Una de las modificaciones que promete generar controversias son los cambios a la norma antielusión. Esto porque el proyecto de modernización tributaria del gobierno de Sebastián Piñera, cambia la norma impulsada por la administración anterior.
El proyecto si bien señala que la Norma General Antielusión (NGA) constituyó un avance que, a la fecha, ha generado fundamentalmente un efecto disuasivo de realizar planificaciones destinadas a defraudar la finalidad de la normativa tributaria, a simular actos o contratos, o a realizar tales actos, contratos o planificaciones sin causa u objeto alguno, "es necesario incorporar ciertos ajustes a la NGA, fundamentalmente para obtener una doble finalidad: primero, otorgar un mayor grado de certeza a los contribuyentes, en orden a qué pueden y qué no pueden hacer; y, segundo, hacer que la NGA sea una herramienta que, de modo eficiente, el Servicio Impuestos Internos (SII) pueda aplicar en la práctica".
Ante estos cambios, los expertos tributaristas coinciden con matices que la norma dará mayor certeza, por lo que el efecto disuasivo que tiene la norma no estará presente. En ese sentido, el socio de Guerrero, Valle y Garcés, Sebastián Guerrero, señaló que "la modificación a la norma general antielusión contribuye a dar mayor certeza a los contribuyentes y determina de manera más clara el campo de acción del SII. Creo que la propuesta no debilita la norma actual, sino que más bien la aclara en varios aspectos".
Ignacio Gepp, director de Puente Sur Tax advisory aseveró que "la propuesta del Ejecutivo entrega una norma con límites jurídicos mucho más claros y más armónica con el resto de nuestro ordenamiento jurídico, particularmente nuestro Derecho Civil. En otras palabras, es una norma que ciertamente entrega más certeza jurídica que la actual norma". Gepp acotó que "por lo mismo su efecto disuasivo debería ser menor lo cual significará un esfuerzo adicional por parte del SII para asegurar un control apropiado de los riesgos de elusión que la propuesta pueda volver a abrir". Antonio Faúndez académico de la Universidad Católica de Valparaíso y de la U. De Chile puntualizó que "la norma ha generado un cambio cultural en los contribuyentes frente a las planificaciones tributarias. Por ello, no es que sea más o menos complejas, sino que lo que busca la NGA es clarificar que si hay actos legítimos de los contribuyentes, aunque generen beneficio tributario, no debería aplicar la norma".
En otro ámbito se establece una nueva definición del gasto que puede ser deducido de la renta, debiendo para tal fin cumplir las siguientes condiciones: que se encuentren vinculando directa o indirectamente al desarrollo del giro, entendiendo por tal el que se realiza para el desarrollo de las operaciones o negocios de las empresas o el que se efectúa en el interés de la misma; incluyendo gastos ordinarios, extraordinarios, habituales, excepcionales, voluntarios u obligatorios.
Adicionalmente, se incorporan en el catálogo del artículo 31 del mismo cuerpo legal nuevos gastos especiales, tales como los gastos relacionados con responsabilidad objetiva de indemnizar o compensar".