El conglomerado japonés Softbank última la venta del fabricante británico de chips Arm a su competidor director Nvidia por una cifra cercana los 33.762 millones de euros (unos US$ 40.000 millones).
La operación, que aún debe concretarse la semana que viene y posteriormente deberá pasar por la autorización de las autoridades de competencia, crearía un gigante de los semiconductores que podría competir de tú a tú con la todopoderosa Intel.
En realidad, Arm no es un fabricante de chips, pero sí patenta y vende sus diseños a grandes clientes como Apple, Samsungo o Intel, y sus licencias para telefonía móvil, tablets o el internet de las cosas son utilizadas en todo el mundo.
De cerrarse la operación se produciría solo cuatro años desde que Softbank compró Arm por 27.000 millones de euros (casi 7.000 millones de plusvalía), en la que fue la mayor compra de su historia.
Una compra que estuvo envuelta en mucha polémica, ya que el fundador de Arm acusó al Ejecutivo británico, en ese momento envuelto en las negociaciones sin descanso para el referéndum del brexit, de vender la joya de la corona de su sector tecnológico a otros país.
La adquisición por parte de Nvidia tendrá que esquivar las trabas regulatorias de competencia ante la más que probable posición de dominio en algunos mercados.
De hecho, Nvidia sobrepasó recientemente a Intel como el fabricante de semiconductores con mayor valor en el mundo. La compra de la británica Arm consolidaría su cuota de mercado en el mercado estadounidense y sería una pieza vital para la apertura a nuevos negocios, como las aplicaciones que está desarrollando el fabricante más allá de los teléfonos móviles, en especial para centros de datos y ordenadores personales como los de Apple.