El índice de inflación de Argentina descendió en los últimos meses gracias al ajuste aplicado por el presidente Javier Milei, pero la desaceleración fue acompañada por una abrupta caída del consumo, en medio de una crisis económica que empujó a la pobreza a más de la mitad de la población.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundirá el miércoles por la tarde el índice de inflación, que según la mediana de un sondeo de Reuters habría registrado una variación del 3,0% en octubre, luego de anotar un 4,2% en agosto y un 3,5% en septiembre.

El Gobierno ultraliberal de Milei ha destacado la caída de la inflación como uno de los principales logros de una gestión que, en paralelo, llevó adelante desde diciembre uno de los mayores ajustes del gasto público de la historia reciente para intentar superar la crisis.

“La inflación mayorista, que es la que se anticipa, viajaba al 54% mensual cuando llegamos. Hoy viaja al 2% mensual. Viaja menos que el ‘crawl’ más la inflación importada, con lo cual técnicamente estamos cerca de lo que sería la inflación monetaria cero”, dijo Milei el martes en las oficinas de la firma Ualá.

Sin embargo, los argentinos viven otra realidad al enfrentar un ajuste que implicó aumentos de tarifas de servicios públicos por la quita de subsidios, una profunda caída del poder adquisitivo y una ola de despidos en el sector público, en el contexto de una inflación interanual del 209%.

“El precio de la carne estos meses no subió porque hay re poco consumo. Al bajar el consumo, bajan también las ventas. Y bueno, es también un poquito complicado”, dijo Gabriel Segovia, un carnicero de 52 años.

“Lamentablemente arrancamos noviembre con una pequeña alza en los valores de compra, tanto de pollo y de carne, que, bueno, lo estamos absorbiendo, pero va a llegar un momento en que no se va a poder absorber más”, agregó.

El consumo de carne vacuna en los primeros seis meses de 2024 registró la mayor caída en los últimos 13 años, según un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), en un país famoso por sus asados.

Muchos argentinos han cambiado su forma de consumo, acudiendo a mercados mayoristas en busca de mejores precios y haciendo compras más seguido para controlar sus gastos.

“Las ventas vienen descendiendo bastante, quizá las personas vienen más a comprar a diario, pocas cantidades, y se ve la diferencia, que han bajado las ventas”, dijo María Sunilda Correa, vendedora de una pollería.

El poder de compra de los salarios se derrumbó cuando Milei devaluó la moneda local en diciembre, decisión que se sumó al severo recorte del gasto público para golpear el bolsillo de los argentinos, muchos de los cuales han tenido que ajustarse el cinturón para llegar a fin de mes.

Quizá no haya aumentado tanto (la inflación) en este último (tiempo). Ahora ha quedado imposible el acceso de la gente a la realidad para el consumo interno”, dijo Juan Begue, un abogado de 51 años.

“Esa inflación no se está dando, pero tampoco queda mucho margen para que se dé porque justamente no hay quién lo compre”, concluyó.