Pampa Calichera, la sociedad de inversiones que controla Julio Ponce y que tiene el 19,7% de la minera no metálica SQM, cerró 2021 con una caja abultada. Pero también acumula millonarias deudas que han forzado al grupo a revisar su estructura de capital. Calichera y el resto de las cascadas -Norte Grande, Oro Blanco, Potasios y Nitratos- tienen, desde hace justo un año, una nueva gerenta general, Catalina Silva Vial, quien ha dirigido la reorganización financiera de las sociedades de inversión. Las cascadas, además, analizan una fusión y simplificación de sociedades.
Los balances de las cascadas, divulgados este viernes, dibujan los cambios experimentados en el último año.
Calichera tiene dinero efectivo por US$313 millones -en 2020 eran US$134 millones- y otros activos financieros corrientes por US$272 millones, 10 veces más que el año previo, mantenidos en LarrainVial y BTG Pactual. A cambio, bajaron cuentas por cobrar con empresas relacionadas, tras modificaciones realizadas en julio de 2021.
Parte importante de la liquidez de Pampa Calichera proviene de la venta de acciones serie B en 2021: reportó ingresos por esa vía por US$595 millones. El grupo ha definido que su activo estratégico es la serie A, que elige a 7 de los 8 directores de SQM. Por eso ha enajenado acciones serie B, que solo elige a un director.
La contracara son sus deudas por US$868 millones. Sin embargo, la urgencia son los vencimientos de 2022. Este año, Calichera debe pagar US$403 millones; el resto tiene plazos de pago superiores a un año. El 46,5% de su deuda total debe ser servida en 2022, lo que impone una fuerte presión financiera. Al cierre de 2020, los pasivos corrientes -deudas con vencimiento en los siguientes 12 meses- eran solo US$41 millones.