Los operadores han aumentado sus apuestas a que el petróleo estadounidense podría subir a US$100 por barril el próximo año, un hito que hasta hace poco muchos consideraban impensable debido a un crecimiento récord de la producción de EEUU y a una demanda global relativamente estable.
Sin embargo, el inminente retorno de sanciones estadounidenses contra Irán y embotellamientos que impiden que el petróleo de EEUU llegue al mercado han alimentado un alza que ha llevado a los precios referenciales del petróleo a máximos de cuatro años.
Si bien grandes países productores dicen que el suministro es abundante, fondos de cobertura y especuladores son cada vez más escépticos y apuestan a que el mercado podría subir más antes de que entren en vigencia las nuevas sanciones contra Irán el 4 de noviembre.
El tono optimista se percibe en el mercado de opciones estadounidense. El número de posiciones abiertas que apuestan a que los futuros del WTI en Estados Unidos tocarán los US$100 a fines de 2019 ha subido en 30% en la última semana, a un récord de 31.000 lotes, según datos de CME.
"En las últimas dos semanas, ha habido muchas evidencias de que incluso algunos de los clientes más grandes - India y China- no van a comprar crudo iraní a partir de noviembre", dijo John Saucer, vicepresidente de investigación y análisis de Mobius Risk Group.
Como resultado, sostuvo, "estas sanciones probablemente sean mucho más eficaces de lo que la gente ha pensado".
Las exportaciones generales desde Irán han caído a 2 millones de barriles por día (bpd) en septiembre desde 2,8 millones de bpd en abril, dijo el Instituto de Finanzas Internacionales.
Las estimaciones respecto de cuánto de las exportaciones iraníes podrían verse afectadas van desde 500.000 bpd a 2 millones de bpd, y la incertidumbre sobre el impacto podría provocar finalmente oscilaciones de precios en cualquier dirección.
El crudo Brent, el referencial internacional, subió sobre los US$86 por barril el miércoles y el West Texas Intermediate (WTI) de Estados Unidos tocó los US$76 por barril, ambos máximos en cuatro años.
La decisión del gobierno del presidente Donald Trump de reponer sanciones contra Irán provocó un fuerte cambio en la Organización de Países Exportadores de Petróleo. Después de cerca de 18 meses restringiendo el suministro, la Opep acordó aumentar el bombeo.
Además, Arabia Saudita y Rusia decidieron recientemente elevar el suministro antes de comunicarlo a otros países de la Opep, en un esfuerzo por apaciguar a Trump, quien ha enfocado su ira en las alzas de precios.