Diversas posturas han asumido los parlamentarios frente al complejo escenario que enfrentan los proyectos de ley que buscan reducir la jornada laboral.
Ambas iniciativas contemplan una reducción en la carga horaria. El de la oposición, busca la rebaja de 45 a 40 horas semanales. Mientras que el del gobierno disminuye las horas a un promedio de 41 horas semanales (en régimen de 180 horas mensuales), pero aplicando flexibilidad.
Ante esta disyuntiva, parlamentarios de oposición y de gobierno, entregaron visiones contrapuestas sobre los proyectos.
Desde el bloque opositor, el diputado Gastón Saavedra (PS), enfatizó que "el gobierno solo hace énfasis en la flexibilización" y acusa a esta modalidad de "precarización del trabajo". Defendió el proyecto opositor diciendo que "lo que buscamos es el fortalecimiento de los derechos de los trabajadores, el mejoramiento de la mano de obra y así contribuir en productividad sin que ello altere la distribución de los ingresos".
Respecto a los derechos de los trabajadores, la diputada por RD Maite Orsini alegó que con el proyecto de 40 horas, "no se trata de infantilizar a los trabajadores, sino que de reconocer y hacerse cargo de que no tienen el mismo poder de negociación que el empleador cuando lo hacen individualmente". Para ella, sin ese equilibrio, "la adaptabilidad no funcionará".
En tanto, la presidenta de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, Gael Yeomans, (Frente Amplio) aunque se mostró abierta a discutir e incorporar ideas que sumen al proyecto, criticó al gobierno diciendo que "no los veo disponible a reducir la jornada laboral, sino más bien a flexibilizarla".
En tanto, el diputado de la DC, Gabriel Silber, abogó por una postura intermedia y dijo que, el Ejecutivo debe incluir sus indicaciones al proyecto de 40 horas. "Tener dos proyectos sobre la misma materia es una pérdida de tiempo, por tanto, Trabajo debería allanarse a presentar indicaciones sobre lo ya aprobado".
Qué dice el oficialismo
En contraste, desde el oficialismo, el diputado de la UDI, Patricio Melero, sostuvo que no es posible ni aplicable la reducción de jornada "de forma abrupta, como lo plantea el Partido Comunista, porque no se hace cargo de la realidad productiva de los distintos grupos de trabajadores". Asimismo, planteó que "hace caso omiso al impacto sobre el empleo y la productividad". Para el legislador, si bien ambos buscan reducir la jornada, el del gobierno lo hace de una forma gradual.
En respaldo, su par de la UDI, Guillermo Ramírez, afirmó que "el proyecto de la oposición es insuficiente" e increpó diciendo que "la pregunta no es si queremos reducir o no la jornada laboral, porque todos estamos de acuerdo, la pregunta es si lo vamos a hacer con adaptabilidad horaria o no, porque no existe un país en el mundo desarrollado que tenga jornadas de 40 horas semanales con la rigidez que hay hoy día en Chile".
El senador por RN, Andrés Allamand, defendió la propuesta del Ejecutivo y cuestionó a la oposición diciendo que "no entiende que hay una relación positiva entre flexibilidad y productividad".