Otra vez el INE sorprendió al publicar las cifras de inflación, aunque ahora las razones son diferentes. Si en diciembre, el registro del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicó en -0,5% muy por debajo de lo que anticipaban las expectativas, ahora, en el registro del primer mes del año, la cifra se ubicó muy por sobre lo esperado, con una variación de 0,7%.
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Esta sorpresa se da en el primer mes de publicación oficial de la nueva canasta de bienes del IPC, actualizada a partir de los datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares más reciente, para dar cuenta de mejor forma del consumo en el país.
Así, a partir de este dato del IPC de enero de 2024 se utiliza su nueva base anual 2023=100, dejando atrás la actual base anual de 2018. El nuevo IPC tendrá una división más llegando 13 divisiones, pero con un número total menor de productos, pasando de los actuales 303 a 283, es decir, 20 menos.
Con esta variación mensual, el IPC anual pasó de 3,9% a 3,8% en su serie empalmada, realizada como es habitual por el INE cuando hay estos cambios, para mantener una continuidad estadística. Pero si se considera la serie referencial, que es la realizada en forma paralela por el INE con la nueva base 2023 desde enero del año pasado, la inflación se redujo a 3,2%, quedando al borde de la meta inflacionaria del Banco Central de 3%, luego de casi tres años. Este registro es el relevante para el manejo de la política monetaria.
De hecho, el propio Banco Central lo dice en un análisis explicativo que publicó la tarde de este jueves, titulado “Evolución de la inflación según la nueva canasta del IPC”. En ese texto, detallan lo que implica para la política monetaria el cambio de año base de canasta de IPC.
En primer lugar dijo que “La medición oficial de la inflación, que se utiliza para fines de reajustabilidad de todos los contratos, obligaciones o valores que se encuentren indexados a la variación del IPC, corresponde a la serie empalmada publicada por el INE, que para 2023 corresponde a las cifras de inflación mensual divulgadas durante el año pasado y medidas con la canasta 2018 = 100. Con esta serie, la inflación anual a enero 2024 fue de 3,8%”.
A su vez, indicaron que “uno podría considerar para 2023 la información proveniente de la serie referencial. Esta serie no constituye una medición oficial del IPC, pero sirve para el análisis económico y el entendimiento del comportamiento reciente de los precios bajo la metodología y ponderaciones actualizadas. Así, como en cambios de canastas anteriores, el Banco Central utilizará la serie referencial para el análisis macroeconómico de la inflación. Al utilizar esta serie, la inflación anual a enero 2024 fue de 3,2%.
Esta doble lectura de la inflación en 12 meses continuará durante todo 2024, aunque cada vez con una diferencia menor y para octubre las diferencias ya serán mínimas.
Desde el gobierno, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, analizó la cifra: “La variación anual que surge en el índice empalmado es de 3,8%, por lo tanto, la inflación sigue bajando respecto del 3,9% anual registrado el mes anterior”. Sin embargo, detalló, “junto con entregar la información de enero, el INE también entregó una serie con la nueva canasta referencial para todo el año anterior. Cuando se usa esa serie y se estima la variación en 12 meses, resulta un IPC anual en enero de 3,2%”, explicó Marcel. En base a la serie referencial publicada por el INE, es la que el Banco Central históricamente ha utilizado para efectos del análisis económico y el entendimiento de la evolución de la inflación, señaló.
El secretario de Estado añadió que “aun cuando la variación del mes estuvo sobre las expectativas, la inflación en un año medida por la nueva canasta, es considerablemente inferior a la que resulta solamente de las cifras empalmadas. O sea, hay una diferencia de más de medio punto hacia abajo, por lo tanto, los datos nos están diciendo que, durante todo el último año, las presiones inflacionarias han sido algo menores de las que venía midiendo el IPC en su base anterior y que, por lo tanto, significa que estamos más cerca de alcanzar la meta en materia inflacionaria”.
Qué pasó en el mes
Según detalló el INE, en el primer mes del año, once de las 13 divisiones que conforman la canasta del IPC aportaron incidencias positivas en la variación mensual del ´índice y dos presentaron incidencias negativas.
Entre las divisiones con aumentos en sus precios, destacaron alimentos y bebidas no alcohólicas (1,0%) con 0,215 puntos porcentuales (pp.) y vivienda y servicios básicos (1,2%) con 0,205pp. Las restantes divisiones que influyeron positivamente, contribuyeron conjuntamente con 0,491pp. De las divisiones que consignaron bajas mensuales en sus precios, destacó transporte (-1,6%), con una incidencia de -0,219pp.
Entre los productos con mayores alzas estuvieron los gastos comunes con un aumento mensual de 6,5%, aportando 0,088pp. a la variación del indicador general, le siguió de cerca Carne de pollo con un aumento mensual de 7,1%, con una incidencia de 0,072pp. Ante esta alza, Álvaro Martínez, gerente comercial de Doña Carne, indica que “Las variaciones significativas en los tipos de cambio han repercutido en los precios de importación desde Brasil. Además, hemos observado un incremento notable en la demanda de pollo proveniente de Brasil y Chile, en el mercado asiático, lo que ha incidido en un aumento del costo para la industria. Actualmente no se anticipan bajas en los precios para los próximos meses”.
En tercer lugar se sitúo el vino que tuvo un incremento mensual de 5,7%, con 0,049 pp. de incidencia en el resultado mensual. Más atrás aparecen las bebidas gaseosas con una variación mensual de 4,3% y una incidencia de 0,040 pp.
En la contracara, estuvo transporte aéreo internacional que reportó un descenso mensual de 27,9%, contribuyendo al resultado mensual con -0,194 pp y la gasolina con una baja mensual de 2,5%, con una incidencia de -0,086 pp.
La meta del 3% se acerca
Los economistas afirmaron que este dato de enero no cambia la visión de mediano plazo que anticipan que la meta inflacionaria de llegar al 3% antes de junio no cambian. Uno de ellos es Felipe Alarcón, quien puntualiza que la meta del 3% se “debiese darse en la primera parte del año. Aún estamos asimilando el cambio de canasta, no obstante, ve riesgos alcistas por el lado de los alimentos”.
En Scotiabank analizan que, si bien el registro de enero revela un esperado traspaso cambiario de la reciente depreciación del peso, principalmente sobre productos transables “estimamos que la convergencia de la inflación interanual a la meta de 3% en marzo no estaría comprometida. Seguimos considerando que el traspaso cambiario es acotado ante la debilidad de la demanda interna y un adecuado nivel de inventarios”. De hecho, a su juicio, “el consejo llegaría a la reunión de abril con la inflación en, o muy cerca, de la meta de 3%”, también considerando el 3,2% de la serie de referencia. Así, “reafirmamos nuestra expectativa de que el Banco Central llevará rápidamente la TPM a su nivel neutral, con un recorte de no menos de 100 puntos base en la próxima reunión”.
En Santander, en tanto, indican que “considerando el índice referencial, se podría adelantar la llegada a la meta inflacionaria que esperábamos en abril, oscilando en torno a este nivel hacia delante, para cerrar el año en 3%”. De este modo, añaden que “la política monetaria tendría espacio para continuar con un importante proceso de recortes, tal como anticipábamos de al menos 100pb en la próxima reunión de abril”.
Esteban Viani, economista y académico de la U. Autónoma, también ve probable que se logre esa meta a mediados de año. Misma visión entrega Pavel Castillo, economista y gerente de Intelligence en Corpa, quien tiene para febrero una inflación de 0,1% y “esperamos que en marzo o abril estará en 3%”.