La disposición para dialogar que han manifestado los líderes, tanto de Washington como por Beijing, están mejorando las perspectivas respecto al conflicto arancelario que enfrenta a las dos mayores economías planetarias.
La hora de la verdad llegará en el marco del G20 en Argentina, donde se verán las caras el presidente estadounidense, Donald Trump, y su par chino, Xi Jinping, con el solo objetivo de buscar una salida a la guerra comercial.
Allan Von Mehren, economista jefe de Danske Bank con foco en China y destacado por Bloomberg como uno de los analistas más asertivos en el conflicto comercial, estima en 60% la probabilidad de un acuerdo el próximo año, gracias al diálogo que sostendrán los mandatarios en Buenos Aires.
"La meta de Trump es un acuerdo y los aranceles no son más que un arma", planteó Mehren a la agencia de noticias financieras, agregando que "los aranceles y las represalias chinas también perjudicarán a la economía de EEUU, por lo cual la situación no es sostenible".
Disposición china
Esta tesis ha quedado respaldada por las más recientes declaraciones de las más altas autoridades del gigante asiático. El mandatario chino se comprometió a mejorar "la credibilidad y eficiencia de los exámenes de propiedad intelectual", introduciendo un nuevo sistema punitivo "para aumentar significativamente los costos de los infractores".
Con estas palabras, Xi da una respuesta clara a una de las principales demandas de Trump, quien acusa a la industria china de robos de propiedad intelectual a las firmas de EEUU que aterrizan en su país.
Por su parte, el vicepresidente Wang Qishan, indicó en el Foro de Nueva Economía de Bloomberg en Singapur que "China está lista para tener discusiones con EEUU sobre temas de interés mutuo y trabajar por una solución sobre el comercio aceptable para ambas partes".
Este tipo de declaraciones tienen lugar luego que, la semana pasada, Donald Trump comentara en twitter que tuvo una conversación telefónica con Xi enfocada en el comercio. "Esas discusiones avanzan muy bien con las reuniones programadas en el G-20 en Argentina", indicó el líder estadounidense.
Voces pesimistas
Pero no todos se sienten tan confiados en que las conversaciones de este mes lleguen a buen puerto. Ken Moak, coautor del libro "China's Economic Rise and Its Global Impact", destacó en una columna de CGTN (televisión pública de China) que el conflicto "podría no acabar pronto".
El economista subraya que "el principal asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo que si no se podía alcanzar un acuerdo 'a gusto' de Trump, el presidente podría aumentar la guerra comercial".
Al mismo tiempo, destaca que "el secretario de Estado Mike Pompeo y el fiscal general Jeff Session, vapulearon a China tildándola de 'amenaza' para el orden mundial impuesto EEUU". Sumado a lo anterior, Moak señala que Trump, con su actitud "errática", anula sus propias políticas, lo que "tampoco supone un alivio para China".