump) es que el efecto de la inflación va a ser transitorio. Y para la Reserva Federal esto va a ser todo un problema, porque la desaceleración tiende a comprimir la inflación. No la primera, que es inevitable. Los shocks de oferta se transforman en inflación persistente cuando hay mucha demanda, cuando hay mucho gasto en la economía. Pero si suben los precios, dado que no todos los trabajadores son capaces de ajustar sus salarios, va a haber una caída en los salarios reales, por tanto, un efecto sobre el consumo y sobre la demanda. Entonces va a haber una mezcla de menor crecimiento y mayor inflación temporal. A esto hay que sumarle que se ha producido una enorme incertidumbre. La incertidumbre está haciendo que la gente se retire del mercado accionario y se vaya a la renta fija. Y por eso las tasas de interés de los bonos del gobierno están cayendo en todas partes. Y también produce tensión en el mercado financiero, toda vez que los bancos muchas veces tienen préstamos a empresas cuya situación financiera se complica cuando cae el valor de sus acciones. ¿Quién va a decidir invertir ahora si no sabe si la competitividad de su empresa va a subir o bajar, dependiendo de qué pase con el arancel, si lo va a bajar si no lo va a bajar, si dado que va a haber retaliación, que ya lo anunció China, va a volver a subir? Es un momento de incertidumbre enorme. Eso comprime la inversión. Esto va a tener un impacto recesivo.
Este cóctel de efectos pone un sesgo a la baja en el crecimiento global y de Chile…
Estados Unidos tiene este shock de oferta porque los productos importados salen más caros. Pero China también lo tiene, porque también los productos importados de China, dado que está haciendo retaliación, van a salir más caros. Por tanto, todas las flechas apuntan hacia menor actividad económica en Estados Unidos, en China, en Europa. En el corto plazo, esto va a desacelerar el crecimiento. Si vamos a llegar a recesión o no, va a depender bastante de lo que pasa con el sistema financiero y si comienza a apretarse mucho la disponibilidad de los bancos para dar crédito, porque depende de qué le esté pasando a las empresas
Cuando habla de desaceleración y posible recesión, ¿dice a nivel mundial?
De Estados Unidos en primer lugar. Que caiga el producto a nivel mundial, lo dudo, como ocurrió con la pandemia. Y no te olvides que ya la economía mundial está creciendo un punto menos de lo que crecía en la década pasada. Ponle otro punto más y son dos puntos menos. Para nosotros eso es veneno porque, además, el más afectado va a ser el comercio mundial y el comercio mundial en esta década está creciendo entre 2 y 3 puntos por año y por lo menos hasta mediados de la década pasada crecía 7%. Eso es lo que le ha pegado a Chile brutalmente: la desaceleración del comercio mundial porque un tercio de nuestros productos se exporta y si tus mercados de destino no crecen, una parte fundamental de la dinámica económica chilena se ve afectada.
¿Es decir, el daño para la economía chilena viene más por la desaceleración global que por su dinámica comercial?
Lo dices bien. Las historias locales venden más. ¿Qué le va a pasar a este producto, a este otro producto? Eso es completamente marginal. Lo que va a afectar a Chile es la desaceleración del comercio mundial, ese es el impacto del primer orden. Porque, además, tenemos 10% de aranceles, que no es tanto. Pero se nos va a desacelerar China, se nos va a desacelerar Europa, todos lo que nos compran.
¿Qué puede hacer Chile? ¿Sentarse a observar?
Leo las discusiones y está bien, es normal que nos preocupemos por la cuestión más puntual del exportador A, B o C. Pero de lejos lo más importante para nosotros es saber cuál va a ser el impacto de la economía mundial, porque tenemos aranceles de 10% y todavía la madera y el cobre están fuera. Por tanto, el shock directo sobre nosotros es relativamente pequeño. Pero es el indirecto, a través de la recesión mundial o de la compresión del comercio mundial, el que nos va a pegar.
