Comparándolo con el aplicado por Nueva Zelandia, el informe "Perspectivas de Pensiones de la OCDE 2018" criticó el sistema de licitaciones para los nuevos afiliados en Chile, que se creó a partir de la Reforma Previsional de 2008.
El documento, que se emite justo en el marco de la discusión de la reforma previsional presentada por el gobierno, señala que esta licitación no cumplió con uno de sus principales objetivos: reducir de manera generalizada las comisiones de las AFP.
Su análisis se concentra en las últimas dos licitaciones, ambas ganadas por Planvital; "el proveedor que inicialmente era el más caro", se lee en el reporte.
El organismo relata que Planvital "redujo sus tarifas (comisiones) de 2,36% a 0,47% del salario, para ganar la licitación de 2014", considerando que este precio es muy bajo.
En detalle, considera que "existe la preocupación de que este proveedor haya ofrecido una tarifa que es insuficiente para cubrir sus costos operativos, lo que aumenta el riesgo de solvencia de la empresa y compromete la calidad de los servicios ofrecidos a sus miembros, incluidas las devoluciones de fondos".
La OCDE procede señalando que el hecho de que en agosto de este año Planvital haya aumentado la comisión a 1,16% "confirma que el nivel de la tarifa anterior no era viable.
Considera que la comisión con la que ganó las subastas "también puede explicar por qué el número de proveedores que participan en la licitación disminuyó de cuatro en 2010 a solo uno en 2016 y ninguno en 2018".
La institución indica que "los proveedores que no ganan la licitación no parecen sentirse presionados para reducir sus tarifas", uno de los objetivos con los que se implementó el sistema de licitaciones para los nuevos afiliados.
"Esto puede deberse al hecho de que la inercia mantiene a los miembros del plan con su proveedor y les impide cambiarse a más baratos".
Las diferencias del sistema nacional con el de Nueva Zelandia son varias, entre ellas los criterios básicos para seleccionar al proveedor, que en el caso nacional se enfoca únicamente en la comisión requerida, mientras que los neozelandeses, además de eso se fijan encapacidad de inversión, solidez corporativa, capacidad administrativa, historial, estabilidad y - desde 2014 - en la oferta de educación para los inversionistas en incumplimiento.
Baja posición de Chile
La tasa de reemplazo de pensiones obligatoria en Chile llega a 33,5%, quedando entre las más bajas de la OCDE. De un total de 40 naciones, solo supera a las de México, Polonia y Australia, pese a que en el listado se consideran específicamente las pensiones de aquellas personas que han cotizado durante toda su vida laboral.
Esta posición no sorprende, considerando que los chilenos también se cuentan entre los que menos aportan al sistema, un total de 12,4%. En este caso, queda por encima de los mexicanos, coreanos y australianos, e igualados con los estadounidenses.
La propuesta de subir la cotización, central en la reforma a las pensiones del gobierno, se alinea con lo aconsejado por la OCDE que reitera en el reporte que "para garantizar un ingreso de jubilación más alto, las personas deben aumentar los ahorros para la jubilación, las contribuciones de pensión y/o la duración del período de contribución", más aún teniendo en cuenta que "las mejoras en la mortalidad y la esperanza de vida conducen a períodos cada vez más largos en la jubilación".