Las pérdidas para el mercado del crudo parecen no terminar. La nueva debilidad de los precios responde a la ausencia de una decisión definitiva sobre un recorte de la producción de los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
Al término de la cumbre realizada en Viena, los miembros dejaron en suspenso el acuerdo para reducir el bombeo de crudo, tras la negativa de Rusia para adherirse al plan.
Esta incertidumbre golpeó otra vez a los precios. El WTI -de referencia en Estados Unidos- perdió 2,65% y se ubicó en los US$51,40 por barril. En tanto, el Brent sufrió baja de 2,44% en Europa, que lo arrastró a los US$60,03.
Las discrepancias entre los países radica en los niveles de reducción. Según medios internacionales, Rusia solo habría aceptado reducir su bombeo a 150.000 barriles por día.
En tanto, el ministro de Energía de Arabia Saudita, Khalid Al-Falih, declaró que la opción más aceptada sería una baja cercana al millón de barriles diarios entre el conjunto de las extracciones de los 25 participantes.
De esta forma, la negociación sobre un recorte de la oferta para apuntalar el precio del barril quedó pospuesta para mañana. Los integrantes de la OPEP reanudarán las conversaciones con los productores externos, quienes se unieron hace dos años a la estrategia de recortes de suministros.
En la instancia, el ministro de Energía ruso, Alexander Novak, deberá entregar una respuesta definitiva, lo cual repercutirá en los niveles de extracciones que mantendrá la OPEP durante el próximo año.
Este nuevo espacio para las negociaciones no calmó la incertidumbre del mercado debido al bajo optimismo de Al-Falih. El ministro de Arabia Saudita dijo no tener mucha confianza en que se logre el consenso necesario y estimó que las negociaciones de mañana podrían durar "todo el día".