Ante la dispersión de cifras de inmigrantes, el Departamento de Extranjería y Migraciones, junto al Instituto Nacional de Estadísticas (INE), comenzaron a fines del año pasado a trabajar en un sistema de interoperabilidad, para centralizar el registro y tener una cifra única.
La instancia busca también facilitar el desarrollo de indicadores pertinentes al análisis demográfico sobre la migración, así como generar una relación de cooperación y asistencia técnica con las unidades del Estado productoras de registros administrativos, que tenga como finalidad el intercambio de datos.
Este trabajo tuvo su primer fruto ayer: hay 1.251.225 personas extranjeras residentes en Chile al 31 de diciembre de 2018. De ellas, 646.128 son hombres y 605.097 son mujeres. Esta cifra representa el 6,6% de la población y supera en un 67,6% la población que registró el Censo 2017 (746.465 personas).
En el desglose, cerca del 60% de la población estimada se concentra entre los 20 y 39 años, es decir, que está activa laboralmente. Esto a su vez, tiene efectos en el mercado laboral, ya que más gente de la que se pensaba está buscando empleo.
"No es menor saber el grupo etario. La demanda que este grupo de extranjeros que vive en el país ejerce sobre el mercado laboral, la demanda que este grupo ejerce sobre los sistemas de educación y los sistemas de salud; esto se transforma en política pública una vez que tengamos las estadísticas como las conocemos el día de hoy", dijo el ministro (s) del Interior, Rodrigo Ubilla, durante la presentación de los datos.
Con esta nueva información sobre la mesa de los analistas, se ratifica que la Encuesta Nacional de Empleo ha subestimado la fuerza laboral de inmigrantes, en línea con el análisis que realizó en diciembre el Banco Central, donde señaló que el proceso migratorio ha provocado un aumento significativo en la oferta laboral.
El director del Centro de Estudios y Encuestas Longitudinales de la UC, David Bravo, ejemplifica este problema con lo siguiente: en el trimestre octubre-diciembre (últimos datos que entregó el INE en su encuesta de empleo), la población de nacionalidad extranjera (de todas las edades) es 2,11% del total, es decir, según sus proyecciones de población para dicha encuesta, corresponde a 398 mil personas".
En ese sentido, el experto explicó que "un tercio del número que está presentando hoy (ayer) por el INE es el que está considerado en la muestra de la encuesta".
Mercado laboral
Otro efecto que tendrá sobre la economía esta nueva cifra de inmigrantes se reflejará en que se mantendrá bajo presión el mercado laboral, ya sea por la fuerza de trabajo -personas buscando empleo- como en los salarios, por lo que es probable que la tasa de desempleo se mantengan en los niveles actuales. Esto, porque hay más gente buscando empleo de lo que la economía es capaz de absorber.
El ex subsecretario de Economía y actual académico de la Universidad Mayor, Tomás Flores, afirmó que "con esta nueva cifra hay una mayor oferta, una mayor fuerza de trabajo, por lo que cambia de manera importante el mercado laboral". Martina Ogaz, economista de Euroamerica, enfatizó que "esta cifra presiona la fuerza laboral, porque obviamente hay una mayor disponibilidad de trabajo, porque ya no tenemos solo los grupos que históricamente llegaban a Chile, sino que aparecieron con fuerza los venezolanos y haitianos".
Ogaz precisó que tal como lo dijo un estudio del Banco Central en diciembre, "prácticamente todos estos grupos que llegan a nuestro país son más educados que los chilenos, entonces esto debería afectar la dinámica del mercado laboral".
Para Sergio Lehmann, economista jefe de BCI, no hay dobles lecturas: "Esta cifra constituye un aumento en la fuerza del trabajo, es un factor externo y que probablemente llevó a que la fuerza de trabajo haya crecido más rápido de lo que probablemente haya sido si es que estos inmigrantes no hubieran llegado al país".
En ese contexto, Lehmann aseveró que también "ha generado una presión o techo al aumento de los salarios, en la medida que uno observa esta mayor oferta laboral". De acuerdo al INE, los salarios reales crecieron solo 1,2% real (sin inflación). Por esta razón, los economistas anticipan que no debiera variar en demasía esa cifra, considerando además que la actividad económica crecerá menos que el año pasado. Hoy las proyecciones se sitúan en 3,5%, mientras que en 2018 el Producto Interno Bruto (PIB) se expandió 4%.
Pese a que hay una mayor presión hacia el mercado laboral, los expertos no ven efectos sobre la tasa de desempleo, sino que más bien un cambio de composición.
"No me atrevería a decir que habrá una mayor presión alcista para la tasa de desempleo, sino que un cambio demográfico, de composición que tiene un componente positivo en materia de productividad", puntualizó Lehmann.
Ogaz añadió que "la composición del trabajo no es solo asalariado, sino que también cuenta propia, por lo que puede cambiar la composición de asalariado a cuenta propia".