¿Qué podemos hacer nosotros en esto? Primero, por ningún motivo creer que somos más de lo que somos y comenzar -y eso lo ha hecho bien el ministro Marcel- a decir: ‘ah, si usted me pone 10% yo le subo 10%’. Nosotros nunca hemos creído en la reciprocidad de los aranceles. Fíjate que todo el proceso de apertura de la economía chilena fue primero unilateral.
¿Hay alguna ventaja para Chile?
Los aranceles crean lo que se llama desviación de comercio y también creación de comercio. Me explico. Supongo que un tercer país X le exporta vino a Estados Unidos, pero ese país quedó con 30% de aranceles y nosotros con 10%. En ese caso, nosotros ganamos. Por tanto, hay que identificar muy bien a qué productores nosotros podemos desplazar porque quedaron relativamente más perjudicados que nosotros (…) Después, podemos formar parte de cadenas productivas que pasaban por Estados Unidos en alguna fase que ahora enfrentan aranceles grandes y por tanto nosotros podemos ser esa parte del eslabón productivo. Eso también hay que identificar.
Pero todo eso es marginal…
Si el cobre baja en un dólar, todo esto que te estoy diciendo es marginal. Los efectos de primer orden son los de la economía mundial sobre un país cuya vocación es exportar.
“Es fundamental que el Socialismo Democrático tenga un solo candidato”
Su candidata es Carolina Tohá...
Completamente, sin reserva alguna. Llevamos 12 años de crecimiento desacelerado y es porque hemos perdido la capacidad de ponernos de acuerdo. Para mí el gran ejemplo positivo es la reforma de pensiones. Lo que yo quiero para mi país es un acercamiento entre la centroizquierda y la centroderecha. Como tenemos un sistema presidencial y no parlamentario, es imposible un acuerdo entre el Socialismo Democrático -incluiría al Frente Amplio, que se ha socialdemocratizado durante Boric- con Chile Vamos, no para cogobernar, si no para que fuera una campaña en que ambos sectores resistieran las tentaciones de sus sectores extremos. A mí me gustaría que Evelyn Matthei se resistiera a tratar de embarcar a Kaiser y Kast...
Pero el PS se ha resistido a apoyar a Tohá…
Si quieres que este acercamiento entre la centroizquierda y la centroderecha se produzca, es fundamental que la hegemonía dentro del progresismo la tenga la centroizquierda y no la izquierda más radical. Y para eso es fundamental que el Socialismo Democrático tenga un solo candidato, de lo contrario puede perder las primarias. Y yo quiero que sea Carolina Tohá.
¿Es la mejor posicionada?
Creo que es la mejor posicionada, yo la encuentro la más inteligente de su generación, la más preparada políticamente, pero yo no puedo darle instrucciones al PS. Espero que se pueda llegar a una negociación virtuosa y que vean que el mejor posicionado -que insisto, creo, es Carolina Tohá- sea la abanderada del Socialismo Democrático.
¿Pero entiende que el PS tiene derecho a tener un candidato propio?
Claro, pero acuérdate que en toda la época de la Concertación estaba el Socialismo Democrático y la DC. Si el mejor posicionado era de uno de los dos sectores, había compensaciones parlamentarias, por ejemplo, para que el otro sector no se sintiera menoscabado. Yo espero que el PPD y el PS se pongan de acuerdo y haya compromisos programáticos y de poder relativo para que haya un candidato único.
La persona mejor posicionada era Michelle Bachelet ¿No se perdió una oportunidad?
Es una decisión que siempre la dijo -tú sabes que yo soy cercano a ella- que había que renovar la política y que su candidatura, que habría tenido el concurso de todo el progresismo, lo que hacía era congelar el avance del Socialismo Democrático en el tiempo: entonces era pan para hoy y hambruna para mañana...
¿Usted estaba de acuerdo entonces con esa decisión?
Completamente. No me voy a dar ningún mérito al respecto, pero nunca la animé: ella tomó la decisión por sí misma.
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