Clínica Las Condes continuó mostrando números rojos en el tercer trimestre. Anotó pérdidas por $1.937,8 millones en el tercer trimestre, acumulando en el año un saldo negativo de $12.234,9 millones.

La disminución de la demanda por parte de los pacientes de consultas y postergación de intervenciones a raíz de la pandemia generó un impacto en los ingresos, que retrocedieron 11,3% interanual en el tercer trimestre y 13,8% en los nueve primeros meses respecto de 2019.

Ejemplo de lo anterior es que el porcentaje de ocupación de pabellones en la clínica fue de 53,3%, generando un total de 9.378 intervenciones quirúrgicas, con una disminución de 31,9% respecto al mismo período del 2019, “debido principalmente a la clausura de cirugías electivas durante el período de cuarentenas comunales”, explica la empresa en su análisis razonado.

Los exámenes de laboratorio presentaron una leve disminución de un 3,1%, mientras que la actividad de Imágenes se contrajo un 38,3% respecto al mismo período del año anterior. Las consultas médicas presentaron una contracción de 38,5% al mismo periodo.

Si bien lograron reducir los costos en 3,2%, los gastos de administración se elevaron 4,6%, en gran medida por las indemnizaciones asociadas –en su mayoría detalla la empresa- al plan de retiro voluntario realizado por la compañía en el tercer trimestre. De hecho, su dotación a septiembre totalizó 3.257 entre gerentes y ejecutivos principales, profesionales y trabajadores en general, lo que se compara con los 3.685 que había en junio de este año. Es decir, 428 personas menos.

La caja de la compañía presidida por Alejandro Gil sumó $17.027 millones, un aumento de 21% respecto a diciembre, aunque una merma de 46% frente a junio de este año.