Hace unos días estuve en la Gala Empresarial EY donde José Rosenberg, premiado como el emprendedor del año, dijo en su discurso: "Las empresas son personas.
No son las máquinas, ni la infraestructura. Como sean esas personas, será el futuro de la empresa", y esto se sumó a una inquietud de mi hija: "Papá, tú siempre hablas de tus robots y cómo va a seguir cambiando el mundo. Si los robots nos van a quitar nuestro trabajo no sé qué estudiar".
Estos temas relacionados muestran la preocupación por un factor que es imprescindible en este momento en que todas las compañías están trabajando en sus transformaciones digitales: el valor humano.
Si bien estamos en una época de alta disrupción, hoy no estamos automatizando los puestos de trabajo, sino tareas específicas. Con las distintas revoluciones industriales muchas actividades desaparecieron, pero muchas fueron creadas, los trabajos transformados y nuevas profesiones completas creadas. Pensar que el agro, responsable del 50% de la fuerza laboral en el siglo XVII en Europa se vería reducida a 5% en la actualidad por la automatización, ni al mejor visionario de la época se le hubiera ocurrido predecir.
Es imposible anticipar cuáles serán las profesiones en 20 años, podemos asumir que ciertos trabajos como choferes no existirán, pero es acá donde el ser humano tendrá un rol clave al ir adaptando las necesidades de las empresas y aprovechando las capacidades que ofrecen las tecnologías disruptivas para mejorar nuestro quehacer.
Tomemos la Automatización Robótica de Procesos (RPA) como ejemplo, la cual nos permite eliminar tareas repetitivas y manuales, permitiendo volver a lo humano aportando valor con creatividad, conciencia y empatía. Como me gusta decir cuando hablo con clientes "la automatización ayuda a los humanos a ser menos robots".
Existe esta percepción errada que tecnologías como RPA están diseñadas para reemplazar personas, pero las empresas que logran entender que la tecnología debe ser utilizada para habilitar a su fuerza de trabajo a realizar sus labores de manera más eficiente son las que serán más exitosas y ayudarán a construir un futuro laboral mejor.
Yo tengo una visión positiva, crecí cuando no había internet ni celulares, los computadores personales eran casi un lujo y pensar en robots era solo ciencia ficción que existía en el cine.
Veo hoy como trabajamos y si bien el cambio puede abrumar, es notable cómo ha mejorado nuestra vida laboral. Como dice la canción de One Republic "The future looks good", yo soy un convencido de que así será, y para mi hija, preocupada de su futuro mi repuesta fue "no te preocupes, los robots serán tus colegas, no tus enemigos, estudia aquello que te haga feliz".