El pasado viernes la demanda de los gremios de mantener a los 6.347 trabajadores cuyo contrato honorario terminará debido al fin de la alerta sanitaria literalmente se tomó el Ministerio de Salud, pues durante esa mañana los funcionarios de la Confederación Fenats Nacional se tomaron las dependencias de la cartera, desplegando pancartas y manifestándose en el lugar con el objetivo de conversar con la ministra de Salud, Ximena Aguilera. Incluso lograron llegar hasta el piso -tercero- donde está la oficina ministerial, aunque sin poder entrar al despacho de la secretaria de Estado. Allí permanecieron hasta pasadas las 14 horas.
Desde que la jefa de la cartera sanitaria anunciara a finales de agosto que de las 12.417 personas que estaban contratadas bajo el concepto de honorarios Covid, sólo permanecerán 6.070 en el sistema pues están cumpliendo funciones que no pueden ser suspendidas, la situación se ha transformado en un nuevo flanco del Minsal, uno que ya lleva varias semanas. Los gremios no quieren dar su brazo a torcer y exigen que el resto de los trabajadores que serán desvinculados gradualmente desde el 30 de septiembre hasta el 31 de octubre conserven sus puestos de trabajos. El argumento es que el sistema ya se acostumbró a ellos y con ellos se ha logrado descomprimir un poco. Prescindir de esas personas, dicen, sería meterle presión.
Así, desde principios de septiembre la demanda de los gremios no ha hecho más que intensificarse: la mañana de este lunes, la Confederación Fenats Nacional dio inicio a un paro de sus funcionarios tras no obtener una respuesta favorable, y a las movilizaciones también se han adherido otros gremios, como Fenpruss, Confedeprus y la Fenasenf. Esto ya se vivió entre el 12 y 13 de septiembre, en un paro de dos días.
Al respecto, y consultada sobre las prioridades que actualmente tiene Salud, Aguilera indicó en Radio Pauta que “lo que más le preocupa es la discontinuidad de los pacientes producto del paro de la Fenats”. A eso añadió “el tema de ajuste del sistema a la cantidad de recursos que nosotros tenemos para fin de año y seguir negociando eso con los mismos gremios”.
Asimismo, explicó que con el aumento de recursos para Salud los 6.070 trabajadores que sí permanecerán el resto del año serán incluidos en el Presupuesto 2024. ¿Y los 6 mil restante? Fuentes del Minsal conocedoras de la situación reseñan que la expansión que está teniendo el presupuesto del Salud va a generar un aumento de cupos en el sector, que pueden ser completados por personas que estaban a honorarios. Esto, eso sí, conlleva lo que cualquier proceso de postulación.
Después de la reunión que las agrupaciones de funcionarios tuvieron el martes pasado con el subsecretario de Redes Asistenciales, Osvaldo Salgado, donde les ratificó que los 6.300 trabajadores serán desvinculados, será la jefa de la cartera la que ahora se citará con los gremios durante esta jornada de martes, donde también estará presente Hacienda. En los pasillos de la cartera aseguran que “existe voluntad” para encontrar una solución conjunta a este problema, y que la respuesta podría estar en los cupos desiertos que hay en los servicios de salud, los que según algunas estimaciones internas se acercan a los cuatro mil puestos de trabajos, principalmente en Atención Primaria.
Además, desde el ministerio han recalcado en más de una ocasión que por temas de recursos hoy no pueden mantener a todo el personal extra que llegó por la crisis del Covid-19. Además, aclaran que la alerta sanitaria -decreto que permitía la contratación de más personal- terminó el 31 de agosto y que de eso no hay vuelta atrás.
“Reducir las brechas”
En el mundo sanitario concuerdan que el cese de los contratos de estos trabajadores impactará en la atención de los pacientes, pues aunque en un principio el objetivo de este personal extra era atender la demanda generada por el coronavirus, hoy con apenas 122 casos nuevos y 14 pacientes en UCI según el último informe del Minsal, esas personas ahora se dedican, mayoritariamente, a enfrentar otras necesidades, como las listas de espera o las altas demandas de hospitalización que han generado los pacientes con enfermedades crónicas descompensadas.
Por esta misma razón, cada vez son más las voces que claman por una solución. Así se lo han hecho saber a la ministra Aguilera: ambas comisiones de Salud del Parlamento han dicho que no aprobarán el Presupuesto 2024 de la cartera si no detienen las desvinculaciones de estos trabajadores. Asimismo, los gremios han asegurado que de no obtener una respuesta positiva, intensificarán sus movilizaciones.
José Luis Espinoza, presidente de la Fenasenf, detalla que el viernes pasado ya se desvinculó a los primeros 2.500 trabajadores del total de 6.347 anunciados entre septiembre y octubre. En esta línea, es tajante en afirmar que esperan respuestas en otra línea en la reunión que sostendrán mañana con el gobierno. “Si no, lo que nos están obligando es a radicalizar este movimiento”.
De todas formas, este lunes la ministra recordó que el sector se vio incrementado este último tiempo en muchos recursos humanos a raíz de la pandemia, muchos de los cuales pasaron a ser contratados o a integrar programas de atención.
“Nosotros teníamos recursos extraordinarios, algunos de ellos eran honorarios, que en algún momento llegaron a ser 32.000 honorarios en el año donde hubo más actividad pandémica”, detalló la jefa de la cartera.
En efecto: con las expansiones anuales y los honorarios regulares y Covid, en los últimos cinco años el crecimiento del recurso humano en salud ha sido de aproximadamente 55 mil personas. Durante 2019 la dotación fue de 144.986 personas, es decir, 7,59 funcionarios por cada mil habitantes. Actualmente hay 200.801 funcionarios, lo que configura una tasa de 10,06. Con el fin de la alerta sanitaria, estas cifras quedarían en 194.454 trabajadores y 9,76 por cada 1.000 habitantes, respectivamente.