Ofertas laborales: el 2024 cierra como el peor año para buscar empleo desde al menos 2017

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Si bien en diciembre el indicador anotó su primera alza desde mayo del 2022, con un aumento 0,66% anual, el índice para 2024 se ubicó 65,05, siendo el nivel más bajo desde que el Banco Central creó este indicador, cayendo 12,2%.


El mercado laboral comenzó a frenar su creación de empleo. En el trimestre septiembre-noviembre se generaron 147.541 nuevos empleos, lo que se traduce en un alza de 1,6%, siendo el menor aumento desde febrero-abril de 2021, tanto el número total como en porcentaje. Al mirar la composición de la creación de empleo, hubo 159.686 formales y una destrucción de los puestos de trabajo informales de 12.144.

La pérdida de velocidad en la creación de empleo se relaciona directamente con las cifras de avisos laborales que publica mensualmente el Banco Central.

Si bien en diciembre el indicador anotó su primera alza desde mayo del 2022, con un aumento 0,66% anual, el índice para 2024 se ubicó 65,05, siendo el nivel más bajo desde que el ente rector creó este indicador en 2017 cayendo 12,2%.

Este indicador corresponde al promedio simple de los avisos publicados en los principales portales de empleo web en Chile, con cobertura a nivel nacional, y permite monitorear cómo estará el empleo con las ofertas laborales por internet que se ofrecen mes a mes.

El índice, en general, da cuenta de un comportamiento similar a lo que pasa con los datos de empleo asalariado de la Encuesta de Empleo del INE, aunque con un rezago que puede ser mayor a un mes, debido al tiempo que demoran las plazas en ser llenadas.

Los economistas afirman que estas cifras muestran precisamente el deterioro que está teniendo el empleo privado y que se agudizó durante los últimos meses del 2024.

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21 Agosto 2024 Construccion, Trabajadores, empleo Foto: Andres Perez

“El índice mide el dinamismo de la demanda laboral por parte de las empresas, reflejando la situación del empleo formal en el sector privado. Su evolución pone en evidencia el deterioro sostenido del empleo privado formal, en línea con los registros de la Superintendencia de Pensiones”, afirma la economista de Clapes-UC, Carmen Cifuentes.

En ese sentido, la experta acota que “estos datos sugieren que la demanda laboral empresarial sigue siendo baja, probablemente afectada por el débil crecimiento económico, las proyecciones de contracción en la inversión y las expectativas aún pesimistas”.

Para este año, las proyecciones de crecimiento se ubican en torno a 2% y por lo mismo, los economistas no prevén un repunte muy importante en el mercado laboral.

“Las perspectivas para 2025 apuntan a que será un año con un crecimiento similar al de 2024, lo que anticipa continuar en una senda de recuperación del mercado laboral muy gradual, con bajo dinamismo en la creación de empleo asalariado formal en el sector privado”, sostiene el director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), Juan Bravo.

El economista agrega que “si nuestra capacidad de crecimiento no sube, lamentablemente seguiremos viendo una creación de empleo asalariado formal en el sector privado con insuficiente dinamismo y una recuperación muy lenta del mercado laboral”.

Una perspectiva similar entrega Carmen Cifuentes: “Este panorama refuerza la percepción de un mercado laboral chileno estancado. Aunque la tasa de desempleo ha mostrado cierta reducción, los datos ajustados estacionalmente del INE revelan que no se ha producido una creación neta de empleos en términos trimestrales”.

En su argumentación, la experta menciona también que una causa de este estancamiento es la debilidad de la actividad económica y de la demanda interna, a lo que se suman las regulaciones que elevan los costos de contratación formal. “Es probable que la tasa de desempleo continúe elevada en términos históricos durante 2025, mientras que la creación de empleos, especialmente en el sector privado formal, mantenga un desempeño limitado”.

Para Cifuentes, “un repunte sostenido en la generación de empleos formales dependerá de una recuperación económica más robusta y de una mejora en las expectativas empresariales, impulsada por un entorno más favorable para la inversión y el crecimiento, así como también por una agenda del Ejecutivo que efectivamente sea proempleo”.

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