Organismo de Cuenca del río Maipo: el primer gran paso a la seguridad hídrica en Chile

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Claudio Orrego, gobernador de la Región Metropolitana.

Hasta hoy, Chile era el único miembro de la Ocde que no contaba con un esquema para gestionar una cuenca hídrica, a pesar de estar entre los países con más riesgo a futuro producto de la escasez de agua.


Chile lanzó este viernes de manera oficial el primer Organismo de Cuenca del río Maipo (OdCM), una entidad que velará por la seguridad hídrica de esta cuenca que abastece a 57 comunas tanto de la Región Metropolitana como de las de Valparaíso y de O’Higgins.

El evento, que tuvo al Centro Cultural Gabriela Mistral como escenario, contó con la participación de diversas autoridades, incluyendo al gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego; la ministra de Obras Públicas, Jéssica López; el presidente de la Fundación Chile, Pablo Zamora; y la alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao, entre otras.

“La escasez hídrica en Santiago era el mayor desafío ambiental de nuestra ciudad y región, por lo que había que construir una cartera de proyectos que apuntaran a la seguridad hídrica de la ciudad para los próximos 30 o 40 años. Para eso, no quisimos reinventar la rueda, sino buscar prácticas o iniciativas a nivel global que se pudiesen replicar en Santiago”, explicó a Pulso La Tercera el gobernador Orrego.

Mauricio Fabry, jefe del Departamento de Medio Ambiente del gobierno regional de Santiago y quien fue el encargado de liderar la gestación del organismo, alertó sobre los peligros que acechan a la cuenca del Maipo. “Somos la novena cuenca en el mundo más afectada por el cambio climático, y cuando en 2022 nos vimos enfrentados a la posibilidad de un racionamiento de agua en Santiago, decidimos que había que sentarse y ver qué se podía hacer”, expuso Fabry, contando la razón principal por la cual el gobierno de Santiago decidió impulsar la creación de este organismo, que contó también con la asesoría de Escenarios Hídricos 2030 de Fundación Chile.

Según investigadores del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia de la Universidad de Chile, el país está en un rango mínimo de 50 años para que Santiago se quede sin aguas superficiales y subterráneas, lo que se conoce como “día cero absoluto”. Ulrike Broschek, quien encabeza Escenarios Hídricos 2030, sostiene que el problema de la crisis en el Maipo es grave, por eso es tan importante y necesaria la creación de este mecanismo de gobernanza hídrica.

“La demanda de agua que tiene esta cuenca se sostiene hoy con el equivalente a dos ríos Maipo. El problema es que solo tenemos uno y la proyección para 25 años más es que vamos a necesitar tres ríos Maipo para solventar esta demanda. Entonces, lo que estamos haciendo básicamente hoy, es usar las reservas de agua para sostener este desarrollo. Estamos usando los acuíferos, las aguas subterráneas del Maipo para sostener la actividad de la ciudad. Y eso no es sostenible”, afirma Broschek.

Gobernanza hídrica

Según el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), la gobernanza del agua se refiere al conjunto de sistemas políticos, sociales, económicos y administrativos encargados del desarrollo y la gestión de los recursos hídricos y de su distribución a los diferentes niveles de la sociedad. Una realidad que estaba ausente en Chile hasta ahora.

“La gobernanza es necesaria para administrar escasez y administrar la crisis. Nosotros decidimos liderar políticamente esto que era bastante difícil, porque no tenemos una institucionalidad jurídica del agua y por la fragmentación que tenemos en Chile en materia de política hídrica. Son 56 organismos públicos que tienen algo que ver con agua en nuestro país. Por eso elegimos el camino del diálogo e inspirarnos en los modelos de la Ocde para entregar una solución”, indica Orrego.

La líder de Escenarios Hídricos 2030 atribuye, entre otras razones, al fuerte centralismo que hay en Chile en la toma de decisiones, a todas las barreras que encuentra la descentralización, además de que abordar el tema del agua ha sido poco priorizado en el país, la descoordinación que impedía una mirada específica en torno al recurso hídrico.

Por su parte, Pablo Zamora, presidente de Fundación Chile, agrega además que la discusión del agua en nuestro país ha estado capturada por mucho tiempo, por eso diseñar una estructura de gobernanza con todos los actores era esencial. “Poner a la ciudad y a las personas, y tratar de orquestar esta visión mancomunada respecto a cómo hacer mejor uso y reúso, y sensibilizar a todos sobre cómo hay que comportarse como entidad en referencia al uso del agua, es algo que es sumamente necesario y sano. Las visiones se pueden aunar y puedes lograr, aunque haya más de 50 organizaciones involucradas en la decisión, puntos de consenso, y a un territorio le hace muy bien que las miradas de todos los incumbentes puedan ponerse sobre la mesa”, señala.

El proceso de creación de este primer organismo de cuenca en Chile incluyó talleres, reuniones bilaterales y la participación activa de un grupo promotor, formado por representantes de 27 organizaciones de los distintos ámbitos: público, privado, sociedad civil y la academia; quienes trabajaron en conjunto para concretar las bases de este nuevo modelo de gobernanza.

Juan Somavía, gerente de Asuntos Externos y Relaciones Gubernamentales de Anglo American, empresa que formó parte de este grupo promotor, coincide en que la profunda crisis hídrica exige la colaboración de todos los actores para garantizar la seguridad hídrica de la cuenca. “En Anglo American hemos comprometido públicamente el dejar de usar agua fresca en el proceso minero de Los Bronces al año 2030, junto con aportar agua en zonas de escasez hídrica en las comunas de Colina y Tiltil”, y añade que su compañía integró el grupo promotor del Organismo de Cuenca del Río Maipo, con el fin de colaborar en la construcción de este mecanismo de gobernanza que permita gestionar de manera integrada los recursos de la cuenca del Maipo.

“Entendemos que este es un espacio no vinculante que respeta todas las atribuciones de la institucionalidad vigente y al mismo tiempo genera un importante espacio de diálogo y colaboración permanente, que valoramos. Es importante hacer los esfuerzos y ajustes que sean necesarios para lograr que todos los actores de la cuenca puedan sumarse a esta iniciativa”, enfatiza Somavía.

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