El 19 de abril, la sala de la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de resolución que solicita al Presidente Gabriel Boric eliminar de manera permanente o transitoria el impuesto específico a los combustibles en atención a las inéditas alzas en los precios de bencinas y del petróleo diésel que aquejan a la clase media y a sectores vulnerables del país. La propuesta, que fue aprobada por 106 votos a favor, fue impulsada por un grupo de parlamentarios de Renovación Nacional, liderados por Miguel Mellado y Sofía Cid.

Y si bien el gobierno ya le inyectó mayores recursos al Mecanismo de Estabilización del Precio de los Combustibles (Mepco) con el objetivo de contener las alzas, no fue suficiente para los legisladores, quienes afirman que insistirán en esta medida. Así lo menciona Mellado, quien resalta que el texto contó con un respaldo transversal.

El proyecto menciona que “una directa eliminación del impuesto específico a los combustibles se constituye como un mecanismo viable para lograr un efecto material y sustancial en beneficio de millones de familias y personas en nuestro país”. Y puntualiza que “esta eliminación puede ser permanente o transitoria, tomando en cuenta el impacto fiscal que originará, haciéndose necesario también evaluar, en paralelo, los mecanismos para paliarlo”.

De acuerdo al proyecto, de eliminarse el impuesto específico, el precio de la gasolina a consumidores sería del orden de $400 menos al actual. Hoy la bencina de 93 octanos se comercializa en promedio en la Región Metropolitana en $1.105; la de 95 octanos en $1.127 y la de 97 octanos en $1.153.

Esta propuesta es vista con buenos ojos por el resto de los diputados de la oposición. Uno de ellos es Agustín Romero, representante del Partido Republicano e integrante de la Comisión de Hacienda, quien sostiene que “la rebaja o eliminación del impuesto específico a los combustibles ayuda a bajar o contener los aumentos de todos los bienes, incluida la canasta básica, porque cuando suben las bencinas o el diésel se eleva el precio de todo. Hoy más que nunca necesitamos herramientas que vayan en ayuda directa a las familias y los republicanos seguiremos impulsando esta iniciativa.

Y desde la UDI, Guillermo Ramírez menciona que “uno de los problemas que más aqueja a los chilenos es la inflación. Cada vez cuesta más llegar a fin de mes y el sueldo cada vez alcanza para menos. Una medida que podría ayudar a controlar la inflación es una baja momentánea al impuesto de los combatibles. Si los costos del transporte disminuyen, el costo de los bienes también”.

Mellado apunta que en la discusión del proyecto de salario mínimo que comenzará la próxima semana le planteará el tema al ministro de Hacienda, Mario Marcel.

Impacto fiscal

¿Pero qué impacto tendría una medida como esta en las arcas fiscales? Según un informe realizado por Luis Gonzales, coordinador económico de Cambio Climático, Energía y Medio Ambiente y por la investigadora de Clapes UC, Josefina Henríquez, de eliminarse el impuesto específico “se perdería una recaudación estimada en US$3.170 millones, sin considerar el aumento de consumo de combustibles proyectado por el aumento de venta de automóviles en 2022″.

El Impuesto Específico a los Combustibles (IEC) se calcula en base a dos componentes. En primer lugar, está el componente fijo, el cual es de 6,0 UTM/m3 en el caso de las gasolinas, mientras que es de 1,5 UTM/m3 en el caso del diésel; pero también el variable, el cual se calcula con el objetivo de estabilizar el precio de los combustibles en el país y que este no sea tan volátil, operado con el Mepco. Ambos componentes son dependientes entre sí.

En el proyecto se menciona que con la eliminación del impuesto específico el precio estaría $400 menos que los niveles actuales. Sin embargo, a juicio de Clapes-UC, “el efecto en el corto plazo es muy limitado, ya que la diferencia sería de $100, cuando con el Mepco se logra una diferencia de $230, al considerar el componente variable por el Mepco”.

Es decir, a juicio de los investigadores, “hoy tenemos una herramienta que tiene la capacidad de duplicar el apoyo en el subsidio y ser más efectivo, con la cualidad de que en el futuro este instrumento es neutral fiscalmente, ya que en épocas de baja se podrá recuperar lo subsidiado”.

Mencionan que “dada el alza que se ha visto en el último tiempo del precio internacional del petróleo y la volatilidad del tipo de cambio, nada asegura que sin el impuesto específico a los combustibles el precio al consumidor sería menor”. Al contrario, afirman que “sin el impuesto, estaríamos básicamente eliminando el Mepco, lo que nos dejaría en el peor de los casos posibles, con un precio al consumidor más elevado de lo que se observa actualmente”.